Probamos el Kia Stinger, declaración de intenciones

Nos ponemos a los manos del Kia Stinger 2.0 T-GDI 245 CV 8AT con el que la firma asiática entra en otra dimensión.

Con el Kia Stinger, el fabricante coreano ha demostrado ser capaz de rivalizar con fabricantes otrora para él , a partir de un producto de calidad y filosofía dinámica. En esta prueba lo constatamos ya desde su versión de gasolina más accesible.

El año pasado (el primero en ciclo completo) la firma surcoreana matriculó en España 123 Kia Stinger que, a efectos prácticos, son 123 unidades más de las que hubiera vendido hace una década. El Kia Stinger no es, queda claro, un modelo de volumen, pero simboliza imagen, poderío, estatus… Una declaración de intenciones que demuestra que la marca puede fabricar vehículos prácticos y funcionales pero también berlinas premium con tintes deportivos que no temen rivalizar con los ‘pata negra’ de la categoría, tipo Audi A5 Sportback, BMW Serie 4 Gran Coupé, Volkswagen  Arteon y  Peugeot 508.

Menudo arranque

La versión fetiche del Kia Stinger es el GT de gasolina con su V6 biturbo de 366 CV. Pese a ello, las ventas muestran la paridad de esta con el diésel 2.2 CRDi. Sí, a la mayoría le gustaría optar por el tope de gama, pero a la hora de la verdad, sus 51.162 € (ya con descuentos) y/o tener que ‘alimentar’ un motor que traga bastante combustible no le hacen tan deseable.

Ahí entra en juego el diésel, tanto por precio (desde 35.400 €) como por consumo. Sin embargo, viendo lo demonizado que está el gasóleo, la elección parece conducir al protagonista de estas líneas. Se trata del motor de gasolina de acceso 2.0 T-GDI de 245 CV, enérgico para tratarse de una versión de entrada, aunque como decimos el Kia Stinger está hecho de otra pasta.

Otro concepto

Esto se nota, en primer lugar, al dejarnos caer en unos asientos bien hechos y colocados cerca del suelo. Son confortables y su amplia regulación permite visualizar casi cualquier ángulo con facilidad. El puesto de conducción denota calidad, con materiales nobles y ajustes perfectos. Solo el excesivo número de comandos analógicos abrumará al principio, sensación que se esfuma al dar con el principal botón: el de arranque.

Al pulsarlo, el 2.0 T-GDI se despereza sin sobresaltos, de manera silenciosa incluso. En cambio, bastan un par de acelerones para comprobar que, más allá de sus 245 CV, un abultado par límite de 353 Nm, desde solo 1.400 rpm (se mantiene constante hasta 4.000 vueltas) lo empuja con decisión.

Gestionado todo de manera más que correcta por una transmisión automática de ocho relaciones mediante convertidor de par y fabricación propia, el Kia Stinger 2.0 T-GDI posee una notable capacidad de aceleración en todas sus marchas, ofreciendo un movimiento progresivo y contundente en el rango medio de revoluciones. Ahí van un par de datos: seis segundos en el paso de 0 a 100 km/h y solo 4,4 para pasar de 80 a 120 km/h, como al adelantar.

Dibuja una sonrisa

El hecho es que aun sin ser el motor o la versión top, este Kia Stinger 2.0 T-GDI no es, ni mucho menos, aburrido de conducir. En ciertas circunstancias podemos echar en falta una función autoblocante para el eje trasero (como en el GT), que es el de propulsión y que aportaría un extra de estabilidad en curva abriendo gas, pero el coche es noble y dosificable en todo momento.

Incluso con el modo Sport+ activado, donde además de variar la respuesta de motor, transmisión, dirección y amortiguadores deja el control de estabilidad en posición latente para juguetear con la zaga. En suma, es un vehículo fácil de llevar.

Es más, llama la atención su agilidad, más aún si valoramos su tamaño (4,83 metros de longitud) y peso (1.711 kilos nuestra unidad). No obstante, el efectivo trabajo realizado en la puesta a punto del chasis (suspensiones independientes en los dos ejes, dirección y frenos, potentes y dosificables) consiguen un conjunto muy preciso con el que es sencillo (y divertido) rodar rápido.

Gasto sensible

Pero cuidado, pues cuanto más generosos seamos con el acelerador más lo acabaremos pagando… en gasolina. Los 7,9 l/100 km que homologa calzado sobre llantas de 18 pulgadas (8,3 litros con las nuestras de 19) quedarán lejos a poco que abusemos. Por el contrario, yendo a ritmo sostenido dentro del límite legal es fácil acercarse al dato oficial; de hecho, nosotros hemos medido 7,8 l/100 km.

Otra de las ventajas de este motor es que permite acceder al acabado básico de la gama, conocido como Style. Y merece la pena, pues por 35.704 euros (descuentos incluidos) nos llevamos un Kia Stinger con casi todo lo necesario.

Por otra parte, por 3.750 euros adicionales podemos ampliar la dotación accediendo al nivel intermedio Xtreme, mientras que a buen seguro los más inconformistas no tendrán inconveniente en desembolsar los aproximadamente 10.000 euros que les separan de nuestra llamativa versión GT Line para sentirse como si estuvieran a los mandos de todo un Stinger GT.

Cuestión de gustos y poder adquisitivo.

Texto: Karam el Shenawy // Fotos: Paloma Soria

Ficha técnica Kia Stinger 2.0 T-GDI 245 CV 8AT

TIPO DE MOTORGasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado
CILINDRADA1.998 cm3
POTENCIA245 CV a 6.200 rpm
PAR MÁXIMO353 Nm entre 1.400 y 4.000 rpm
V. MÁXIMA240 km/h
ACELERACIÓN6,0 s (0 a 100 km/h)
CONSUMO8,3 l/100 km (mixto)
MEDIDAS4.830 / 1.870 / 1.400 mm
NEUMÁTICOS225 / 40 R 19 (del,), 255/35 R19 (det.)
PESO EN VACÍO1.717 kg
MALETERO406-1.114 l
PRECIO47.569 €
GAMA DESDE37.760 €
CUOTA RENTING701 €/mes*
LANZAMIENTOOctubre 2017

*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales

Equipamiento Kia Stinger 2.0 T-GDI 245 CV 8AT

De serie: Freno de estacionamiento eléctrico; llantas de 18 pulgadas; siete airbags; sistema de monitorización de la presión de los neumáticos; control de velocidad de crucero adaptativo; sistema activo de alerta por cambio de carril; reconocimiento de señales de tráfico; asistente de frenada de emergencia; asistente de luces de carretera; retrovisor interior autocrómico; tapicería en piel sintética; dirección asistida eléctrica; climatizador automático bizona; asiento del conductor eléctrico; sensores de lluvia y luces; acceso y arranque sin llave; sensores de aparcamiento traseros; detector de presencia en los ángulos muertos; alerta por tráfico cruzado trasero; pantalla de 7” para el panel de instrumentos; techo solar panorámico; faros LED direccionales; navegador con pantalla central de 8”; cámara de visión 360º; sistema de sonido Harman/Kardon; pedales deportivos; asientos delanteros, traseros y volante calefactables; Head-up display y cargador inalámbrico Qi.

Opcional: No tiene

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