La campaña especial de vigilancia de distracciones al volante que la DGT llevó a cabo entre el 14 y el 20 de septiembre se ha saldado con 5.712 conductores sancionados de los que la mitad, 2.873, fueron por usar el teléfono móvil manualmente mientras estaban al volante.
La entidad que dirige Pere Navarro lleva ya mucho tiempo advirtiendo de los peligros del uso del teléfono móvil mientras se conduce. Lo ha puesto en el punto de mira pues considera a que hoy día es el principal problema de nuestras carreteras y el primer causante de accidentes.
No solo se deja de atender la carretera sino que, al desviar la mirada y manejar el dispositivo electrónico, se recorren muchos metros sin ver qué sucede delante y, por tanto, sin poder reaccionar ante cualquier cambio en la vía.
Además del uso inadecuado del móvil mientras se conduce también se sancionaron a 392 conductores que utilizaban cascos o auriculares, algo prohibido ya que dificultan la atención de cuanto sucede a nuestro alrededor como las advertencias sonoras de otros vehículos; también se sancionó a 65 conductores por manipular navegadores, reproductores de vídeo o DVD; y 484 por viajar sin cinturón de seguridad, un elemento de seguridad de uso obligatorio que solo se ponían cuando advertían la presencia de los agentes de Tráfico.
Pero no han sido los únicos casos, también ha habido otras 1.395 denuncias por distracción del conductor y que suponían la incapacidad de reacción del conductor. Así, ha habido multas por leer al volante, fumar, maquillarse, buscar objetos, tener una oficina móvil en el puesto de conducción…
El uso del teléfono móvil al volante está sancionado con 200 euros y la pérdida de 3 puntos del carné de conducir, aunque en varias ocasiones desde la DGT han dejado caer que estaban analizando endurecer estas sanciones para elevar la cuantía de la multa hasta los 600 euros y la resta de puntos a 6.