La siniestralidad en nuestras carreteras es el principal caballo de batalla de la DGT. El objetivo es reducir al máximo los accidentes en nuestras carreteras y los fallecimientos. En el último año lograron revertir la tendencia alcista para que volvieran a bajar. Sin embargo, hay un punto negro en esta estadística: los accidentes en ciudad. Entre 2013 y 2017, 2.360 personas fallecieron en vías urbanas (un 13 % más) y unas 24.000 resultaron heridas (+22 %).
Tal es la gravedad del asunto, que el número de siniestros en ciudad duplican a los que han tenido lugar en vías interurbanas: 65.000 frente a 37.000. Los más habituales son por alcance trasero o impacto lateral, y no revisten de excesiva gravedad, en situaciones de tráfico fluido o ante paradas obligatorias como cruces y entradas a glorietas, causados habitualmente por distracciones o por no respetar la distancia de seguridad.
Los heridos que suelen dejar estos accidentes no revisten especial gravedad aunque sí múltiples dolores musculares y óseos como esguinces cervicales (65 %), hernias discales (15 %) y esguinces de rodilla (10 %).
En cuanto a los daños en los vehículos, las partes más afectadas son la delantera y trasera, con golpes en los parachoques, abolladuras y daños en la pintura con una factura media de 1.200 euros.
Fundación Línea Directa ha elaborado un estudio en el que ha repasado los puntos de urbanos donde más accidentes se producen. Anota, son los siguientes: