El campeón español ya ha confirmado que no va a regresar a las pistas hasta el próximo año. El motivo está en el retraso en la recuperación de su lesión de hombro, que se hizo cuando remontaba en el GP de España camino del podio y que se volvió a dañar al abrir un ventanal de su casa (se le desplazó la placa que le habían puesto). Ahora que el campeón ha tenido que ceder su corona, nos fijamos en la colección de coches que atesora Marc Márquez, el piloto de Honda HRC que colecciona deportivos BMW.
Un utilitario para moverse de forma fácil y cómoda en su día a día. De diseño vanguardista y atrevido, hay quien necesita un tiempo para hacerse a su estética, es uno de los modelos del mercado que mejor aprovechan su espacio interior y su maletero. Uno de los compactos mejor aprovechados del mercado.
Un SUV diésel de tamaño medio con motor de 2,2 litros y 150 CV. Se trata de un vehículo veterano (la firma nipona ya ha retirado los motores diésel de su catálogo) pero que sirve de gran ayuda a Marc Márquez para sus excursiones al campo y para transportar buena parte de su equipamiento de entrenamiento. Solo hay que ver la cantidad de actividades deportivas que compagina el piloto catalán, de las que deja rastro en sus redes sociales.
Otro veterano en su garaje. De hecho, esta berlina hace ya años que dejó de venderse en Europa. Sin embargo a Márquez le sirve para llevar su bicicleta, el ciclismo es parte importante de su preparación física, y todo lo que necesita para entrenar. En este caso lo tiene en versión familiar.
Ha tenido varias versiones del modelo más extremo del compacto. El último lo recibió hace unos meses por ser piloto oficial Honda HRC, cuenta con 320 CV de potencia y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos, aunque a muchos les llamará la atención por mantenerse fiel a la tradición de compactos superdeportivos con un gran alerón detrás.
Aunque Marc Márquez es piloto oficial de Honda, ha recibido varios regalos por parte de BMW. Como patrocinador de MotoGP premia con uno de sus modelos al piloto más espectacular del campeonato (para ello utiliza unas tablas para confeccionar una clasificación que denomina BMW M Award), un ranking del que ha resultado el ganador en sus siete primeras temporadas en la máxima categoría. El primero que recibió tenía 20 años, en 2013 y en su primera temporada en MotoGP cuando también logró su primer título. El primer BMW que se llevó a casa fue un M6 Coupé.
Segunda temporada, segundo título y segundo BMW. Esta vez un BMW M4 Coupé con motor M TwinPower Turbo y 431 CV, con una imagen refinada y fruto del departamento BMW Individual que le dio ese atractivo color Frozen Red Metallic.
En 2015 se llevó a casa un BMW M6 Cabrio con motor M TwinPower Turbo, un descapotable que se movía con un motor V8 de 560 CV que le llevaba con la melena al viento hasta los 250 km/h, una velocidad máxima limitada electrónicamente. Esta unidad también contaba con el sello del departamento de personalización BMW Individual: se presentaba con una piel teñida de Frozen Blue Metallic mientras su interior estaba tapizado de cuero Merino fino de color Opal White. Su precio (sin extras) rondaba los 160.000 euros.
Un pequeño cohete para el mayor de los Márquez, la versión más deportiva del momento del pequeño sedán compacto. No es el más caro de cuantos BMW se ha llevado a casa pero sí uno de los más divertidos de conducir. Este pequeñín contaba con un motor de tres litros y 370 CV enviados directamente al eje trasero para alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónicamente) unido a una caja de cambios manual de 6 relaciones que permitía hacer todo tipo de diabluras sobre la pista. Su precio se encontraba en torno a los 63.000 euros.
En 2017 se llevó la variante con más picante del M4, la berlina más extrema de la familia de BMW que cuenta con un motor 3.0 M TwinPower Turbo y 460 CV de potencia que alcanzaba una velocidad máxima de 280 km/h y que aceleraba de 0 a 100 km/h en solo 3,9 segundos. Su precio de venta rondaba los 140.000 euros.
La versión más extrema jamás construida sobre un M3. Cuenta con un motor de seis cilindros en línea y 460 CV que lo empujan hasta los 100 km/h desde parado en solo 3,9 segundos gracias, entre otros secretos, a una caja de cambios de doble embrague y 7 relaciones concebida para la competición.
El último en llegar a su garaje el año pasado. Se trata de un SUV compacto, valorado en 110.000 euros con un motor de tres litros biturbo y 510 CV que responde con 600 Nm de par para acelerar en el 0 a 100 km/h en solo 4,1 segundos. Se ha llevado los siete últimos coches regalados por BMW. Habrá que ver quien se lo lleva este año sin la presencia de Márquez.
Para su preparación física también cuenta, además de con un buen listado de motos y bicicletas, con algún kart con el que muestra la misma maestría en la pista que con una moto.
Este monoplaza no es suyo, aunque seguro que le gustaría llevárselo a casa, pero aprovechamos para recordar la prueba que hizo en 2018 sobre un Toro Rosso motorizado por Honda en el Red Bull Ring de Austria. En su defecto no contaba con la mecánica híbrida que equipaban los Fórmula1 de entonces, aunque sí empleaba un V8 que, solo por su sonido, encandiló al motociclista. Aunque sus tiempos no se dieron a conocer, la dirección del equipo y el patrocinador se mostró sorprendida y el propio piloto postuló la Fórmula 1 como un posible destino en el futuro. Hoy día parece imposible, aunque con Marc Márquez cualquier cosa es posible.