Escoger un coche para la ciudad es harto complicado. La enorme y creciente oferta provoca que algunos fabricantes opten por caminos alternativos, y el Renault Twingo es uno de ellos.
El Renault Twingo es uno de los utilitarios urbanos más originales, y no solo por un diseño que busca diferenciarse a través de su pasado. Evoca al antiguo R5, modelo en el que se ha inspirado, pero la configuración mecánica es otra de sus particularidades. El motor y la tracción van atrás, todo en pos de ofrecer un habitáculo más amplio y el menor radio de giro de entre toda la competencia. Lo ponemos a prueba con motor “TCe” de 90 CV y cambio automático “EDC”.
Personalizable
En su primera generación el Renault Twingo ya era uno de los vehículos más personales del mercado. Ha querido recuperar ese espíritu con la tercera generación, creando un coche más llamativo y cercano a las tendencias actuales. Uno de los puntos en los que ha trabajado la marca francesa ha sido en la personalización. Además de colores atrevidos, ahora podemos escoger distintas llantas y distintos vinilos para la carrocería.
Por lo demás, el Twingo quiere parecerse al R5, del que ha recibido los faros delanteros de formas cuadradas, aunque añadiendo unos nuevos faros más pequeños que hacen las funciones de luz diurna. No hay, sorprendentemente, demasiados detalles superfluos, incluso la parrilla o el paragolpes son sencillos. La trasera es más estilizada, con unos pilotos de gran tamaño que, forzando algo la vista, pueden acabar pareciéndonos a la trasera de los R5 Turbo. Salvando las distancias, claro.
Mide 3,59 metros de largo, 1,64 metros de ancho y 1,55 metros de alto. Es, por tanto, uno de los más altos de su categoría, lo que repercute en el espacio interior. Solo se comercializa con carrocería de cinco puertas, a diferencia de sus antecesores, mientras que, si nos los proponemos, podemos hacer nuestro Twingo descapotable gracias a un pequeño techo de lona retráctil.
Sin complejos
El Twingo necesita mostrar que es un coche sin complejos, por eso se ha acercado a la competencia más exitosa también en el habitáculo. Hay multitud de superficies, creando un espacio joven y dinámico, resultado que también consigue con el color. No hay ni un solo plástico mullido, como ocurre habitualmente en el segmento, pero la calidad visual y al tacto no es desfavorable en ninguna ocasión.
Frente a nosotros cae un cuadro de mandos extremadamente sencillo, donde no hay rastro alguno de tacómetro. Se da toda la visibilidad al velocímetro, quedando centrada una pantalla digital que hace las funciones de ordenador de a bordo. En la parte central del salpicadero es donde está situada la pantalla táctil para el sistema multimedia, de fácil manejo. Hay multitud de huecos portaobjetos, como el cajón ubicado en la consola central, que puede retirarse para descubrir un par de posavasos.
Mucho espacio interior
El Twingo, a pesar de su reducido tamaño, se configura como una práctica apuesta en el segmento de los utilitarios. Al haber colocado el motor en la parte trasera, se ha podido avanzar el habitáculo, con la consiguiente ganancia en espacio. Las plazas delanteras disfrutan de dos asientos con los reposacabezas integrados y un mullido bastante duro. La sujeción lateral no es referencia, pero sí suficiente como para no ponerle pegas.
Atrás hay hueco para dos, por homologación. Algo habitual en el segmento más pequeño. Las puertas traseras dejan un hueco bastante justo, pero el acceso no es complicado. Los asientos son amplios en todas las cotas, y adultos de hasta 1,80 metros de altura irán con cierta comodidad. Ahora bien, el respaldo es bastante vertical, y puede serlo más aún si lo colocamos en una segunda posición que aumenta la capacidad del maletero. Las ventanillas traseras son necesariamente de compás.
La contrapartida a un habitáculo espacioso para los cuatro pasajeros es un maletero algo justo. Al colocar el motor debajo, se eleva la altura, reduciendo su capacidad y la altura del mismo. Son 174 litros en condiciones normales, ampliables hasta 219 litros a costa de interferir en la comodidad de los pasajeros traseros. Si abatimos los asientos traseros, el resultado son 980 litros, pudiendo albergar objetos de algo más de dos metros de largo si también abatimos el asiento del copiloto.
Nueva caja de cambios EDC
La verdadera novedad de este Renault Twingo es la llegada de una caja de cambios automática a la gama. Se trata de una caja automática de doble embrague “EDC”, que destaca por rapidez y suavidad de funcionamiento. Por ahora, esta caja se asocia únicamente al motor más potente “TCe” de 90 CV. Aunque quedamos a la espera de un cambio automático para el motor más pequeño de 71 CV.
La caja tiene un selector extraño, pues no hay guía, pero funciona como cualquier selector de caja de cambios automática. No hay levas tras el volante, ni en opción, por lo que el cambio secuencial debe efectuarse desde la propia palanca. Uno de los detalles más destacables es cómo ha conseguido Renault una fantástica suavidad a la hora de soltar el freno y que el coche comience a empujar sin pisar el acelerador, uno de los puntos más críticos en este tipo de cambios.
Lo que consigue es que nos despreocupemos por completo en lugares como la ciudad, donde los constantes cambios de marcha acaban siendo engorrosos y aburridos. El paso entre una relación y otra es rápido y suave, sin tirones o pérdidas de potencia apreciables. Sin embargo, no estaría de más que fuera algo más reactiva cuando necesitamos algo de potencia sin pisar a fondo el pedal del acelerador.
Un motor para todo
El Renault Twingo solo se comercializa con dos motorizaciones, ambas gasolina. El menos potente es un 1,0 litros “SCe” de 71 CV de potencia, mientras que el más potente, y objeto de nuestra prueba, es un 0,9 litros “TCe” turbo con 90 CV de potencia. El primero es una opción perfecta para trayectos urbanos, mientras que el segundo se atreve a salir de la ciudad con garantías.
No es para menos, cuando el peso de esta unidad apenas supera los 1.000 kilos. Es un motor de tres cilindros y sobrealimentación que empuja de forma notable la carrocería del Twingo, hasta el punto de que es suficiente para embarcarse en trayectos largos por carretera. El sonido de la mecánica no es demasiado elevado, aunque sí extraño. Debemos acostumbrarnos a oírlo por detrás de nosotros. Las vibraciones, por otro lado, no son tampoco demasiado notables, aunque estén presentes.
La caja de cambios se conjuga muy bien con el motor de 90 CV, resultando suficiente en cualquier circunstancia, aunque quedaría probarlo cargado a tope. Situación que tal vez sea demasiado extraordinaria. Por lo demás, el consumo acaba siendo contenido gracias también al bajo peso, pudiendo realizar medias de entre 5,5 y 6 litros cada 100 kilómetros. Por contra, no puede montar el sistema de arranque y parada Stop/Start.
Ágil
El Renault Twingo es un coche ágil por definición, sus reducidas dimensiones le obligan a serlo. Es, por tanto, una opción ideal para la ciudad. Una de sus ventajas, de nuevo gracias a la colocación del motor en la parte trasera, es su reducido radio de giro, el más pequeño de la competencia, con diferencia. Las ruedas delanteras giran hasta un máximo de 45º, resultando en un radio de giro de solo 8,6 metros entre bordillos.
La dirección es, además, bastante directa, respondiendo rápido a las órdenes del conductor. En contrapartida, a mayores velocidades, y por el hecho de llevar el eje delantero más descargado, el volante no transmite apenas información a las manos. Restando algo de confianza. Una pena, pues la respuesta de la dirección invita a tomar las curvas de una forma más intensa.
El hecho de que el más pequeño de la casa francesa lleve el motor y la tracción en el eje trasero, no implica un comportamiento deportivo. De hecho, las ayudas electrónicas entran enseguida si nos pasamos con el pedal derecho. Renault no ha pensado nunca en un cliente que necesite más que un coche espacioso, pequeño y atractivo visualmente. El tarado de la suspensión es cómodo y ataja con solvencia las irregularidades del terreno o los interminables resaltos de la ciudad.
El Renault Twingo parte en España de 11.725 euros con el motor más pequeño y el acabado más básico. En nuestro caso, con el acabado “Zen” y el motor “TCe” de 90 CV con cambio “EDC”, la cifra asciende a 14.825 euros. Por supuesto, si queremos un Twingo más personal, siempre podemos optar por el catálogo de opcionales.
Fotos RED POSITIVO
Renault Twingo TCe 90 EDC Zen | |
Tipo de motor | Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 898 cm3 |
Potencia | 90 CV a 5.500 rpm |
Par máximo | 135 Nm a 2.500 rpm |
V. máxima | 165 km/h |
Aceleración | 10,8 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 4,8 l/100 km (mixto) |
Medidas | 3.595 / 1.646 / 1.554 mm |
Neumáticos | 165 / 65 R 15 (delanteros) / 185 / 60 R 15 (traseros) |
Peso en vacío | 1.018 kg |
Maletero | 174 l |
Precio base | 14.825 € |
Lanzamiento | 2015 |
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