Continúa la guerra abierta contra los vehículos de combustión tradicionales. Michael Gove, el ministro de Medio Ambiente del Reino Unido ha anunciado que en Reino Unido estará prohibido vender coches de gasolina y diésel a partir del año 2040. Este sería el primer paso para prohibir que circulen por sus carreteras, una medida que tienen pensado implantar en 2050.
Con esta decisión pretenden alcanzar el compromiso del Gobierno, antes de las elecciones de junio, de que prácticamente la totalidad de coches y furgonetas tengan emisiones cero para 2050. Para ello, han optado por hacerlo de forma progresiva, primero prohibiendo la venta de los coches contaminantes en 2040 y, posteriormente, no permitiendo su circulación en 2050.
Después de que el Gobierno británico haya perdido varias sentencias contra grupos activistas por superar los niveles de contaminación, han lanzado este programa de propuestas con el fin de reducir las emisiones nocivas. Se une a otros países como Francia o las ciudades de Stuttgart y Munich, donde los combustibles tradicionales también tienen fecha de caducidad.
Este anuncio disminuirá, progresivamente, la venta de automóviles diésel. Se trata del segundo mayor mercado de Europa actualmente, pero si más países confirman este tipo de prohibiciones, podría bajar escalones rápidamente.
Además, también se producirán restricciones al tráfico en las carreteras más contaminadas. Para ello, ha destinado una partida presupuestaria de 200 millones de libras que servirá para hacer viable que algunos tipos de vehículo no puedan circular por toda la red de carreteras, especialmente los diésel, acusados de ser los grandes contaminadores sobre ruedas.