El segundo informe sobre sistemas de retención infantil realizado por el RACE deja al descubierto cinco sillas que no aprueban los test. Una de ellas consigue además la calificación más baja: una estrella.
Como ya comienza a ser tradicional, el Real Automóvil Club de España (RACE) acaba de lanzar el segundo informe de este 2021 relacionado con la valoración y evaluación de los sistemas de retención infantil (SRI). En este segundo informe 2021 se han valorado y calificado un total de 27 sistemas de retención infantiles distintos, englobando todos los tamaños, en los que se ha evaluado su seguridad, la facilidad de uso, la ergonomía y la presencia de sustancias nocivas.
De todos los evaluados, 14 de los SRI objeto del ensayo obtuvieron la calificación de cuatro estrellas, mientras que otras ocho obtuvieron la calificación de tres estrellas. Estos SRI no solo superan claramente los requisitos legales, sino que los fabricantes han tenido en cuenta nuestros elevados estándares para ensayos de consumo a la hora de desarrollar sus productos.
En cambio, en el otro lado dela balanza han aparecido nada menos que cinco modelos con dos o menos estrellas. Cuatro de ellas consiguieron dos estrellas, son sillas infantiles convertibles desde el nacimiento hasta los 12 años; una etapa en la que normalmente se utilizan tres tipos diferentes de SRI. Obviamente, el desarrollo de este tipo de sillas estuvo sujeto a una serie de consideraciones que tienen un impacto negativo en la seguridad y el uso. Las cargas más elevadas de los maniquíes en los ensayos de impacto, el gran peso que dificulta la instalación y los diferentes tipos de instalación necesarios para un uso tan prolongado aumentan el riesgo de errores por parte de los usuarios, lo que en última instancia conlleva calificaciones inferiores a la media.
De entre todos ellos, el modelo Oreo 360 II de Osann no cumple los estrictos criterios sobre sustancias nocivas y, por tanto, su calificación global es de una estrella. La muestra tomada de la funda de la silla contenía ftalatos DPHP que pueden dañar la tiroides y la pituitaria.
Antes de comprar un SRI, los padres deben informarse sobre los productos disponibles. Los resultados de 2020 se pueden comparar directamente con las calificaciones actuales: todos los SRI que han obtenido calificaciones de bueno y satisfactorio desde 2015 continúan siendo recomendables.
No todos los SRI se adaptan con la misma facilidad a cualquier tipo de coche y las preferencias personales de padres y niños pueden ser diferentes. Por lo tanto, se recomienda evitar comprar un SRI a ciegas. Así, lo mejor es llevar el propio vehículo y al niño o niña cuando se vaya a adquirir un SRI y probar los modelos disponibles antes de comprarlo. Se debe tener en cuenta lo siguiente:
Tras la compra, se recomienda familiarizarse con el uso del SRI. Se deben consultar siempre los manuales, tanto del SRI como del coche. Una correcta instalación del SRI resulta fundamental para la protección del niño o niña en caso de accidente.