El radar fijo que más multa en la Comunidad de Madrid es el que está situado en el Paseo de la Castellana, concretamente en el número 300. Hablamos del dispositivo sancionador que está colocado a la altura del Hospital de la Paz.
En 2016, este radar realizó un total de 142.700 fotos a conductores que circulaban por encima del límite permitido (está fijado en 50 km/h). Si atendemos al margen de velocidad que hay que aplicar por Ley, todos estos expedientes sancionadores han llegado a los conductores que circulaban a 58 km/h o más, que es a la velocidad a la que “salta” el radar. Por tanto, la tolerancia es mayor de lo habitual (5 km/h en dispositivos fijos de la DGT).
Estas cifras revelan que el dispositivo sancionador habría multado a 390 coches cada día, según Automovilistas Europeos Asociados (AEA). De hecho, supera con creces la cifra del radar de velocidad de la Dirección General de Tráfico que más multa; situado en el kilómetro 417,5 de la A-4 (Córdoba) y con 80.582 expedientes registrados en 2016.
En este ránking de la provincia de Madrid, el siguiente cinemómetro fijo que más multa es el colocado a la entrada de los túneles de la M-30, en dirección al sur (junto a la Casa de Campo). En este caso, hablamos de 100.059 multas (ambos sentidos) durante el año pasado, en una zona limitada a 70 km/h.
En tercera posición y completando el podio, está el radar de poste de Santa María de la Cabeza, a la altura del número 115 y controlando una zona limitada a 50 km/h. El año pasado pilló a 81.396 vehículos circulando por encima de la velocidad permitida.
Son 26 radares fijos los que controlan que se respetan los límites de velocidad en Madrid y, entre todos ellos, han fotografiado a 820.987 coches. Se calcula que al menos un 23 por ciento de estas fotos se han anulado por errores varios, lo que significa que la multa final habría llegado aproximadamente a casi 641.000 usuarios.
Los meses de julio y diciembre fueron los que más sanciones acarrearon a los conductores, fechas que coinciden con los episodios de alta contaminación en la capital española, con reducción de la velocidad en la M-30 de 90 a 70 km/h.