La marca japonesa se sube al carro de los 3 cilindros para rebajar las cifras de consumo y emisiones del renovado Suzuki Vitara en una propuesta que cumple lo que promete. Suzuki apunta alto y lo hace cargada de argumentos. Hace años que el nuestro protagonista dejó de ser un todoterreno tosco para convertirse en una alternativa SUV más en el mercado.
Esta generación, aparecida en 2015, recibió el pasado otoño una puesta al día, tanto interior como exterior, al tiempo que prescinde de las mecánicas diésel, centrado su gama en dos propulsores de gasolina. El primero de ellos, objeto de la prueba, es un tricilindrico de un litro de cilindrada que rinde 111 CV. Está asociado a un cambio manual de cinco relaciones. Y cuenta con tracción total. Por encima de esta mecánica, encontraríamos otra de 4 cilindros, 1,4 litros y 140 CV.
Lo primero que hay que reconocerle a Suzuki es que ha sabido articular una propuesta que gusta y llama la atención, algo imprescindible en un segmento tan competido como el de los SUV pequeños. En el caso de nuestra unidad, monta la combinación de pintura metalizada bitono, que se paga aparte (727 €) y que es el único elemento que no incluye de serie este acabado GLE.
En el interior, los acabados y materiales aprueban con nota y todos los elementos están distribuidos de forma inteligente, con buenos huecos portaobjetos, climatización analógica, puerto USB y 12v… El equipo de infotaiment cumple, con un manejo correcto, buena resolución y unos menús bastante intuitivos.
Lo que resulta imperdonable es el manejo de las diferentes pantallas del ordenador de a bordo. El pulsador en el cuadro nos retrotrae al siglo pasado. Por lo demás, la información que ofrece es correcta y bastante completa. Además, no faltan los últimos sistemas en materia de seguridad activa.
Los asientos delanteros tienen un mullido muy blando y no ofrecen una sujeción lateral destacable. Pero son fundamentalmente cómodos. Si pasamos a la fila trasera, esta puede acoger a tres adultos con cierta solvencia, con una excelente cota en altura y un túnel central cuyo reducido tamaño ayuda decisivamente al confort. Llama la atención que los pasajeros traseros no dispongan de entradas USB y 12v o climatización.
El maletero cuenta con una zona de carga plana, con dos huecos a los lados y una capacidad total de 375 litros. Se sitúa en la media de la categoría, muy similar a la que ofrece el Renault Captur, por ejemplo.
Una vez en marcha, el Suzuki Vitara sorprende por sus buenas maneras y su andar alegre. En parte es debido a que su peso no llega a los 1.200 kilos. Así, este motor de 111 CV le sienta como un guante. El manejo del cambio también convence, con inserciones precisas.
La posición de conducción es bastante alta, lo que favorece la visibilidad, aunque dicha altura le perjudique en curva, donde se hacen patentes las inercias.
Se nota que se ha buscado un compromiso en una suspensión que tira a blanda y que consiente ciertas veleidades también fuera de carretera, conservando parte del espíritu del Suzuki Vitara original. De esta forma, el sistema de tracción 4WD Allgrip nos permite optar por varios modos de conducción, empezando por la posición Auto, que será la que usemos normalmente y que se centra en la reducción del consumo; otra Sport, donde el motor da lo mejor de sí; y una Snow, ideal para terrenos de baja adherencia.
Además, para los más atrevidos, cuenta incluso con bloqueo del diferencial. No obstante, y aunque sus cualidades off-road están un punto por encima de la media, no estamos ante un todoterreno puro.
Volviendo a la carretera, no hemos logrado copiar las cifras de consumo que anuncia Suzuki, gastando hasta 0,5 litros por encima, en el entorno de los 6,2 litros a los 100 kilómetros.
Este Suzuki Vitara GLE apenas deja nada para la lista de opciones, lo que acaba por traducirse en una factura final cara, pues su precio se sitúa por encima de 21.240 euros, por encima de rivales como el Peugeot 2008 con un motor similar. No obstante, Suzuki está ofreciendo algunos descuentos que dejan la factura final en 19.735 €, una cifra mucho más competitiva.
Fotos: Paloma Soria
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 998 cm3 |
POTENCIA | 111 CV a 5.500 rpm |
PAR MÁXIMO | 170 Nm entre 2.000 y 3.500 rpm |
V. MÁXIMA | 180 km/h |
ACELERACIÓN | 12 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 5,7 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.175 / 1.775 / 1.610 mm |
NEUMÁTICOS | 215/55 R17 |
PESO EN VACÍO | 1.155 kg |
MALETERO | 375 l |
PRECIO | 21.240 € |
GAMA DESDE | 17.240 € |
CUOTA RENTING | 576 €/mes |
LANZAMIENTO | Octubre de 2018 |
De serie: Airbag de rodilla para conductor; frontal del pasajero desconectable; de cabeza delanteros y traseros; laterales delanteros; 4 modos de conducción; alarma de cambio involuntario de carril; asistente de cambio involuntario de carril; control de retención en pendientes; control predictivo de frenada; ordenador de viaje; control de tracción; alerta de tráfico posterior; control de velocidad adaptativo; control y limitador de velocidad; cámara de visión trasera; detección de fatiga del conductor; detector de vehículos en ángulo muerto; luz diurna LED; reconocimiento de señales de tráfico; mandos multifunción en volante; tracción 4WD ALLGRIP; aire acondicionado; cierre centralizado; climatizador; elevalunas eléctricos; función auto Start-Stop; mando de apertura a distancia; retrovisores exteriores con ajuste eléctrico; maletero con iluminación; rieles en techo plateados; llantas de aleación de 43 cm (215/55 R17); conexión Bluetooth para teléfono móvil; pantalla táctil LCD color de 10,7 cm; puerto USB y control de descenso de pendientes.
Equipamiento opcional: Pinturas metalizada (416 €) y pinturas metalizada bitono (727 €).