Uno puede conocer todos los distintos códigos de bastidor del SEAT 600, las diferencias entre unas series y otras, saberse de memoria su mecánica, pero quien no entienda que ese fue un coche que hizo que España fuera otra, realmente no ha entendido realmente nada. Te contamos aquí unas pequeñas pinceladas de su historia, pero profundizamos en todas las versiones que se hicieron de este pequeño mito. Texto: Pablo Gimeno Valledor.
1 de 21 – SEAT 600 Normal: un mito
Empezaremos diciendo que lo de “Normal” es una definición que nunca existió de manera oficial y que se empezó a usar cuando apareció el D para diferenciarlo del mismo, por lo que el primer SEAT 600 fue eso, SEAT 600. Hubo unas primerísimas unidades del 600 nacional que llevaban ya diversas de las modificaciones de la segunda versión del Fiat, como los cristales descendentes, pero que carecían de la ‘caja de luces’ tras el volante y llevaban unos pilotos traseros con un abultamiento superior. La mayoría o la totalidad de estas primeras unidades llevaban un alto porcentaje de elementos procedentes de Italia mientras se procedía a la nacionalización de la casi totalidad del modelo. Este 600 sufrió algunos cambios en 1960 al incorporar en él modificaciones introducidas por Fiat en 1959, destacando un carburador mayor que aumentaba la potencia en 2,5 caballos, lo que permitía pasar la velocidad máxima de 95 a 101 km/h, superando la ‘barrera’ de los 100 por hora, cifra esta última que tenía mucho de psicológica para un coche pequeño.
2 de 21 – SEAT 600 Normal: equipamiento
Puertas con apertura en el ‘mal sentido’ (de adelante hacia atrás). Deflector de aire en la parte superior trasera de las ventanillas. Faros redondos ‘normales’. Luces de posición e intermitentes delanteros sobre las aletas delanteras. Mando de luces con ‘caja’ característica tras el volante. Dicha ‘caja’ aparece desde 1958 y no la llevaban las primeras unidades de 1957. Pilotos traseros pequeños y, en las primeras unidades, con la parte superior formando una semiesfera. Estos pilotos eran importados y aquí no se fabricaron. Piloto interior de luz en la parte central superior del tablero. Logotipo “SEAT 600” en la parte inferior derecha del capó trasero en posición diagonal.
3 de 21 – SEAT 600 Normal: equipamiento (II)
Tapicería de paño tipo ‘pata de gallo’. Capó delantero con embellecedor longitudinal central seguido del escudo de Seat delante. Adorno circular delantero con el motivo “600” y con una especie de alas a los lados del círculo. Parachoques de sección plana. Cerradura separada de la manecilla de la puerta y solo en la puerta del conductor. Depósito de gasolina ocupando la mitad derecha del compartimento de equipajes. Aparición de topes verticales cromados en los parachoques (“bananas”) desde 1958. En las primeras unidades de 1957, y en el Comercial no había topes. Asas metálicas interiores para cerrar las puertas desde dentro. Depósito del líquido de frenos en la parte delantera izquierda del maletero.
4 de 21 – SEAT 600 Normal: modificaciones (1950)
Desde el ejemplar número 601 se introduce la palanca de reenvío al mando de la dirección, mejorando notablemente el comportamiento de ésta. En las primeras unidades, arranque mediante palanca de mano en el piso junto al anclaje del freno de mano. Posteriormente el mando del motor de arranque y del aire (desde 1961 el estárter pasa a ser manual) se efectúa mediante sendas palancas situadas en el piso a ambos lados del freno de mano. Desde 1958 se acopla un canalizador de aire de más capacidad para mejorar la refrigeración. Llantas pintadas en un color amarillo-crema claro.
5 de 21 – SEAT 600 Normal: modificaciones en 1961
Culata con interruptor termométrico. Tapa de culata con respiradero libre. Nuevo carburador Bressel 22 IA con toma de aire caliente. Nuevo ventilador de aluminio que aumenta el caudal de aire en un 30%. Permitía bajar 8º C con respecto al ventilador anterior. Cuadro de instrumentos con termómetro para permitir medir la temperatura del agua. Espejo retrovisor mayor y con dispositivo antideslumbrante. Lavacristales con bolsa de agua. Nueva dinamo de mayor potencia, pasando ésta de 180 W a 230 W. Nueva batería de mayor capacidad, pasando ésta de 28 A/h a 32 A/h. Nueva bocina. Filtro de aire en seco en vez del bañado en aceite usado hasta entonces.
6 de 21 – SEAT 600 Normal: modificaciones en 1962
En 1962 la única novedad relevante es la de que el coche se entrega con los agujeros de anclaje para montar cinturones de seguridad. Los cinturones no se montaban en fábrica.
7 de 21 – SEAT 600 D: salto cualitativo
Poco antes de finalizar el verano de 1963 salió la versión D, presentada por Fiat en septiembre de 1960. Tenía mejoras importantes, siendo la más destacable de ellas un motor de 767 cm3, pasando la potencia de 24 a 29 CV SAE (25 DIN). Desde 1967, el D incorporó circuito cerrado de refrigeración, distintos tapacubos y los parachoques con el diseño del 850 entre otras modificaciones.
8 de 21 – SEAT 600 D: equipamiento
Puertas con apertura en el ‘mal sentido’. Desaparece la ‘caja’ de luces tras el volante, aunque se mantienen los mandos de las mismas en ese mismo lugar. Arranque mediante la llave de contacto, pasando el mando del aire a accionarse mediante un tirador situado delante del freno de mano. Variación de los soportes para los amortiguadores en 1964. Luces de posición e intermitente delanteras bajo los faros, desapareciendo los pilotos de las aletas delanteras. Deflector de aire en la parte superior trasera de las ventanillas. Logotipo “SEAT 600 D” en la parte inferior derecha del capó trasero en posición diagonal. Luces indicadoras de aire, intermitente y luz, agrupadas a la izquierda del cuadro de instrumentos.
9 de 21 – SEAT 600 D: equipamiento (II)
Faros delanteros como en el 600 Normal en un principio y con ‘visera’ después, en 1966. Tapacubos tronco-cónicos como en el 600 Normal en un principio y planos después como en el 850. Parachoques planos, como en el Normal, en las primeras unidades, y curvos posteriormente, también como en el 850. Llantas pintadas en un color amarillo-crema claro y, desde las modificaciones introducidas en 1966, de color gris metálico claro. Este color se introdujo a la vez que los tapacubos planos. Asas metálicas interiores para cerrar las puertas desde dentro. Tapicería en paño en un principio, con unos modelos de tapicería que variaron en 1964. Cerradura única inserta en la manecilla de la puerta del conductor.
10 de 21 – SEAT 600 D: equipamiento (III)
Logotipo “Seiscientos D” situado horizontalmente en la parte derecha de la plancha del tablero. Adorno frontal idéntico al 600 Normal. Topes verticales de los parachoques iguales al 600 Normal en las primeras series de parachoques plano, y con protección de goma cuando aparece el parachoques de sección curva (el del 850). Depósito de líquido de frenos como el Normal. Gama de colores en 1965: rojo; azul; verdoso; beige claro; beige tostado; gris perla y gris claro de luna. Neumáticos de banda blanca opcionales mediante sobreprecio de 495 pesetas. Aparato de radio opcional mediante suplemento de 4.220 pesetas (¡un 8% del precio del coche!).
11 de 21 – SEAT 600 D: mejoras introducidas en 1965
Modificación en el sistema del cambio de marchas, introduciendo una junta flexible plana. Nuevos tirantes de dirección con rótulas estancas y engrase “For Life”. Circuito de refrigeración cerrado con depósito de expansión-alimentación. Fue una soberbia mejora. Ventilador de plástico sustituyendo al aluminio. Filtro de aceite de más capacidad y mayor cartucho filtrante. Introducción de una caja de distribución de aire caliente en la calefacción. Mejoras en el cuadro de instrumentos y diversas mejoras eléctricas
12 de 21 – SEAT 600 D: mejoras introducidas en 1966
Respiradero motor de circulación interior. Caja de dirección similar a la del 850. Nuevos tapizados opcionales en nappel (denominación de un cuero sintético). Asientos delanteros del 850. Se suprime el mando manual del acelerador, que apenas se usaba y había que retirarlo a mano.
13 de 21 – SEAT 600 D: mejoras introducidas en 1967
Llantas del 850 y tapacubos planos. Depósito de gasolina alargado y situado en la parte posterior del compartimento de equipajes. El cambio de posición se hizo por razones de seguridad. La capacidad del depósito pasó a 30 litros. Parachoques similares al 850 abandonando la sección plana e incorporando gomas en los topes. Faros de mayor potencia. A fines de año se sustituye la aguja indicadora de la temperatura del agua por un chivato. Cadena de distribución doble para hacer más silencioso su funcionamiento.
14 de 21 – SEAT 600 D: mejoras introducidas en 1969
Sistema de autorregulación de las zapatas y aumento de los cilindros del sistema de frenos. Interruptor mecánico de luz de pare en lugar del hidráulico utilizado hasta entonces.
15 de 21 – SEAT 600 E: llegada
En febrero de 1970, y coincidiendo con el cese de fabricación del 600 en Italia, tenemos la presentación en el mercado español del 600 E, con las puertas abriendo en el ‘buen sentido’, esto es, contra el viento, un adorno frontal modificado, faros más voluminosos y pilotos traseros distintos. Esta variante estuvo en producción hasta el final de la ‘vida’ del 600 en nuestro país.
16 de 21 – SEAT 600 E: equipamiento
Puertas con apertura en el ‘buen sentido’, esto es, de atrás hacia delante. La variación del sistema de apertura de las puertas conlleva una variación de los mandos interiores y exteriores para dicha apertura y una nueva ubicación y nuevo sistema del seguro de las puertas. Asas interiores de plástico negro para cerrar las puertas desde dentro. Faros delanteros muy voluminosos y sobresalientes de forma cilíndrica. Pilotos traseros más grandes y de líneas más rectas. Cambios en el ‘orden’ de los chivatos de las diversas luces y del estárter con respecto al D. Cambio en el conmutador de arranque con respecto al D. Nuevo tipo de raquetas limpiaparabrisas. Ventanilla derivabrisas en las puertas delanteras. Desaparece el deflector de la parte superior trasera de las ventanillas.
17 de 21 – SEAT 600 E: equipamiento (II)
Franja inferior del tablero revestida de escay o nappel con adorno cromado a lo largo de la parte superior. No hay ningún logotipo en el tablero. Bandeja portaobjetos bajo el tablero. Logotipo “600 E” en la parte inferior derecha del capó trasero en posición diagonal. Manecillas externas para la apertura de puertas iguales al D en las primeras versiones (tipo palanca), pasando posteriormente a mandos con pulsador y cerradura en ambas puertas. Manecilla del capó trasero con cerradura. Adorno frontal distinto. Desaparece el escudo clásico de SEAT de la parte delantera del capó. Topes verticales de los parachoques con protecciones de goma. Depósito de líquido de frenos de material plástico situado en la parte posterior izquierda del compartimento de equipajes.
18 de 21 – SEAT L Especial: el último de la saga
En octubre de 1972 se presentó el modelo L Especial. Así como el D sustituyó al Normal y el E reemplazó al D, el L no reemplazó al E. Ambas versiones, E y L, coexistieron, y el L no fue sino una especie de variante más lujosa y más potente del E. Se anunció en octubre de 1972. El L Especial tenía cosas a priori interesantes, como un aumento de la compresión y un eje de levas más cruzado proveniente del 850 Especial, lo que le permitía alcanzar las 5.000 rpm. Dado el mayor régimen de giro, los surtidores de marcha y de ralentí eran ligeramente mayores. El colector de escape pasaba de ser único a tener las cuatro salidas independientes. La potencia pasaba a 28 caballos y la velocidad máxima aumentaba en 10 km/h. Este incremento de potencia pasó casi desapercibido porque en 1972 casi todos los coches del mercado la superaban holgadamente, y los argumentos por los que se compraba el 600 eran su manejabilidad, bajo consumo, bajo mantenimiento, y el carisma especial que este coche tenía. Tres caballos más habrían sido una revolución en 1965, pero en 1972 importaban relativamente poco. Sí llamaron la atención cambios como el tablero recubierto y acolchado, el volante negro, los mandos de apertura de puertas y ventanillas, el antirrobo de serie y los renovadores de aire tras las ventanillas traseras, así como la tapicería de un paño sintético de buena calidad y unos asientos más envolventes y con mayor apoyo para las piernas.
19 de 21 – SEAT 600 L Especial: equipamiento
Puertas con apertura en el ‘buen sentido’. Apenas hay variaciones exteriores con respecto al E, salvo por sus colores característicos en algunos casos y las rejillas de ventilación de aire tras las ventanillas traseras. El adorno frontal es distinto al del E, ya que la leyenda “600” está insertada en una especie de pequeño rectángulo y no en un círculo como en el E. Mandos interiores de apertura de puertas y alzacristales específicos de este modelo. Tablero recubierto en escay y acolchado. Consola central. Volante de color negro. Arranque con llave formando parte del antirrobo (era opcional en el E mientras que aquí es de serie).
20 de 21 – SEAT 600 L Especial: equipamiento (II)
Logotipo “SEAT 600 L Especial” en dos planos. En uno está escrito “SEAT” y en un rectángulo inferior, “600 L especial”. Este logotipo está situado horizontalmente en el capó trasero, bajo la última rejilla inferior derecha de dicho capó. Asientos delanteros más envolventes y con mayor apoyo para las piernas. Cuadro de instrumentos negro, graduado hasta 140 km/h y con los topes máximos de velocidad de cada marcha ligeramente superiores al E. Topes verticales de los parachoques con protecciones de goma. Manecilla de apertura del capó trasero con cerradura. Depósito de líquido de frenos como el 600 E.
21 de 21 – SEAT 600 L Especial: equipamiento bajo demanda
Bajo demanda el L especial se suministraba con los siguientes extras: alternador, cinturones de seguridad delanteros, luneta trasera térmica, moqueta especial y techo forrado, asientos reclinables. El conjunto de todos estos extras suponía un sobrecoste de 5.000 pesetas. Estaba disponible en colores blanco, amarillo, amarillo ocre, rojo guinda y verde oscuro.
