Cualquier aficionado a los coches conoce de sobra la principal virtud de toda la gama Skoda, el apartado práctico. Como bien sabes, cada nueva creación de la marca checa marca la referencia en este ámbito, gracias a una habitabilidad y a un volumen del maletero fuera del alcance de los contrincantes. Pero, con el Spaceback Monte Carlo, no nos toca insistir mucho en este punto útil, sino en algo, a priori, más motivante… sobre todo para aquellos a los que nos emociona conducir. Comenzamos la prueba de un compacto aderezado con sal y pimienta.
El nombre del acabado ya posee tintes “racing” y, si echamos un primer vistazo al vehículo desde fuera, tenemos la certeza de que estamos ante algo diferente. ¿Quién puede decir ahora que los Skoda, exceptuando el Octavia RS, no tienen alma deportiva? Así es, la familia “Monte Carlo” supone una inteligente labor de marketing, para acercar los modelos checos a un cliente más joven y con ganas de lucir “buga”.
La labor de personalización “racing” también se muestra con claridad en el habitáculo. El principal cambio reside en los asientos deportivos, con sujeciones laterales más acusadas, reposacabezas integrado y tapizados en colores negro, gris y rojo. Se regulan en altura y, opcionalmente, pueden ser calefactables, ofreciendo dos niveles de intensidad. Otra incorporación “marca de la casa” es el volante deportivo de tres radios con pespuntes de color rojo, costuras que también se aplican en la palanca de cambios y en el freno de estacionamiento. Completan el cojunto una moldura en el salpicadero que imita la fibra de carbono y los pedales de aluminio.
Hemos de confesar que, antes de probarlo, pensábamos que se iba a mostrar algo perezoso, como sucedía con la versión de 110 CV en otros modelos del Grupo VAG. Nada más lejos de la realidad. El bloque muestra un buen rendimiento en un rango de revoluciones muy amplio, desde las 1.500 vueltas, régimen en el que ya están disponibles los 250 Nm de par máximo. En la práctica, esta cualidad se traduce en un empuje convincente al subir de marchas, y eso que el cambio manual es de 5 velocidades, algo inusual para la potencia disponible. El inteligente escalonamiento de los desarrollos consigue que el coche no sufra vacíos de fuerza en el paso de marchas, a pesar de llevarlos más abiertos que los de una caja de 6 relaciones.
Otro dato destacable es que la potencia máxima la logra a tan solo 3.500 rpm, aunque el motor puede estirar hasta las 5.000 vueltas. El sonido mecánico se presenta más patente en el habitáculo solo en situaciones exigentes, como al subir un puerto. Si no, no supone una grave merma de confort. Igualmente, las vibraciones no aparecen, salvo si conducimos mal y circulamos cerca del ralentí con una marcha larga engranada. ¿Y el consumo? En ciclo interurbano, resulta sencillo registrar un gasto que se sitúa entre los 5,0 y los 5,5 litros cada 100 kilómetros.
Es cierto, no hay motores más potentes que los anteriormente citados, pero, con el TDI, el Skoda Spaceback Monte Carlo completa el 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y ronda los 200 km/h. No son cifras de derribo, pero suficientes para afrontar cualquier tipo de viaje con una buena reserva de fuerza. Si eres de los que no tienes un presupuesto elevado, ni para comprar ni para mantener el coche, seguro que te vale con lo disponible.
Siguiendo el análisis, en carreteras rectas, apenas hay que realizar correcciones en la dirección, pues la estabilidad lineal y el aplomo afloran desde los primeros kilómetros. La anchura de los neumáticos de serie, 215 mm, es suficiente para que el agarre lateral otorgue un límite elevado. El tacto de frenada me ha parecido normal, sin un mordiente sobresaliente, pero, a su vez, sin notar pérdidas notables de eficacia en un uso continuado. En definitiva, el Skoda Spaceback Monte Carlo muestra cualidades suficientes para atreverse con terrenos revirados… sin que se dispare el consumo.
Toca finalizar con las tarifas oficiales. Nuestra unidad probada, sin extras, pero sin aplicar ninguna de las promociones en vigor, cuesta 23.790 €. Son 120 € más que el Spaceback Monte Carlo con el motor TSI de 125 CV, asociado exclusivamente al cambio automatizado de doble embrague “DSG“, de 7 velocidades, y 1.470 € más que con el TSI de 90 CV. Como ves, el desembolso no es mayúsculo y tendrás un modelo que aúna tres conceptos, a priori, difíciles de casar, la deportividad, el espacio interior y un mantenimiento racional. Si te tira para atrás adquirir un deportivo por ser poco útil y dejarte muchos euros en gasolina y repuestos, echa un vistazo al checo, porque puede que estés ante lo que buscas…
Ficha técnica Skoda Spaceback Monte Carlo 1.6 TDI | |
Tipo de motor | Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 1.596 cm3 |
Potencia | 115 CV a 3.500 rpm |
Par máximo | 250 Nm entre 1.500 y 3.000 rpm |
V. máxima | 198 km/h |
Aceleración | 9,9 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 4,2 l/100 km (mixto) |
Medidas | 4.304 / 1.706 / 1.459 mm |
Neumáticos | 215/ 45 R 16 |
Peso en vacío | 1.212 kg |
Maletero | 415 l |
Precio base | 23.790 € |
Lanzamiento | Noviembre de 2015 |
DE SERIE: Airbags frontales, laterales delanteros y de cabeza delanteros y traseros, control de estabilidad ESC, anclajes Isofix en los asientos traseros, sistemas anticolisiones múltiples y de monitorización de presión de los neumáticos, aire acondicionado, cuatro elevalunas eléctricos, pantalla táctil de 6,5 pulgadas, control de velocidad de crucero Tempomat, volante multifunción Sport de tres radios, luces de conducción diurna y faros antiniebla con tecnología de tipo LED, indicador del momento óptimo para el cambio de marcha, luz de curva estática, llantas de aleación de 16 pulgadas, cristales tintados, inserciones de color negro, pack de cuero con costuras de color rojo, asientos delanteros deportivos, moldura interior en símil fibra de carbono, faros de xenón, techo panorámico, pedales de aluminio, reposabrazos central delantero, ordenador de a bordo y Bluetooth.
OPCIONES: Sensores de aparcamiento delanteros y traseros (670 €), pintura metalizada (460 €), alarma antirrobo (245 €), sensor de alumbrado (35 €), sensor de lluvia (245 €), climatizador automático Climatronic (455 €), sistemas de alerta por cansancio del conductor (40 €) y de alerta ante colisiones Front Assistant (300 €), acceso y arranque sin llave (640 €), asientos delanteros calefactables (225 €), navegador Amundsen (295 €), maletero con piso movible (205 €) y ampliación de la garantía oficial (desde 145 €).