Scion se despide del mercado y deja su hueco a Toyota, su matriz. La marca japonesa creó una nueva línea de productos más atractivos y dinámicos, pensada para el público de Estados Unidos que huía de la imagen seria de Toyota hace ahora trece años. Con su objetivo cumplido, la producción pasará a integrarse en la gama Toyota con una nueva filosofía.
Según Toyota la intención de Scion era penetrar el mercado americano con coches juveniles y sencillos de adquirir. Año a año han conseguido consolidarse como la marca con una media de edad de usuarios más baja, situada en 36 años. El Scion tC es el modelo que más gente joven compraba, con una media de 29 años. Los iA e iM han conseguido atraer a un 70 por ciento de compradores de su primer coche.
No en vano, Scion era una estrategia con fecha de caducidad, y hoy ha llegado. La matriz, Toyota, dice ya contar con una gama lo suficientemente juvenil y dinámica como para absorber a Scion e integrarla en su oferta. Los futuros lanzamientos previstos para Scion, como el C-HR, se comercializarán definitivamente con emblema Toyota, y todos los modelos 2017 llegarán bajo el brazo de Toyota.
No se va del mercado sin dejar un legado más que interesante. Sus diseños extravagantes han marcado una pauta de estilo en el mercado americano, muchas veces trabajando el diseño de base de modelos Toyota. Otros, como el FR-S, simplemente llevaron a un cliente joven la oportunidad de disfrutar de un deportivo a un coste más razonable.
Scion ha sido también pionera en técnicas de venta. La sencillez siempre ha caracterizado su forma de trabajar. Utilizan la estrategia “Pure Pricing”, que pretende vender el coche a un precio cerrado. También ha sabido conjugar personalización y equipamientos cerrados.