La Dirección General de Tráfico tramitó el año pasado más de 4,6 millones de multas, un 10 % más que el ejercicio anterior (en 2018 fueron 4,2 millones), lo que se tradujo en una recaudación de 386 millones de euros. Así, lo ha explicado Pere Navarro director de la DGT en su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados ante la presentación de la propuesta de Presupuestos Generales del Estado. Y, de estas cifras, escapan las comunidades autónomas de Cataluña y País Vasco que tienen trasferidas las competencias.
No contentos con estas cifras, la DGT prevé la compra de 75 nuevos radares para el próximo año, que se sumarían a los 1.324 actuales, con lo que la cifra de cinemómetros rondaría las 1.400 unidades sumando fijos, móviles y de tramo. Además, plantea la compra de 28 drones, 20 para la vigilancia y 8 para la formación que se añadirían a los 11 con los que ya cuenta (solo tres de ellos pueden denunciar). Y ha planteado al congreso la necesidad de aumentar el número de cámaras de vigilancia de alta definición, actualmente hay 216, para vigilar el uso del teléfono móvil y del cinturón de seguridad principalmente.
A pesar de este aumento de la vigilancia, la DGT prevé una reducción en la recaudación de las multas para este año, lo que se notaría en los ingresos del Gobierno. Entienden que con el confinamiento que hubo en el primer semestre del año y las limitaciones a la movilidad que hay ahora a causa del Covid-19, será difícil superar la cifra lograda el año pasado. Sin embargo, entienden que podrían alcanzar los 355 millones euros en infracciones, solo un 8 % menos.
Analizando las cifras dadas por Pere Navarro se desprende que la DGT pone una media de 12.600 multas diarias o, lo que es lo mismo, 525 sanciones cada hora. El 68 % se pagan mediante la fórmula de prontopago, es decir, en los primeros 15 días tras la notificación y perdiendo el derecho a reclamar. El 43 % lo paga por internet, el mismo porcentaje que lo hace a través de una entidad bancaria. El resto, un 14 %, lo hace por correo postal.
En cuanto a las multas, la cuantía media pagada es de 84 euros (sumando las pagadas mediante prontopago, las que asumen la cuantía impuesta y las que llevan recargos por retrasos) y cada radar recaudó una media de 291.540 euros.
Aunque no todos los radares multaron igual. Según datos a los que ha tenido acceso Europa Press, el radar de la AP-7 situado en el kilómetro 478 en la provincia de Valencia, recaudó por sí mismo casi seis millones de euros mientras que el radar del tramo de los túneles del Guadarrama, en la provincia de Madrid, recaudó casi cinco millones de euros.
Pero no solo de radares e ingresos por multas habló el director de la DGT. También de los gastos que prevé para el próximo año. Así, espera contar con unos gastos de 822 millones de euros, lo que supone un aumento del 7,27 % con respecto al año actual (los presupuestos de 2020 son en realidad una prórroga de los de 2018).
En estos se incluye un aumento del 13,8 % en el gasto de personal a causa de la equiparación salarial de los agentes de Tráfico, un cuerpo que espera que aumentar en 108 agentes, y los examinadores del carné de conducir.
Además, espera incrementar en un 60 % la partida destinada a la rehabilitación, reforma y mejora de los edificios de tráfico, una infraestructura formada por 223 locales de la Agrupación de Tráfico y 63 de las jefaturas provinciales.