General Motor, uno de los tres gigantes de Detroit, consiguió unos beneficios de 1.771,34 millones de euros en el primer trimestre gracias a la mejora en la efectividad de sus cuentas y gastos, puesto que las ventas, según informó la propia compañía el pasado martes habían bajado un 2,5 % con respecto al mismo periodo del año anterior.
La mejora obtenida se basa en el crecimiento que ha tenido en su propio país donde GM ganó 2.081 millones de euros, lo que representa una crecida del 5,2% con respecto a los tres primeros meses del 2015, mientras que en Europa consiguieron revertir el signo pues pasaron de perder 216,7 millones de euros a ganar 5,4 millones de euros, mientras que en el continente sudamericano pasaron de perder 194 millones a ganar 60,7 millones de euros.
En cuanto al resto de mercados en los que opera, las ganancias fueron de 343,6 millones de euros, o lo que es lo mismo, un 2,1 % más.
Estos resultados se deben a la mejora de la eficiencia en algunos de sus gastos fijos y variables, de hecho, la financiera J.P. Morgan los define como inesperados en Sudamérica y admirables en Europa, puesto que la propia GM había comunicado el pasado martes que sus ventas en el primer trimestre habían sido de 2.362.057 vehículos, lo que supone una bajada del 2,5 %.
Uno de los puntos que han intervenido a favor de esta mejora en sus cuentas ha sido la subida del precio de cada vehículo que ha llegado a los 32.457,43 euros, 4.500 más que el precio medio del mercado.
En el momento de la presentación de resultados, Mary Barra, presidenta del consejo de administración de GM, señaló que otra de las claves que han estado en estos resultados ha sido la gran ofensiva que ha tenido la filial en Europa que vende los vehículos de GM bajo los emblemas de Opel y Vauxhall, que consiguieron unas ventas de 303.000 coches o lo que es lo mismo, creció un 8,6 %.
