La moda obliga: SsangYong Tivoli

El SsangYong Tivoli es un atractivo todocamino de perfil urbano que inaugura una nueva etapa en la firma surcoreana, si hablamos de aspectos como la calidad, la dinámica de conducción o la eficiencia. Todo, con un precio muy ajustado.

Texto: Gregorio Arroyo

La “nueva” SsangYong se ha puesto en marcha y el Tivoli es su primer representante. Con el apoyo financiero de Mahindra, este coqueto modelo de 4,20 metros de longitud ha sido desarrollado partiendo de cero, con la idea de aterrizar en el segmento de moda: el de los todocaminos de corte urbano.

Dos ejes traseros diferentes
Respecto a vehículos anteriores, este modelo ha dado un gran salto cualitativo en materia de calidad y dinámica de conducción. Estrena una plataforma más avanzada, que dará “vida” a futuros creaciones, mientras que el chasis varía en función del sistema de tracción elegido: si es tracción delantera, la suspensión recurre a un eje de torsión, mientras que si es total, se sustituye por un esquema multibrazo.

La tracción total se gestiona por medio de un embrague de tipo Haldex y añade una función de bloqueo, que permite afrontar algún reto fuera del asfalto. Sin embargo, la altura respecto al suelo es limitada, 16,7 centímetros, y el ángulo de ataque modesto, 20,5 grados. Por su parte, la dirección eléctrica contempla la función “Smart Steer”, que ofrece tres niveles de asistencia: “Normal”, “Comfort” y “Sport”.

Igualdad mecánica
El Tivoli se comercializa con dos propulsores, uno de gasolina y otro turbodiésel, ambos con idéntica cilindrada. El primero, llamado G16, cuenta con 1,6 litros y aspiración atmosférica. Declara 128 CV de potencia y solo está disponible con tracción delantera, asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades.

Respecto al de ciclo diésel, con 1,6 litros y 115 CV, añade la tracción total y la posibilidad de disfrutar de una transmisión automática con convertidor de par, de seis relaciones, desarrollada por Aisin. Por cierto, el sistema de parada y arranque automáticos del motor “ISG” solo se monta en el diésel manual 4×4, para quedar exento del pago del impuesto de matriculación.

Por su parte, en el habitáculo también se aprecia mejoría. Es agradable, está bien rematado y es más amplio que el de la inmensa mayoría de sus rivales directos, sobre todo, en las plazas traseras. Algo similar ocurre en el maletero, ya que dispone de 423 litros de capacidad, un volumen realmente generoso. Eso sí, en el caso de montar tracción total, la rueda de repuesto se sustituye por un kit reparapinchazos.

Primeras sensaciones
En nuestra toma de contacto, llevada a cabo por los alrededores de Roma, solo estaba disponible la variante de gasolina, que se posiciona como la de menor demanda en nuestro mercado. En cualquier caso, nos gustó el tacto general de la dirección y del cambio, pero el propulsor atmosférico exige elevar el régimen de giro para extraer el mejor rendimiento. A bajas revoluciones, los largos desarrollos del cambio le pasan factura y le cuesta reaccionar, aunque pisemos con ganas el acelerador.

También nos sorprendieron los firmes tarados que presenta la suspensión, un arma de doble filo, puesto que gana puntos dinámicamente, pero penaliza en confort si, como sucedió en nuestro caso, el asfalto está demasiado deteriorado.

Por último, nos queda indicar que el SsangYong Tivoli se comercializa con tres niveles de acabado y una relación precio-equipamiento muy atractiva. A fin de cuentas, las tarifas oficiales, sin contar promociones, oscilan entre los 15.900 € del G16 4×2 Line y los 25.500 del D16T 4×4 Limited, unido al cambio automático.