Durante el año 2017, fueron 1.830 los muertos en accidentes de tráfico. Los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) no mienten: la cifra va en aumento desde hace años. En 2016 fueron 1.160, mientras que en 2015 la cifra de víctimas quedó en 1.131. De todos ellos, el año pasado 1.013 perdieron la vida en carreteras convencionales en nuestro país.
Más de un millar de vidas perdidas sobre el asfalto por culpa de trágicos siniestros. Las distracciones al volante, el exceso de velocidad y el consumo de alcohol y drogas están detrás de la mayoría de estos accidentes. Todas ellas son conclusiones que acaba de hacer públicas un informe realizado por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial.
Más accidentes y más graves
En dicho informe se recoge que la mayor causa de muerte en la carretera durante el año pasado en nuestro país fueron las salidas de vía con un solo vehículo implicado (367 fallecidos). Se encuentra seguida de las colisiones frontales (285), las colisiones frontolaterales (149) y los atropellos (54). La mayoría de estos últimos, además, se produjeron de noche.
El informe también destaca que en España los accidentes de tráfico en carretera son cada vez más mortales. Así lo demuestra el índice de letalidad, que es el porcentaje de víctimas en accidentes que fallecen. Las cifras no mienten: ha aumentado un 13% entre 2013 y 2017, pasando de 2,4 a 2,7 fallecidos por cada cien víctimas. Este aumento ha sido de un 30% en las colisiones frontales y un 35% en las salidas de vía.
Autovías y autopistas, mucho más seguras
El informa también arroja una conclusión muy importante: las carreteras convencionales presentan un riesgo de fallecimiento en accidente de tráfico 3,6 veces superior al de las autopistas y autovías. Es decir, estas últimas vías tienen una menor tasa de mortalidad y, por tanto, es más seguro circular por ellas. Y eso a pesar de que la velocidad máxima permitida (120 km/h) es muy superior a la media a la que se puede circular en las vías interurbanas.