El pasado Puente del Pilar se ha saldado con 13 fallecidos, dos menos que el año pasado aunque entonces la misma festividad contó con un día vacacional más. De los 13 fallecidos, 2 eran motoristas y 2 peatones, todos en 11 accidentes mortales. A estos hay que añadir que 3 personas resultaron heridas. El dato más alarmante, como si por sí mismo no lo fuera, está en que todas las víctimas se produjeron en carreteras secundarias, lo que deja entrever que algo falla en estas.
El dispositivo especial preparado por la DGT comenzó el pasado jueves a las 15:00 horas y se alargó hasta las 24:00 horas del domingo por lo que los datos no son definitivos porque el recuento de víctimas incluye a los que fallecen 24 horas después del accidente. El sábado fue la jornada con mayor número de víctimas mortales, con seis fallecidos. Analizando las cifras encontramos que el jueves no se produjo ningún fallecimiento, el viernes hubo tres muertes y un herido; y el domingo hubo pérdidas humanas y dos heridos.
La casualidad ha querido que la DGT dispusiera una campaña especial la semana pasada sobre control del uso del cinturón de seguridad con unos alarmantes resultados. Se controlaron 330.000 vehículos y se pusieron 3.183 denuncias. De ellos, se encontraron 189 menores sin el correspondiente sistema de retención infantil.
Esta campaña tiene una gran importancia pues, aunque en ocasiones creamos que solo se llevan a cabo para recaudar fondos, o nosotros nos creamos inmunes por realizar un trayecto corto, lo cierto es que de las 13 víctimas mortales de este Puente del Pilar, 4 no llevaban puesto el cinturón de seguridad.
En octubre, el número de víctimas asciende ya a 50 personas. Y desde que comenzó el año, se han registrado 942 fallecidos por los 949 que se habían producido el año pasado por estas fechas. De hecho, octubre de 2017 se situó como uno de los meses con mayor número de muertes en nuestras carreteras con 123.
El hecho de que en el Puente del Pilar todos los fallecidos se hayan producido en carreteras secundarias debería iniciar el debate sobre el mal estado de estas vías pues no son pocas las voces que alarman sobre la necesidad de nuevas inversiones en mantenimiento y reparaciones.