Sorprendentemente, el Grupo Renault va a enfrentar al Renault ZOE y al Nissan LEAF en un mismo segmento. Sí, o el francés se hará más grande o el japonés reducirá su tamaño. Más probable, la primera opción. En cualquier caso, ambos compartirán una nueva plataforma en común. Una maniobra curiosa, aunque, al fin y al cabo, supondrá una notable reducción de costes de producción. Si no se quitan ventas el uno al otro, la jugada puede resultar acertada.
Esta decisión, desvelada por Arnaud Deboeuf, vicepresidente senior de Renault-Nissan BV, confirma la política unitaria que van a llevar ambas marcas en el segmento de los eléctricos. La alianza también llegará al plano mecánico, pues, en principio, se usará un mismo motor eléctrico para los dos modelos. Casos así ya se dan entre ambas marcas. No hay más que ver, por ejemplo, las semejanzas entre el Nissan Qashqai y el Renault Kadjar.
Una vez más, las sinergias acaparan las decisiones de nuevos productos en las multinacionales de la automoción. No hay dudas del ahorro económico que este tipo de plan garantiza. Lo que sí plantea más incógnitas es la posible canibalización de ventas. Veremos qué resultados obtiene el Grupo Renault en este sentido.
En la actualidad, el Nissan LEAF homologa una distancia de 250 kilómetros con una única carga de la batería. Efectivamente, está lejos de las mejores cifras del segmento, si bien se espera que, en su renovación, el radio de acción se incremente notablemente. A fin de cuentas, el objetivo debe seguir siendo el liderazgo de ventas.