Seguro que muchas veces, sobre todo en horario nocturno, has tenido que esperar por un disco en rojo cuando no había un alma alrededor. En esos segundos, ¿no has pensado que podrían inventarse los semáforos adaptativos? Pues en Holanda, concretamente en s-Hertogenbosch, con una población de 150.000 personas, ya son una realidad.
Esta solución resulta fantástica para reducir al máximo el tiempo de desplazamiento y también para impedir la formación de los siempre odiados atascos. Los semáforos sirven para todos los usuarios de la vía, desde los peatones, pasando por los ciclistas, muchos en aquel país, hasta los coches y los autobuses.
Lógicamente, todos estos reguladores del tráfico están conectados a un ordenador, que actúa de cerebro y que se sirve de las imágenes que toman cientos de cámaras. Como se muestra en el vídeo, la invención funciona perfectamente y hace olvidar cualquier tipo de espera.
Una peculiaridad del sistema es que los peatones pueden empezar a cruzar con el semáforo en verde y finalizar con una luz roja. En este sentido, Eric Greweldinger, experto en la instalación de esta tecnología, explicó que “la luz es una señal de comienzo. Una vez que la persona ha empezado a andar, puede finalizar su tránsito, aunque, de repente, el disco cambie a rojo”.
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