Dos SUV cupé y espíritu deportivo sin miedo a abandonar el asfalto. Así se presentan el Range Rover Velar vs Audi Q8.
Enfrentamos dos SUV de lujo y gran formato con carácter deportivo. Por un lado el Range Rover Velar y por otro el Audi Q8. Sacan provecho de su espectacular diseño y potentes mecánicas diésel para invadir los más profundos deseos de un cliente tan pasional como práctico.
BMW creó un nuevo nicho por lo alto, un concepto en el que al principio nadie creía: el de los SUV cupé. La firma bávara extendió la idea a los segmentos más bajos y ahora es casi un estándar que cualquier fabricante premium que se precie debe ofertar.
Los de Munich, sin embargo, no están presentes en esta comparativa con su BMW X6 cuya nueva iteración se espera para los próximos meses. Del mismo modo, la firma de la estrella tiene su propio competidor con el Mercedes-Benz GLE Coupé, y por las mismas razones está ausente, dejando paso a las nuevas generaciones que, por cierto, son el espejo en el que deben mirarse sus futuros contendientes.
Entran por los ojos
En lo que respecta a nuestros protagonistas, el Range Rover Velar es el que más se aleja del estricto concepto cupé, pero a cambio ofrece un estilo rompedor, más cercano a un prototipo que a un coche de calle. Me refiero a elementos como la perfilada zaga o a unas manetas de puerta retráctiles que también ha recibido su nuevo alter ego Evoque.
El Audi Q8 no se queda atrás, aunque arrastrando esa idea continuista tan presente en toda la gama del fabricante. Es, al fin y al cabo, un Audi Q7 de tintes deportivos, aunque aporta frescura con soluciones como la parrilla de nuevo cuño o, en este sí, una caída del techo más próxima a la de un cupé al uso.
Gran formato
El Range Rover Velar engaña a la vista: mide 4,8 metros, mientras que el Audi Q8 coquetea con los 5 (queda en 4,99), algo menos que el Audi Q7 del que deriva. También pierde por el camino dos asientos. Y es que tanto uno como otro solo ofrecen versiones de cinco plazas. La razón es simple: las caprichosas formas de sus carrocerías condicionan la habitabilidad, aunque no tanto como parece.
En cualquiera caben adultos de talla media-grande con total confort: el techo no es tan bajo como parece. Lo que no me gusta del Range Rover Velar son sus asientos, no al menos para tallas pequeñas, pues las banquetas son excesivamente largas y obligan a una postura incómoda que pasa factura tras largos trayectos.
Este, por contra, supera con creces el maletero del Audi Q8, 673 litros frente a 605, batalla que pierde, principalmente, por su menor altura.
Lujo y exclusividad
En lo que coinciden es en la disposición interior, muy parecida. Fue el Range Rover Velar el primero que apostó por un puesto de mando totalmente digital, donde no sorprende tanto un cuadro al que le falta un diseño más vistoso y mejor distribución de la información como una consola central donde conviven dos pantallas.
La superior es la multimedia; muestra elementos como el navegador y las aplicaciones. La segunda, más abajo, es multifunción. Allí se manejan los modos de conducción, el climatizador e, incluso, diversos accesos directos predefinidos. Una técnica que limpia de botones físicos el salpicadero, pero que requiere adaptación, pues el mismo selector puede tener dos o tres funciones.
El Audi Q8 presenta exactamente la misma configuración, pero lo resuelve mejor. El multimedia funciona no solo con mayor fluidez, también con más intuición. Pero para ajustar algo tan básico como la climatización hay que desviar mucho la vista. Lo mismo con la instrumentación: el Audi Q8 la presenta mejor y es más fácil configurar las diferentes vistas o cambiar de una pantalla de información a otra.
Mecánicas dispares
Los motores diésel son, en ambos casos, los más equilibrados por prestaciones y eficiencia, aunque acuden en este caso a dos unidades bien distintas. El Range Rover Velar gana por goleada por gama: la oferta parte de 180 y acaba en 550 CV. Mientras, el Audi Q8 se contenta con dos diésel de 231 y 286 CV y un único propulsor de gasolina de 340 CV. ¡Menuda diferencia!
Para esta prueba hemos elegido potencias medio-altas; no olvidemos que movemos cerca de dos toneladas de peso. El TDI de 286 CV del Audi Q8 es de sobra conocido. Un motor V6 con toneladas de par y una suavidad fuera de duda. Equipa, por cierto, un sistema microhíbrido que asiste al motor térmico en aceleración, pero que no puede mover al coche por sí mismo; obtiene la etiqueta ECO de la DGT. Apenas se deja oír y sentir.
Tampoco se me antoja necesaria más potencia, aunque no descartaría la llegada del V8 TDI que acaba de estrenar su primo-hermano, el Volkswagen Touareg.
Equilibrio británico
En la otra mano, un cuatro cilindros, el del Range Rover Velar, que estira más la gama por abajo e instala una pareja de turbos a su, comparativamente, pequeña mecánica de solo 2,0 litros. Anuncia 240 CV, pero tranquilo, hay un V6 de 275 CV también disponible.
En lo que respecta a este motor, mueve el coche con sorprendente soltura. Y es que da menos par, pero lo da mucho antes que el V6 del Audi Q8: 500 Nm a solo 1.500 rpm. El resultado es una excelente respuesta ya desde abajo, a cambio, claro, de un refinamiento algo peor y de un sonido menos poderoso. En cualquier caso, poco molesto en el habitáculo (uno y otro están muy bien insonorizados).
El consumo, la carta que en teoría debería de jugar en favor del británico, no es tan espectacularmente bajo. Ronda 8,5 l/100 km en uso mixto real, cifra perfectamente comparable a la del Audi, que cifra valores parecidos.
Puede que la caja de cambios automática de ocho relaciones del Audi Q8 (como en el Range Rover Velar) sea la responsable. Una transmisión a la que gusta trabajar en exceso la parte baja del cuentavueltas y que, en caso de necesitar potencia, no responde ni con la celeridad ni con la suavidad de su contrincante.
Buenos en asfalto
No cabe duda de que tanto el Audi Q8 como el Range Rover Velar tienen en el asfalto su gran aliado. No se han pensado como todoterrenos, lo que se nota ya en los primeros compases de marcha. La suavidad es absoluta, sobre todo con la suspensión neumática que ambos pueden equipar, pero cada uno luce un comportamiento propio.
El alemán siempre parece más asentado. Diría que muestra un tacto más deportivo, empezando por una amortiguación que controla mejor las oscilaciones de la carrocería. El Range Rover Velar parece ‘bailar’ más, lo que no es necesariamente un defecto, puesto que aporta un confort de marcha elevadísimo.
Verdaderamente, las diferencias se perciben en tramos revirados, donde el Range Rover Velar imprime menos confianza rodando rápido que su contrincante, aunque el límite es siempre muy elevado para tratarse de dos todocaminos de su tamaño y peso. La dirección al eje trasero del Audi Q8 ayuda en este sentido.
Por contra el Range Rover es más eficaz en marcha off road, mucho más si me apura. Empezando por una suspensión que filtra mejor y siguiendo por un sistema electrónico de asistencia que cuenta, incluso, con una suerte de control de crucero a baja velocidad para sortear obstáculos de forma semi-autónoma, centrándonos exclusivamente en la dirección.
Fotos: Paloma Soria
Ficha técnica Audi Q8 50 TDI quattro tiptronic
TIPO DE MOTOR | Diésel, 6 cilindros en V, turboalimentado |
CILINDRADA | 2.967 cm3 |
POTENCIA | 286 CV entre 3.500 y 4.000 rpm |
PAR MÁXIMO | 600 Nm entre 2.250 y 3.250 rpm |
V. MÁXIMA | 245 km/h |
ACELERACIÓN | 6,3 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,6 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.986 / 1.995 / 1.705 mm |
NEUMÁTICOS | 265 / 55 R 19 |
PESO EN VACÍO | 2.145 kg |
MALETERO | 605 l |
PRECIO | 84.840 € |
GAMA DESDE | 84.840 € |
CUOTA RENTING | 1.762 €/mes* |
LANZAMIENTO | Julio de 2018 |
*Importe calculado sobre 4 años y 25.000 km anuales
Equipamiento Audi Q8 50 TDI quattro tiptronic
De serie: Frenada de emergencia automática Audi pre sense front; control de crucero; modos de conducción; suspensión regulable; faros y pilotos LED; llantas de 19 pulgadas; portón trasero eléctrico; sensores de aparcamiento; instrumentación digital; sistema MMI Navegación Plus con MMI touch; Audi music interface; Audi connect con eSIM 3 años y servicios Audi connect Safety&Services.
Opcional: Pintura metalizada (1.335 euros); llantas de 22” (5.400 euros); paquete deportivo S line (9.680 euros); faros Matrix LED adaptativos (2.145 euros); tapicería de cuero (1.460 euros); asientos ventilados (1.395 euros); banqueta trasera plus (280 euros); audio Bang&Olufsen (1.460-8.190 euros); cámara 360º (1.460 euros); Head-up display (1.765 euros); paquete de asistentes Tour: incluye control de crucero adaptativo, asistente de conducción en atascos, control de ángulo muerto y tráfico trasero, asistente predictivo de eficiencia y de esquiva (2.665 euros); eje trasero direccional (1.460 euros) y suspensión neumática (1.205 euros).
Ficha técnica Range Rover Velar D240 AWD Aut.
TIPO DE MOTOR | Diésel, 4 cilindros en línea, biturbo |
CILINDRADA | 1.999 cm3 |
POTENCIA | 240 CV a 4.000 rpm |
PAR MÁXIMO | 500 Nm a 1.500 rpm |
V. MÁXIMA | 217 km/h |
ACELERACIÓN | 7,4 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,4 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.803 / 1.930 / 1.665 mm |
NEUMÁTICOS | 225 / 50 R 20 |
PESO EN VACÍO | 1.911 kg |
MALETERO | 673 l |
PRECIO | 77.904 € |
GAMA DESDE | 59.831 € |
CUOTA RENTING | 1.495 €/mes* |
LANZAMIENTO | Octubre de 2018 |
*Importe calculado sobre 4 años y 25.000 km anuales
Equipamiento Range Rover Velar D240 AWD Aut.
De Serie: Frenada de emergencia automática; control de velocidad de crucero adaptativo; reconocimiento de señales de tráfico; asistente de mantenimiento de carril; faros y pilotos de LED; paquete de lanzamiento R-Line; retrovisores exteriores eléctricos; cámara de visión trasera; techo solar panorámico; llantas de 20 pulgadas; portón trasero eléctrico; entrada y arranque sin llave; climatizador bizona; selector de modos de conducción; instrumentación digital de 12 pulgadas; Head-up Display; asientos delanteros ergoComfort de ajuste eléctrico; tapicería de cuero; volante R-Line calefactable; sistema multimedia Discover Premium de 15 pulgadas con navegador; Bluetooth y carga de móvil por inducción Qi.
Opcional: Pintura blanco puro (sin coste) y metalizada (1.345 euros); faros Matrix LED IQ.LIGHT (2.170 euros); Paquete exterior R-Line Black Style (3.025 euros); tapicería de cuero Savonna con asientos calefactables (1.265 euros); asientos delanteros ventilados y con masaje (1.520 euros); climatizador de 4 zonas (1.025 euros); suspensión neumática con eje trasero direccional y estabilizadoras activas (6.860 euros); asistente de visión nocturna (2.115 euros); paquete de asistente de conducción Premium (1.140 euros); cierre servoasistido de puertas (675 euros) y sonido DYNAUDIO Consequence 730 W (1.860 euros).