Prueba Skoda Kodiaq: todoterreno en los Monegros

Por primera vez,  Skoda se adentra en el segmento de los todocaminos de tamaño medio, uno de los más demandados en la actualidad. Y lo hace con el Skoda Kodiaq, un producto que podríamos catalogar como redondo: amplia oferta mecánica, moderna tecnología, hasta siete plazas… Como complemento a la prueba del Skoda Kodiaq 2.0 TDI 150 CV 4×4 Style que publicamos recientemente, en este caso le sometemos a una prueba todoterreno mucho más exigente.

Skoda Kodiaq: fotos

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Con motivo del maratón ciclista Orbea Monegros 2017, una de las citas de bici de montaña más multitudinarias del panorama nacional que congregó a 8.000 aficionados, patrocinado por Skoda, nos desplazamos hasta la localidad oscense de Sariñena. Una ruta, primero por carretera, desde Madrid, para posteriormente recorrer parte del trazado de la carrera, emulando a los ciclistas del evento.

Skoda Kodiaq: ruta por carretera

El protagonista, el Skoda Kodiaq. La cita, junto a las Cuatro Torres de Madrid, punto de partida de un viaje por autovía hasta la provincia de Huesca. En nuestro caso, nos tocó conducir la versión propulsada por el competente motor 2.0 TDI de 150 CV, el primer escalón de gasóleo y antesala del potente 2.0 TDI, de 190 CV.

Asociado a la transmisión automatizada de doble embrague DSG, con siete relaciones, esta combinación resulta de lo más idónea para emprender un viaje por autovía. Aunque desde fuera su sonoridad es más evidente, principalmente en frío, la verdad es que Skoda ha realizado un gran trabajo para insonorizar el habitáculo. Así, el Kodiaq ofrece un gran confort de marcha, filtrando con nota tanto las vibraciones y ruidos provenientes del motor como los derivados de la suspensión.

En general, la calidad de rodadura es muy elevada, comparable a la mostrada en productos de precio superior y marcas de prestigio. A los mandos, prima la funcionalidad. Quizá el diseño interior sea un tanto sobrio y nada revolucionario, pero en la práctica no falta nada importante. De hecho, el equipamiento del Kodiaq puede ser bastante completo, y la dotación contempla, dependiendo del acabado escogido, el asistente de frenada de emergencia automática, el control de velocidad de crucero adaptativo o el asistente de cambio de carril, “gadgets” de la época actual que hacen más seguros y cómodos nuestros desplazamientos.

Las prestaciones del motor TDI son buenas, si bien a la hora de adelantar o de elevada exigencia ante el acelerador no ofrece una pegada contundente. Lo suyo es ganar velocidad con progresividad, de forma lineal y sin incrementar el nivel de ruido en el habitáculo. No obstante, gracias a los diferentes modos de conducción se puede establecer un perfil más ecológico o deportivo, también afectando al comportamiento de dirección y amortiguación (de equipar la suspensión adaptativa opcional). Jugando con todos ellos de Madrid a Huesca, obtuvimos un consumo medio por debajo de los 7,0 litros. Nada mal para un coche grande, con el incremento de peso que supone la tracción 4×4 de nuestra unidad y cargado con dos bicicletas.

Por cierto, el tema de la habitabilidad está resuelto de forma sobresaliente, cualidad inherente a la marca y que volvemos a recalcar en el Skoda Kodiaq. De no utilizarse las siete plazas (las dos traseras pensadas para personas de pequeña envergadura), el espacio resultante es excelente. Ningún problema en meter de forma holgada dos bicicletas de montaña y las maletas de dos personas.

Skoda Kodiaq: todoterreno en los Monegros

Casi sin darnos cuenta, y con muy poco cansancio, a tenor del elevado confort del SUV checo, llegamos a Sariñena donde dejaríamos la carretera para tomar los caminos del maratón de mountain bike. La caravana de Kodiaq tuvo a un acompañante de excepción, Ibón Zugasti, el simpático ciclista profesional que por primera vez participaba en la prueba y no dudó en comprobar el recorrido montado en el coche.

Para ubicar el escenario de la prueba, debes saber que los Monegros abarcan un vasto territorio entre Zaragoza, Huesca y Lérida, y es considerado como uno de los mayores desiertos de Europa. Pese a tal denominación, buena parte de la carrera discurre por pistas anchas aledañas a extensos campos de cereales. En ese terreno, el Kodiaq se comporta con mucha naturalidad y el uso de llantas muy asfálticas no le condiciona a la hora de rodar con soltura. Son caminos poco bacheados en donde el vehículo puede marchar a buena velocidad sin comprometer la estabilidad, ya que las suspensiones se muestran suaves y tragan sin sequedad la irregularidad del terreno.

Además, en este ambiente el sistema de tracción total aporta un buen agarre e impresión de control. Para ir un poco más allá, activamos el programa denominado off-road. Motor, chasis y controles electrónicos de conducción se adaptan entonces para proporcionar un guiado más efectivo, aun cuando en Monegros, sin obstáculos excesivamente complicados, no es tan necesario. Lo bueno de este perfil más campero es que permite un mayor deslizamiento de las ruedas, con lo que al final, sobre pistas rápidas, todo es más divertido.

Aunque las cotas todoterreno del Skoda Kodiaq son discretas, y la altura libre al suelo tampoco es muy grande, la marca incluye un control de descenso para facilitar la bajada por rampas pronunciadas sin que tengamos que intervenir sobre el freno.

Al igual que en la ruta por carretera, el motor turbodiésel de 150 CV resulta convincente. El buen par motor que ofrece desde bajo régimen, 340 Nm, posibilita avanzar en marchas largas con suavidad, si bien siempre podemos cambiar manualmente para ganar más fuerza en un determinado momento. La caja de doble embrague DSG es toda una garantía de inserciones rápidas y casi imperceptibles.

El elevado grado de refinamiento es la cualidad más destacable que hemos extraído de la prueba del Skoda Kodiaq. Tanto por carretera como por caminos, el otro campo de utilización de este crossover, el modelo checo ha mostrado una dinámica muy buena. Quizá no es el más deportivo del segmento ni tampoco el mejor capacitado para dejar el asfalto, al menos si hablamos de zonas complicadas, pero en conjunto expone un coche muy versátil, cómodo y amplio.

El Skoda Kodiaq se encuentra a la venta desde 25.140 €, precio de la variante de gasolina 1.4 TSI Active de 125 CV, con tracción 4×2 y cinco plazas. La versión tope de gama corresponde al acabado Style y se asocia al motor 2.0 TDI de 190 CV, con cambio DSG, 4×4 y siete asientos.

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