Uno de los principales quebraderos de cabeza a la hora de realizar un viaje de larga distancia es el tema del aparcamiento del vehículo, especialmente si este desplazamiento implica ir hasta el aeropuerto para coger un avión. Por tanto, muchos aeródromos cuentan en su haber con servicios de aparcacoches, también denominados ‘valet’, cuyos trabajadores son los responsables de mover el automóvil a su nueva plaza hasta que el propietario regrese de su viaje.
Pero esto va a cambiar pronto. Si el punto de partida es el aeropuerto de Gatwick de Londres cabe la posibilidad de que esta labor la lleve a cabo un robot. Dicho androide se ocupará de desplazar el coche, además de garantizar su aparcamiento y su correcto mantenimiento. El apodo del robot es ‘Stan’, en honor a sus creadores (Stanley Robotics). Se trata de un novedoso prototipo que aún se encuentra en periodo de desarrollo con el propósito de estructurar de forma más adecuada los parkings de los aeropuertos.
El periodo de prueba previsto para el programa durará tres meses. Aquí, la principal distinción respecto a otros establecimientos aeroportuarios consistirá en que los empleados serán robots (‘Stan’) en lugar de seres humanos. Una vez que el viajero arribe al aeropuerto, los responsables del prototipo pondrán a disposición de los turistas uno de sus modelos ‘Stan’ a través de un monitor táctil (justo antes de llegar a la terminal).
En principio, según se ha desvelado, serán ocho los robots que permanecerán operativos. Uno de los autómatas se ubicará delante del automóvil, ejerciendo la función de una carretilla, mientras que ‘Stan’ alzará las ruedas motrices del vehículo para facilitar su transporte.
El prototipo tiene la capacidad de localizar la forma del coche y la posición de las ruedas. También es consciente de la situación del vehículo en todo momento, a lo que se debe añadir que sabe cuántos aparcamientos se encuentran libres para que el piloto pueda estacionar su automóvil. Acto seguido, ‘Stan’ moverá el coche a la plaza correspondiente, lo aparcará y hará el registro de su ubicación. Esto permitirá que el robot disponga de la información del turista, todo ello para encontrar su automóvil y depositarlo en una cabina de recogida.
Este sistema facilitará la tarea a los viajeros, especialmente en los estacionamientos de dimensiones más reducidas. Los coches se aparcan sin ningún conductor en su interior. Por tanto, los prototipos tienen una gran precisión de estacionamiento. Incluso cuando los sitios son más pequeños de lo habitual. ¿Conclusión? El turista disfrutará de mayor capacidad de aparcamiento.
El plan del aeropuerto de Gatwick a medio o largo plazo consiste en reemplazar 6.000 aparcamientos por 8.500 nuevos, los cuales serán controlados por los robots. ¿Será este el futuro del parking en el mundo de la automoción? No lo sabemos, lo que sí es seguro es que uno de los mayores trastornos, el de buscar plaza libre en un aparcamiento público, podría tener las horas contadas.
Texto: Pedro Parra