Reducir la mortalidad en carreteras, prioridad para todos los implicados

Los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) reflejan una difícil realidad. Y es que, tras conocer la información desvelada por el departamento que dirige Pere Navarro, no se puede mirar para otro lado. La verdad es que la mortalidad en accidentes de tráfico ha aumentado un 15% durante este verano respecto al mismo período de 2017. Y es algo a lo que se debe poner fin.

Tras conocer la cifra de 259 fallecidos en las carreteras españolas entre junio y agosto, desde la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) han expresado su opinión ante esta situación. Para Luis Montoro, Presidente de la organización y Catedrático de Seguridad Vial, se está viviendo un aumento constante desde hace cuatro años. Y hay que poner medidas ya, pues es un hecho intolerable.

La situación actual es preocupante

Por supuesto, desde la DGT se van a poner en marcha rápidas medidas. Por ejemplo, un aumento del número de agentes de la Guardia Civil encargados de vigilar las carreteras. También se está estudiando disminuir los límites de velocidad en ciertas vías o ampliar el número de radares que miran por el cumplimiento de las normas en lo que a km/h se refiere.

Desde FESVIAL apoyan estas medidas, pero solicitan que se incluyan otras nuevas. Así, piden una mayor inversión en prevención, con políticas y estrategias bien definidas e investigadas. Para la organización, no solo vale quedarse en el control policial y las sanciones. Sobre todo hay que reforzar conductas contra los factores de riesgo: distracciones (particularmente por uso del teléfono móvil), velocidad, alcohol, drogas, cinturón, casco y sistemas de retención infantiles.

Medidas contra la mortalidad en carreteras

Otras de las normas que piden es la de incluir a profesionales formados para dar clases de seguridad vial; algo que muchas otras voces opinan que debería estar presente en la educación como materia obligatoria. También proponen reformar el, según sus palabras, “obsoleto sistema de formación de conductores para obtener el permiso de conducir” para adaptarlo a la normativa europea. Además, apuestan por campañas de seguridad vial similares a las de los años noventa, que fueron muy efectivas.

La reforma del carné por puntos; una modificación (y endurecimiento) del Código Penal en materia de delitos de tráfico; un plan para la renovación del parque automovilístico español (uno de los más viejos de Europa); y un compromiso real de las autoridades a mejorar el mantenimiento y señalización de las vías también se encuentran entre sus propuestas.

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