¿Quieres que tu coche obtenga la denominación de coche clásico pero no sabes cómo hacerlo? Te mostramos todos los requisitos que debe cumplir y los pasos que debes seguir para lograrlo.
Para considerar un vehículo como clásico, este debe cumplir un requisito esencial; ser antiguo. Hasta este año, todos los vehículos superiores a 25 años podían entrar en la categoría de clásicos, pero a causa de la nueva normativa (que entró en vigor el pasado 20 de mayo), este límite de edad se amplía a los 30 años. De este modo, tanto históricos como clásicos tendrán que esperar un lustro más para poder registrarse como vehículos de estas características. Así, es importante señalar que aquellos automóviles que se hayan registrado como clásicos en estos últimos años y, actualmente tienen una antigüedad menor a los 30 años, se les mantendría esta denominación. Pues, cuando iniciaron los trámites cumplieron la normativa vigente de ese momento.
Todos los coches clásicos e históricos deben estar incluidos en el Inventario General de Bienes Muebles de Patrimonio Histórico Español. Un registro en el que se tienen en cuenta los vehículos por ser de interés cultural, porque han intervenido en uno o varios acontecimientos trascendentales desde el punto de vista histórico o porque han pertenecido a un personaje relevante. Por ejemplo, el SEAT 1430 que se puede ver en la imagen es un coche clásico que perteneció a Julio Iglesias y que hace poco salió a subasta, pero que finalmente no obtuvo ningún comprador.
Los avances en tecnología, innovación y métodos de fabricación han hecho que los vehículos evolucionen considerablemente. Pero, precisamente esto ha provocado que existan coches clásicos únicos, con prestaciones que ya no se incluyen o características muy singulares que están ligadas a la época en la que se fabricaron. Algo que les da un valor añadido y, al mismo tiempo que aumenta su precio de venta, les convierten en una pieza de coleccionista muy atractiva para el gran público. Por lo que certificar esa exclusividad o esa originalidad tan poco común puede ser un factor determinante para considerar que un vehículo es clásico.
En primer lugar, debemos contar con un documento que recoja las características técnicas del vehículo. Esto a veces puede resultar un problema y, en caso de no disponer de estos datos es aconsejable acudir a una asociación o un club dedicado a los coches clásicos para ver si allí pueden facilitar todos los detalles.
Siguiendo con lo que hemos comentado en la imagen anterior, el interesado debe aportar un informe del fabricante o club relacionado con la marca del vehículo en cuestión, donde se exprese el motivo por el que este coche debe clasificarse como clásico. Pero, además, en este informe se deben incluir contenidos relevantes como por ejemplo las limitaciones de circulación del automóvil, si las contempla. Por último, se debe aportar una ficha completa con las características del coche. En ella, además de los datos característicos del coche (número del chasis, fecha de fabricación, fecha de la primera matriculación, etc.) deben aparecer algunas fotos, en color, del mismo. Concretamente una delantera, una trasera y dos fotos de los laterales.
El primer paso consiste en que el coche pase una inspección en un laboratorio oficial, acreditado por la Comunidad Autónoma donde se quiera tramitar la denominación de coche clásico. En segundo lugar, el órgano competente de la CCAA debe dar su aprobación basándose en los resultados del examen y, por último, el vehículo tendrá que pasar la ITV para poder matricularse como clásico histórico en la Jefatura de Tráfico que corresponda.
Existe cierta confusión en torno a estos términos. Para muchos, significan lo mismo y lo cierto es que en España solemos utilizarlos como sinónimos. Pero también hay quienes consideran que no todos los coches históricos son clásicos. Es decir, creen que los clásicos han marcado (de algún modo) una tendencia y los consideran referentes del sector del automóvil, gracias a las características que presentan. No obstante, es importante señalar que el procedimiento para obtener la denominación es el mismo. Así, como curiosidad, los coches históricos llevan un distintivo en la matrícula que los diferencia. Si es la placa no es original, se le añaden las letras “VH” y, en caso de que sí lo sea, llevarán un distintivo en la inscripción.
La respuesta a esta pregunta es sencilla. Para los tres casos el procedimiento y los requisitos que deben cumplir son los mismos. Aunque se trate de un coche clásico que apenas va a utilizarse, es obligatorio disponer de una póliza de seguros. Pero, para obtenerla, el coche debe cumplir una serie de características: no puede recorrer más de 5.000 km al año, hay que declarar que su uso no es habitual, el propietario debe ser mayor de 25 años y disponer de una antigüedad mínima de un año en su carné de conducir y el coche debe guardarse en un garaje.