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El Renault Megane actualiza su imagen e introduce el motor híbrido enchufable

La tecnología híbrida enchufable llegará en primer lugar junto al Renault Megane Sport Tourer.

El Renault Megane añade refinamiento a su imagen y aumenta la carga tecnológica en el ecuador de la vida comercial de la actual generación. Sin perder la identidad que recibió en la última generación, recibe las últimas notas estéticas que han llegado a los últimos modelos lanzados por la firma del rombo así como la mecánica híbrida enchufable e-Tech Plug-in que ya puede ver en la familia del Renault Clio y el Renault Captur.

Los cambios afectan a la totalidad de la familia Renault Megane, sin embargo, la mecánica e-Tech Plug-in llegará en primer lugar a los modelos familiares Sport Tourer para, en una segunda fase, aparecer en las variantes compactas. El modelo se continuará fabricando en la planta de Palencia.

Adaptación a los nuevos tiempos

A nivel estético no sufre una gran revolución. Fue el primero de la familia en presentar los faros delanteros con forma de C para las luces de día, donde ahora añade los faros Led Pure Vision al catálogo de equipamiento extra, y los traseros con una línea de diodos solo interrumpida por la presencia del rombo de Renault.

Mantiene su tamaño y sus cuotas de habitabilidad, con nuevos materiales en la confección de su interior. Es precisamente aquí donde se pueden apreciar las principales novedades pues a la instrumentación llega una nueva pantalla de 9,3 pulgadas mientras que la situada en el centro del salpicadero crece hasta las 10,2 pulgadas incluyendo la última evolución del sistema Renault Easy Link.

Así, la tecnología no solo se palpa al acceder a su interior, sino cuando el nuevo Renault Megane comienza a andar. Los sistemas de ayuda a la conducción y de seguridad le sitúan en el nivel 2 de conducción autónoma destacando el asistente para tráfico y circulación en autopista.

Motor híbrido enchufable

Desde la firma del rombo apuntan a que el nuevo motor e-Tech Plug-In se inspira en la experiencia del equipo Renault en la Fórmula 1. Une un motor de gasolina de 1,6 litros con dos eléctricos y una caja de cambios crabots para lograr una potencia máxima de 160 CV.

Está preparado para lograr una velocidad máxima de 135 km/h en modo eléctrico y, gracias a una batería de 9,8 kW podrá realizar un máximo de 50 km/h sin emisiones, según protocolo de medición WLTP.

Esta distancia permitirá a la mayoría de los conductores circular en modo eléctrico en su día a día sin emitir gases contaminantes al mismo tiempo que el sistema de navegación permite reservar la carga eléctrica para la circulación en ciudad.

Por el momento no se ha comunicado el tiempo que requiere para cargar las baterías ni el consumo medio que tendrá de gasolina. Quedamos a la espera de que finalicen el proceso de homologación.

Adiós GT Line, hola R.S. Line

La segunda novedad principal es que la variante más deportiva del modelo cambia su denominación. Así, el acabado GT Line deja paso al R.S. Line algo que se puede ver desde el paquete deportivo R.S. Line que se suman a los ya conocidos Renault Megane R.S. y llegando al salvaje Renault Megane R.S. Trophy.

Los dos últimos comparten el motor 1.8 Turbo, el mismo del Alpine A110, que eleva su potencia hasta los 300 CV con un par máximo de 400 Nm si cuenta con cambio manual y 420 Nm junto al cambio automático EDC.

En el caso del Renault Megane R.S. dispone de chasis Sport 4Control con las cuatro ruedas directrices, mientras que el R.S. Monitor permite visualizar algunos parámetros del coche como si de un vehículo de competición se tratara.

Por su parte, el Renault Megane R.S. Trophy acerca al compacto a un vehículo de competición con un diferencial mecánico Torsen con deslizamiento limitado para mejorar la entrada en curva y la adherencia en la salida, mientras que endurece las suspensiones un 25 % en el eje delantero y un 30 % en el trasero.

Además, una barra estabilizadora aumente un 10 % la rigidez con respecto al Renault Megane R.S.

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