Que los SUV están de moda no nos lo tiene que decir nadie, solo hay que ver que se sitúan en los primeros puestos de las listas de ventas. Hay vida más allá. El comprador de un SUV no cumple, habitualmente, el perfil de un usuario que necesite prestaciones fuera de la carretera. Por eso ha nacido, y Volvo fue uno de los pioneros, el segmento de las berlinas familiares sobre elevadas. El nuevo Volvo V60 Cross Country que ponemos a prueba nos deja claro que están aquí para quedarse.
La receta para crear un “Cross Country” es bastante sencilla. Coge una berlina familiar (en el caso de Volvo parece que ni hace falta que sea familiar), eleva su altura libre al suelo y colócale protecciones plásticas en las zonas más expuestas. Es así de sencillo, nos dejamos de carrocerías más voluminosas y, teóricamente, menos eficientes. ¿Lo mejor de todo? Que puedes repetir la fórmula en prácticamente cualquier segmento.
En el caso del Volvo V60 Cross Country, se inscribe en el segmento de las berlinas grandes, con un competidor más que claro, el Audi A6 Allroad. La receta que ha usado Volvo es la que antes describía. Ha cogido un V60 y lo ha disfrazado, primero, con protecciones plásticas que recorren los bajos de la carrocería y los pasos de rueda.
No te imaginas cómo aumenta la rudeza del conjunto con este simple detalle. Más todavía cuando rueda 6,5 centímetros más alto del suelo que un V60 convencional. La explicación de por qué existen estos coches es incluso más racional que la de un SUV, que por cierto tiene también representante en la gama, el XC60. Son coches de carácter familiar para clientes más aventureros.
Es decir, el conductor que acude regularmente a zonas con terrenos complicados, como pueden ser pistas de esquí, a la montaña o a actividades al aire libre. Necesitan un coche de diario cómodo, pero también un vehículo con el que cargar con la familia y los bártulos de ocio de turno. Se amolda perfectamente a estas exigencias.
Pasar al interior del Volvo V60 Cross Country es hacerlo en el de cualquier V60. Es un diseño muy limpio y minimalista por formas, aunque la parte central del salpicadero queda algo desfasada si cogemos como referencia los nuevos estándares de diseño en los últimos lanzamientos. Hay una cantidad ingente de botones, incluyendo un teclado numérico o unos botones para cada modo y posición del sistema de climatización. Es algo complicado encontrar el botón correcto con falta de práctica.
El resto es de aspecto clásico, si obviamos un cuadro de mandos digital, tan de moda en las últimas incorporaciones al mercado. Es configurable según varios parámetros seleccionados, y permite una visualización rápida y sencilla. En la parte superior del salpicadero se instala la pantalla del sistema multimedia, de hasta 7 pulgadas. Se echa en falta un selector más intuitivo.
La calidad es la propia de Volvo, materiales de alta calidad como el cuero liso que cubre los asientos y el volante. Toda la parte superior del salpicadero es de material mullido, incluyendo zonas más bajas cercanas a la consola central. Lo mismo ocurre con las puertas, donde la parte inferior también es de estas características. La solidez queda contrastada cuando vemos que no hay grillos ni desajustes incluso circulando por zonas rotas.
La carrocería familiar del Volvo V60 garantiza el espacio para los 5 pasajeros, empezando por unos butacones delanteros amplios y con múltiples reglajes. Puede que la mayor pega en este aspecto sea que los reposacabezas son fijos, algo que podría molestar a los adultos de mayor talla. Atrás, las cotas son francamente buenas si hablamos de anchura y altura para la cabeza.
Dos ocupantes viajan sin problemas, pero tres será más ajustado. Por suerte el asiento no tiene formas incómodas, aunque el abultado túnel central puede plantear problemas. Los reposacabezas traseros, por ejemplo, se pueden abatir de forma automática pulsando un botón en la parte central, lo que mejora sustancialmente la visibilidad.
Los huecos portaobjetos no plantean problemas, aunque podrían tener un acceso más cómodo. Me explico. Tras la consola central del salpicadero hay un hueco donde colocar el móvil, la cartera o las llaves, pero queda oculto tras el túnel que forma la estructura.Por lo demás, hay dos posavasos con tapa en la parte central y un hueco con tapa con cierta profundidad que hace las funciones de apoyabrazos. Un apoyabrazos que desafortunadamente carece de regulación. En la parte trasera hay bolsas en los respaldos de los asientos.
El maletero no destaca en este Volvo V60 Cross Country. Cubica 430 litros, por lo que hay incluso compactos familiares con mucho mayor tamaño. Sin embargo, las formas son bastante aprovechables, no hay escalón con la boca de carga y, abatiendo los asientos de la segunda fila, obtenemos un suelo completamente plano.
La gama de motores Volvo se configura de una manera extraña, y es que con la misma potencia podemos encontrarnos con diferentes configuraciones de motor. Por ejemplo, el motor diésel más potente, el “D4”, ofrece los mismos 190 CV de potencia con un motor de 4 cilindros o de 5, según si equipa tracción delantera o total. Lo mismo ocurre con el cambio automático, de 6 u 8 relaciones, aunque siempre con convertidor de par.
El modelo que probamos es un “D4” con tracción total y cambio automático. Es decir, un bloque de 5 cilindros y 2,4 litros turbodiésel capaz de generar 190 CV de potencia y 420 Nm de par. Son 20 Nm de ventaja frente al modelo de 4 cilindros. Eso sí, este último es más moderno y ofrece, a priori, un rendimiento más refinado, amén de un consumo ligeramente menor, que puede ser justificado simplemente por el uso del sistema de tracción integral.
Por debajo queda un también interesante motor diésel “D3” con cuatro cilindros y 150 CV de potencia. Es una opción todavía más lógica y con un consumo menor. Sin embargo, es imposible configurarla con un sistema de tracción integral. La única opción en gasolina corre a cargo de una versión “T5”, una mecánica turbo de 245 CV de potencia.
Una vez en marcha demuestra claramente que se trata de un motor de 5 cilindros, pues su sonido es distinto. No es molesto ni demasiado intrusivo, aunque si echamos de menos un punto más de refinamiento, sobre todo comparado con el nuevo tetracilíndrico. No olvidemos que Volvo ha desechado ya las mecánicas de más de 2,0 litros y 4 cilindros.
Empuja con fuerza desde la parte baja, desde solo 1.600 vueltas ya ofrece un empuje certero, ayudado por una caja de cambios automática de 6 velocidades que suple cualquier carencia posible. Culpa tiene un resbalamiento notable. No es la más rápida ni la más suave, pero cumple a la perfección su cometido de facilitar el proceso al conductor. Es un comportamiento muy lineal el que define a esta mecánica, sin altibajos y sin sobresaltos, muy en la línea de lo que la marca pretende transmitir con sus productos, especialmente este, de carácter familiar.
El consumo medio homologado es de 5,7 l/100 km, que queda algo lejos del obtenido en condiciones habituales de conducción, lo que ocurre con la mayor parte del mercado. Podemos movernos perfectamente en consumos de unos 6,6 l/100 km, que no está nada mal teniendo en cuenta los 190 CV de potencia y el lastre de la tracción total. El Start/Stop, eso sí, podría ser algo más refinado, pues se para a muy pocos kilómetros por hora. Sería más interesante que lo hiciera a menos de 15 km/h, por ejemplo, o ya completamente parado.
El Volvo V60 se configura como un familiar cómodo y rutero, un carácter que no ha perdido el “Cross Country”. La suspensión tiene un tarado blando que favorece la comodidad en detrimento de un comportamiento deportivo en curva. No obstante, la configuración imprime mucha seguridad, lo que implica confianza en todo tipo de vías. El confort está garantizado también gracias a un aislamiento acústico excelente.
Resulta curioso que el coche consigue transmitir bastante a las manos del conductor. Por ejemplo, la asistencia de la dirección no es excesiva, involucrando más al conductor, al menos en apariencia. En todo caso, el comportamiento dinámico queda lejano de lo que conocemos como deportivo, y es todo un acierto. Haber dotado de aires deportivos un coche con aspiraciones camperas hubiera sido todo un error.
Precisamente su valor diferencial es la capacidad de circular por terrenos algo más complicados que un vehículo convencional, como bien podría ser un V60 a secas. Es evidente que su razón de ser responde más a criterios de imagen, por eso ofrece versiones de tracción simple, pero Volvo no ha olvidado mejorar sus capacidades en orden de crear un coche todavía más polivalente. La altura libre al suelo es de 20,1 cm, mucho más que cualquier rival y mucho más que buena parte de los SUV que actualmente se venden. Son unos 2 centímetros menos que el XC60.
La ventaja reside en unas suspensiones de tarado blando que filtran perfectamente las imperfecciones del terreno, pero también en un sistema de tracción total que permite avanzar en terrenos complicados. Ojo, porque no monta unos neumáticos de campo. Puede, de todos modos, que el terreno en el que mejor se sienta este “Cross Country” sean las estaciones de esquí o los lugares más fríos de la geografía, donde las constantes nevadas o las vías en mal estado sean una constante.
El Volvo V60 Cross Country se suma a un segmento muy competido en el que cada vez más marcas militan. Son numerosas las que proponen un vehículo familiar con estética campera, pero Volvo no se queda ahí. Cierto es que la utilización tipo no va a suponer un gran reto en caminos o vías sin asfaltar, pero la marca sueca ha previsto, o parece haber previsto, que el cliente va a someter el coche a las más duras condiciones. Por eso, su altura libre al suelo y su configuración le permiten estar un paso más allá de sus competidores.
Aunque Volvo no es nueva en este tipo de coche, ha demostrado que para ella cubre un espectro de clientes lo suficientemente amplio como para seguir confiando. Es más, se ha atrevido con un S60 Cross Country que, por infortunio, no goza del éxito esperado. La calidad, el equipamiento y la garantía de la máxima seguridad Volvo completan un círculo que define a uno de los coches más polivalentes y completos del mercado.
Ficha técnica Volvo V60 Cross Country D4 190 CV AWD Aut. | |
Tipo de motor | Diésel, 5 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 2.401 cm3 |
Potencia | 190 CV a 4.000 rpm |
Par máximo | 420 Nm a 1.500-3.000 rpm |
V. máxima | 205 km/h |
Aceleración | 8,9 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 5,7 l/100 km (mixto) |
Medidas | 4.638 / 1.899 / 1.545 mm |
Neumáticos | 215 / 65 R 16 |
Peso en vacío | – |
Maletero | 430 l |
Precio base | 43.570 € |
Lanzamiento | 2015 |
DE SERIE: Airbag frontal de conductor y pasajero, de cabeza delanteros y traseros, laterales delanteros y traseros, asistente de arranque en pendiente, limitador de velocidad, control de descenso en pendientes, sensores de parking traseros, frenado automático de emergencia en ciudad “City Safety”, luz diurna de tipo LED, retrovisor interior con antideslumbramiento automático, asiento del conductor con ajuste eléctrico y memoria, climatizador de dos zonas, sensores de luz y lluvia, cuadro de mandos digital, tapicería de cuero parcial, barras de techo, conexión Bluetooth para teléfono móvil, pantalla central de 5 pulgadas, Radio CD con MP3, 8 altavoces, llantas de 18 pulgadas.
OPCIONAL: Advertencia de cambio involuntario de carril, control de alerta del conductor, pack “Intellisafe Pro”, “Volvo On Call”, pack “Xenium”, pack “Family”, pack “Security,” pack “Light”, pack “Versatility”, iluminación de Xenón activa, avisador de presencia en punto ciego, control de crucero adaptativo, levas de cambio en el volante, reposacabezas traseros abatibles eléctricamente, asientos calefactados, techo solar, brújula digital, tapicería de cuero, volante calefactado, “Sensus Connect”, pantalla de 7 pulgadas, audi Premium Harman Kardon, navegador, llantas de 19 pulgadas.
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