El primer motor tricilíndrico de la marca sueca aterriza en el pequeño SUV Volvo XC40 como un acceso a la gama que sobresale por refinamiento y prestaciones.
La avalancha de motores tricilíndricos, aquella moda que ahora parece haber perdido fuelle, pasó de largo la familia Volvo… hasta ahora. La firma nórdica, que hace unos pocos años eliminó de su catálogo cualquier arquitectura mecánica que superara los 2.0 litros, estrena un bloque 1.5 turbo, su primer tres cilindros, que se convierte en el acceso a la gama del Volvo XC40.
Y hablo de acceso porque es el más asequible, pero con 156 CV se postula como la alternativa más interesante de toda la gama del compacto todocamino.
Cada vez sorprende menos hablar de refinamiento en un motor de tres cilindros, pero es que Volvo ha ido un paso más allá. Es más, me aventuro a decir que no hay otro motor de similares características tan bien aislado en el mercado.
Dentro apenas se deja notar, ni por vibraciones ni por sonido, incluso cuando apuramos el cuentavuelltas. Demuestra un funcionamiento típico de tricilíndrico, es decir, un régimen medio muy lleno pero que se acaba pronto, aunque no se aprecia una falta notable de bajos ni una caída excesiva de empuje arriba.
Es, en definitiva, bastante lineal, además de impetuoso (salvo con carga, donde salen a relucir sus discretos 265 Nm de par máximo), sobre todo cuando conectamos el modo Sport, en el que la respuesta es más inmediata: como ocurre habitualmente con Volvo el modo más eficiente es suficiente para circular, pero capa en exceso las prestaciones. En todo caso ni el modo Eco evitará un gasto medio relativamente elevado.
El coche se mueve bien pero también gasta bien, en torno a 8 l/100, que no es excesivo para su peso (1.700 kilos) pero sí para un motor de tan poca cilindrada. Motor, por cierto, conectado a una caja de cambios manual de seis relaciones de funcionamiento correcto, aunque puede escogerse una automática de ocho. La tracción total no es, al menos por ahora, posible junto a este motor.
El tacto habitual de la firma sueca se traslada a este Volvo XC40. Aunque con matices. Es un vehículo tremendamente confortable que, por su escaso tamaño, se mueve mucho mejor y de forma más ágil que cualquiera de sus hermanos mayores.
Del mismo modo, tampoco obtiene su calidad de rodadura. Sí, el Volvo XC40 es cómodo pero esa sensación de aislamiento que proporcionan los Volvo XC60 y Volvo XC90, casi calcados en sensaciones, no está presente aquí.
Y una de las razones es que no puede equipar la suspensión neumática que sí está presente en los demás. En su lugar, opcionalmente propone una adaptativa Four-C que modifica su tarado según el modo de conducción escogido. Tampoco se me antoja necesaria, la de serie ya proporciona un buen equilibrio.
Lo que sí se traslada aquí de sus hermanos mayores es la calidad interior y, sobre todo, esa sensación de calidez que transmite cualquier modelo de la firma. El diseño es algo diferente, aunque mantiene ciertos elementos ya conocidos en Volvo.
Me refiero, en primer lugar, a un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, al que no se le saca todo el jugo que debería. Falta personalización y también un diseño más atractivo: el ordenador de a bordo es inexcusablemente complicado de entender.
Luego está el sistema multimedia Sensus de 9 pulgadas en formato vertical, una pantalla táctil de buen rendimiento y con multitud de aplicaciones, aunque con la pega de aglutinar casi todos los mandos, incluida la climatización.
Junto a todo ello, un avanzadísimo conjunto de ayudas a la conducción de última hornada, entre las que destaca el Pilot Assist, un sistema de conducción semi-autónoma capaz de controlar el coche en el carril sin apenas intervención del conductor.
Por lo demás, exhibe materiales de alta calidad, superficies mullidas y elementos poco habituales en el segmento como grandes molduras de madera que, de nuevo, alimentan las buenas sensaciones.
Esto nos traslada a una habitabilidad que se sitúa en la media del segmento de SUV compactos. No sobresale pero se desenvuelve muy bien. Por ejemplo, no lucir una sofisticada línea cupé da más espacio a las cabezas de la fila trasera, donde no falta el espacio en ninguna cota.
El maletero, por su lado, ofrece 460 litros de capacidad. No está mal, pero no es de los más capaces y peca de una altura de la boca de carga bastante elevada.
El Volvo XC40 en su variante mecánica T3, como modelo de acceso, parte de 32.650 euros sin descuentos, un precio muy comedido entre sus alternativas, aunque se echa en falta equipamiento de serie incluso en esta versión Inscription tope de gama.
Fotos: Paloma Soria
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 1.477 cm3 |
POTENCIA | 156 CV a 6.000 rpm |
PAR MÁXIMO | 265 Nm entre 1.850 y 3.850 rpm |
V. MÁXIMA | 200 km/h |
ACELERACIÓN | 9,4 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,3 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.425 / 1.863 / 1.652 mm |
NEUMÁTICOS | 235 / 55 R 18 |
PESO EN VACÍO | 1.775 kg |
MALETERO | 460 l |
PRECIO | 39.000 € |
GAMA DESDE | 32.650 € |
CUOTA RENTING | 727€/mes* |
LANZAMIENTO | Octubre de 2018 |
*Importe calculado sobre 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Frenada de emergencia automática; control de velocidad de crucero; asistente de mantenimiento de carril; control de descensos y arranque en pendiente; iluminación LED; sensores de luz y lluvia; selector de modos de conducción; sensores de parking traseros; climatizador automático; sistema multimedia Sensus con pantalla táctil de 9 pulgadas; Bluetooth; navegador; instrumentación digital de 12,3 pulgadas; retrovisor interior y exteriores antideslumbramiento automático; tapicería en cuero parcial; sistema de sonido High Performance y llantas de 18 pulgadas.
Opcional: Pintura metalizada Maple Brown (787 €); llantas de 20 pulgadas (914 €); paquete IntelliSafe Pro –incluye Pilot Assist, control de velocidad de crucero adaptativo, avisador de ángulo muerto y detección de tráfico trasero cruzado– (1.561 €); paq. Business Pro –incluye cargador inalámbrico para móvil y sistema de sonido Harman/Kardon– (799 €); paq. Xenium –incluye climatizador bizona, cristales traseros tintados y techo solar panorámico– (1.513 €); paquete Light –incluye faros Full LED y antinieblas delanteros– (920 €); asientos del conductor eléctrico y con memoria (545 €); cámaras 360º (998 €) y chasis adaptativo Four-C (847 €).