La cuarta generación del SsangYong Rexton ya está en el mercado, un SUV de gran tamaño que, precisamente, mantiene los atributos de los clásicos todoterrenos, sin olvidar la tecnología, la seguridad, el confort y su interesante precio de partida. Te contamos cómo va en esta prueba del SsangYong Rexton 2018.
Estamos de acuerdo, el Rexton no muestra el diseño más europeo del mercado, pero se acerca. Al menos en lo que a cuidado por el detalle se refiere. Fíjate en su parrilla, en sus enormes pilotos traseros o sus marcados pasos de rueda, poco comunes en un segmento como este.
Ha ganado tamaño, supera los 4,8 metros de largo. Es también más ancho pero, a su vez, más bajo. ¿Qué significa? Pues que el impacto visual está mucho mejor conseguido. Voy a olvidar mencionar aquello de “diseño deportivo”, pues el Rexton se centra en otras áreas.
Es más todoterreno: ofrece 224 mm de altura libre al suelo, 20 grados de entrada y ventral y 22 grados de ángulo de salida. Además, todas las partes bajas van cubiertas por plásticos de protección y, en España, ofrece llantas de 17 y 18 pulgadas.
Una vez dentro, el nuevo SsangYong Rexton demuestra su carácter familiar. Ofrece versiones de 5 y 7 plazas, con un maletero de 641 litros con dos filas de asientos (y 235 litros con tres). El cierre del portón es, además, de accionamiento eléctrico. También hay un doble fondo muy capaz que, por contra, eleva la altura del piso de forma algo incómoda.
Por cierto, la entrada a la tercera fila es algo engorrosa, pues hay que plegar los asientos. Sin embargo, las dos plazas de la última fila son bastante grandes y solo pecan de poco espacio para las piernas (las rodillas deben ir muy flexionadas). La segunda fila disfruta de respaldos reclinables hasta 17º, una barbaridad, y buenas cotas en altura, anchura y espacio para las piernas (la batalla gana 3 cm).
Hablando de calidades, el salto cualitativo que ha experimentado el SsangYong Rexton es notable. Muy notable. El salpicadero es de diseño más bien simple, pero muy sólido y con buena cantidad de material mullido, igual que la parte superior de las puertas. Que SsangYong haya apostado por un recubrimiento de cuero e incluso de madera causa una muy buena impresión.
El nuevo Rexton ha sido probado en las condiciones más extremas: pincha aquí si no te lo crees
Además, ha cuidado el apartado multimedia, pues estrena una pantalla táctil de 8 pulgadas bien situada y de manejo sencillo… con una particularidad: jamás ofrecerá navegador. Ni en opción. En su lugar, apuesta por los protocolos Apple CarPlay y Android Auto, una decisión que cada vez más fabricantes toman.
Frente a nosotros, un cuadro de mandos en apariencia sencilla, pero que esconde una pantalla digital de 7 pulgadas. Allí exhibe la información del ordenador de a bordo o datos de combustible, temperatura y velocidad. La tipografía es agradable y muestra una gran cantidad de datos. ¡Y no es complicada de manejar!
No, no hay más que un motor para mover el SsangYong Rexton, que en realidad es una evolución del conocido 2.2 diésel ya presente en otros modelos. Gana potencia, alcanza los 181 CV, y también par, hasta 400 Nm con cambio manual y 420 Nm con caja automática.
El bloque funciona con suavidad y un sorprendente refinamiento en conducción tranquila y es algo ruidoso cuando eleva su régimen. Se trata de algo destacable, pues la caja automática de convertidor de par (desarrollada por Mercedes-Benz) estira mucho el motor, tal vez más de la cuenta. Ahora bien, su funcionamiento prima completamente el confort y la suavidad.
Las prestaciones son humildes, pero el bloque mueve bien el conjunto para marchar a la velocidad del tráfico, a cambio de un consumo que ronda los 9 l/100 km. ¿Elevado? Bueno, no olvidemos la envergadura del coche, sus siete plazas y que probamos las unidades con tracción a las cuatro ruedas (hay versiones de tracción simple).
Este sistema permite un completo control de la tracción, pues podemos seleccionar a través de una ruleta el modo de tracción trasera, bloqueo de tracción total y reductora. Sí, el Rexton dispone de reductora. Y de control de descensos.
El Rexton 2018 se queda un poco entre dos mundos. Por un lado dispone de reductora, algo muy raro en el mundo SUV y un elemento del que cada vez más marcas y modelos prescinden. ¿Lo hace esto un todoterreno?
No del todo, pues la puesta a punto del chasis no es tan tosca como en aquellos. Ojo, que SsangYong ha desarrollado un conjunto de chasis de largueros y travesaños de esquema clásico. Olvídate de un monocasco. Sin embargo, el uso de aceros de ultra alta resistencia, dicen, les ha permitido lograr una rigidez similar a la de vehículos con chasis monocasco.
En la práctica es un vehículo de manejo fácil y suave, que se presta poco a una conducción deportiva. Es, por tanto, muy cómodo y rutero, filtra muy bien las irregularidades, tanto como la información que llega a las manos del conductor, muy limitada. En otras palabras, no ha sido diseñado para disfrutar en tramos de curvas, pero imprime la suficiente confianza para no temerlos.
Por contra, no falla fuera del asfalto. Su suspensión tirando a blanda aquí controla bien las irregularidades. Además, su posición de conducción elevada, su altura libre y la reductora facilitan las cosas cuando el camino se pone complicado.
Hicimos una pequeña ruta todoterreno (no muy complicada, pero sí extremadamente embarrada) y el coche respondió con garbo y soltura.
El Rexton ofrece tres acabados: Line, Premium y Limited, de menos a más equipado. Aunque la marca advierte que los acabados medio y superior son los más demandados, el más asequible ya dispone de un gran equipamiento de serie. Es, por cierto, el único con 5 plazas.
Llega con llantas de 17 pulgadas, aire acondicionado, control de velocidad de crucero, asistentes de seguridad SASS, sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas con Android Auto y Apple CarPlay… Muy completo. Las versiones más equipadas vienen, entre otras cosas, con tapicería de cuero, asientos delanteros calefactables y ventilados, traseros calefactables…
Es importante conocer que la versión de acceso Line solo se asocia al cambio manual y la tracción delantera, mientras que desde el acabado Premium ya se puede optar por la tracción total. Los más completos solo admiten cambio automático, aunque dejan la opción de un cambio manual.
La gama ya está disponible para su compra; el precio del SsangYong Rexton 2018 arranca en 27.500 €. Llega con un descuento de 2.000 € para todas las versiones. Se trata de una alternativa muy económica (sobre todo a tenor de su equipamiento de serie), que puede alcanzar los 44.900 € en su declinación más equipada.
Motor térmico | Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 2.157 cc |
Potencia | 181 CV a 4.000 rpm |
Par | 400 Nm entre 1.400 y 2.800 rpm |
Velocidad máxima | 185 km/h |
Aceleración | N.D. (0 a 100 km/h) |
Consumo | 7,6 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.850 / 1.960/ 1.825 mm |
Neumáticos | 235 / 70 R17 |
Peso en vacío | 1.995 kg |
Maletero | 641 l |
Precio base | 39.200 euros |