Con el Renault Espace TCe 225, Renault sorprende a todos. Equipa un motor Alpine de 225 CV desarrollado por Renault Sport. Ya está disponible desde 37.152 €.
Texto: J.Miguel Quintana
Hemos asistido en París al lanzamiento en Europa del nuevo Renault Espace 2017; una evolución del modelo de 2015, cuya novedad más importante radica en la incorporación del nuevo motor de gasolina TCe 225 EDC, desarrollado por Renault Sport.
Ese propulsor será el mismo con el que debutará el novísimo Renault Alpine A110, aunque potenciado hasta los 252 CV. En el caso del ligerísimo Alpine, la prioridad en el desarrollo del motor es la potencia a alto régimen, mientras que para el Renault Espace TCe 225, mucho más civilizado, lo deseable es el par a bajo régimen para un mayor placer de conducción.
En ambos casos, se trata de un 1.8 Turbo TCe de gasolina, con cuatro cilindros, que ofrece un par máximo de 300 Nm, asociado exclusivamente con una transmisión de doble embrague EDC7 de siete velocidades con la que homologa un consumo medio de 6,8 l/100 km.
Se beneficia también de asientos delanteros ventilados, de una opción de tapicería de cuero “Sable Grey”, portón trasero motorizado y una nueva iluminación interior con tecnología LED. También está presente la última versión del sistema de comunicación “R-Link 2” con nuevas funcionalidades conectadas como “Apple Car Play” y “Android Auto”, que permiten duplicar la vista del smarphone sobre la gran pantalla central.
El volumen del maletero oscila entre 614 y 2.035 litros en función de la disposición de los asientos. A los colores existentes añade uno nuevo “Titanium Grey” y dos nuevos diseños de llantas de 18 y 19 pulgadas.
Confort es la palabra que mejor define el comportamiento del Renault Espace TCe 225. El chasis no sufre ninguna transformación para acoger este motor. Realmente no había necesidad, ya que de origen combina magistralmente agilidad, dinamismo y confort. La amortiguación adaptativa absorbe, compensa y sujeta el coche de forma excepcional, mientras que el sistema de cuatro ruedas directrices refuerza sin ninguna duda la agilidad del vehículo en curvas cerradas y facilita las maniobras al aparcar.
Cuando el horizonte se despeja, los 300 Nm de par, que están disponibles desde solo 1.750 vueltas, responden con agilidad y comodidad a cualquier exigencia del pie derecho. Solo, acelerando a fondo sobre un firme irregular, el tren delantero tiene tendencia a flotar, copiando las irregularidades de la carretera, lo que se soluciona aflojando levemente la presión sobre el acelerador.
La caja de cambios automática de doble embrague, obligatoria para esta motorización, no es la mejor del mercado: Se comporta bastante bien a bajo y medio régimen y se vuelve algo más brusca al acelerar fondo. El manejo manual del selector no arregla las cosas, pues necesita un periodo de adaptación por parte del conductor para no equivocarse al subir o bajar de marchas o incluso para introducir la reversa al aparcar.
Los datos de consumo durante nuestra breve prueba en los alrededores de París están en consonancia con las buenas prestaciones anunciadas. Al final de una ruta de 90 kilómetros, el ordenador mostraba una media de 8,7 l/100 km, lo que no está mal.
Nos falta recordar que esta versión con motor de gasolina se suma a las conocidos turbodiésel dCi 130 y dCi 160 y llega asociada a los acabados “Zen” e “Initiale Paris”.
El Espace Executive se fabrica en dos etapas, el vehículo de base en la planta francesa de Douai y el equipamiento específico se monta en el centro de Heudebouville.
Renault Espace TCe 225 Zen | 37.152 € |
Renault Espace TCe 225 Initiale Paris | 44.747 € |
Renault Espace TCe 225 Executive | 74.747 € |