Land Rover se encuentra en un momento dulce, fruto de un trabajo de ampliación de gama que, en ocasiones, no parece tener fin. Y que así siga si todos sus nuevos productos van tan bien como el Range Rover Evoque, su SUV más popular y cuya segunda generación ya hemos puesto a prueba.
Nos hemos desplazado hasta Grecia para conocer este nuevo todocamino que conjuga estilo, tecnología y eficiencia, y es que todas sus versiones (siempre que tengan cambio automático) equipan un sistema micro-híbrido que le otorga la etiqueta ECO de la DGT. Toda una declaración de intenciones por parte de un fabricante con cada vez más alternativa “eco” en su gama.
No cabe duda de que la inspiración le viene del Velar. El todocamino de mayor tamaño ya fue todo un revulsivo luego de su lanzamiento, y el Evoque ha plasmado esa identidad a un formato más pequeño. De hecho, apenas modifica su tamaño frente al anterior (mide 4,37 m de largo), y solo destaca una batalla 2 cm mayor que implica un mayor tamaño interior.
Del aquél también ha recibido elementos característicos como las manetas de las puertas retráctiles. Y es que en el Evoque todo se rinde al diseño: grupos ópticos muy finos, grandes tomas de aire o un catálogo de personalización amplísimo. El techo a contraste o las llantas de gran tamaño son parte del ADN Evoque.
La digitalización ha llegado al más pequeño de la gama, con un interior en el que las pantallas toman el protagonismo. Frente a nosotros la característica instrumentación digital de otros Land Rover, un panel de aspecto bastante sencillo pero configurable.
En la consola central dos pantallas de idéntico tamaño (10 pulgadas) y muy diferente función. La superior (regulable en inclinación) es el multimedia, mientras que la inferior permite controlar la climatización o los modos de conducción, entre otras cosas. Bien por diseño, pero es necesario hacerse a ello pues obliga a desviar mucho la vista. Por cierto, esta pantalla inferior no es tal en las versiones básicas, de aspecto mucho más sencillo.
Dice Land Rover que su Evoque es más habitable que antes… pero no demasiado. Esa mayor batalla da una bocanada de aire fresco sobre todo a las plazas traseras, que más que amplitud ganan en facilidad de acceso. En cualquier caso adultos de talla media entran sin problemas.
Eso sí, las banquetas son bastante largas, lo que impide colocar bien las piernas a las tallas más modestas. En cuanto a calidad, la mayor parte del interior va forrado de material mullido, incluidas las partes bajas de las puertas delanteras y traseras.
El maletero anuncia una capacidad de 472 litros, una cifra media que tiene varias particularidades. La primera, que no hay un suelo a dos alturas. Además, la rueda de repuesto elimina cualquier hueco bajo el suelo. La segunda, que sus formas son muy cuadradas, lo que permite repartir mejor la carga y aprovechar mejor el espacio.
Como no podía ser de otra forma, la tecnología ha invadido al nuevo Range Rover Evoque, especialmente en lo tocante a seguridad. Recibe así todos los asistentes de última hornada, incluido un sistema de conducción semi-autónoma capaz de mantener el coche en el carril a una velocidad constante.
Más allá, hay disponible un asistente de aparcamiento semi-automático, frenada de emergencia automática, detector de ángulos muertos o el interesante retrovisor interior digital. Este último da muy buena calidad de imagen y es útil cuando los asientos traseros o el maletero van ocupados.
A los mandos del Evoque la sensación es positiva desde el principio. Es más cómodo de lo que cabría esperar, y desde luego más que su anterior iteración. Me gusta mucho la puesta a punto del chasis, que sin dejar de ser ágil no castiga en absoluto a los pasajeros. La esencia no es deportiva, pero se mueve bien incluso a ritmo alto en carreteras reviradas.
Es también un coche bastante bien insonorizado, especialmente en lo que toca al motor, que apenas se deja oír en el habitáculo. Es descansado y se postula como un excelente rutero al que pocas cosas se le pueden reprochar, tal vez solo una dirección más bien poco informativa. Su tamaño, muy compacto, es también una garantía en la urbe.
La gama de motores del Range Rover Evoque es muy amplia, aunque se ampliará más todavía en los próximos meses. La oferta diésel comprende motores siempre de cuatro cilindros de 150, 180 y 240 CV de potencia. Este último lo hemos probado y empuja muy bien sin hacer demasiado ruido. Su consumo medio ronda los 9 l/100 km en el uso que le hemos dado.
La gama gasolina es más potente. Tiene derivaciones de 200, 250 y 300 CV de potencia. El intermedio también lo hemos probado y, aunque no se mueve mal, no parece tener el empuje de 250 CV, tal vez por un peso que ronda los 1.900 kilos.
Todos los que van en combinación con una caja automática (de 9 relaciones y nuevo desarrollo) tienen un sistema micro-híbrido con etiqueta ECO. A finales de año llegarán diésel y gasolina de tres cilindros, también con etiqueta ECO, y en 2020 un híbrido enchufable también en combinación con una mecánica de tres cilindros.
Pero no podemos dejar pasar las cualidades off-road de un vehículo de la casa Land Rover. Mejora su técnica con una altura libre al suelo de 212 mm (no puede tener suspensión neumática ni en opción) y unos ángulos muy buenos: 22,2º de ataque, 30,61 de salida y 20,71 el ventral. La altura de vadeo es de unos excelentes 600 mm. Estrena el Clear Sight Ground View, que mediante cámaras hace desaparecer el capó de modo que podemos ver dónde están pisando las ruedas.
A todo ello suma el Terrain Response 2 con modo automático, capaz de gestionar solo qué configuración electrónica escoger según el terreno. No dispone de reductora pero sí de un eficaz control de crucero a baja velocidad para sortear obstáculos.
Por cierto, aunque hay versiones de tracción simple, los 4×4 tienen novedades. Hay dos versiones, el Driveline Disconnect, y el Active Driveline, que añade dos embragues multidisco en el eje trasero para un mejor reparto del par. Con él hemos subido trialeras y circulado por el lecho de un río con agua y se ha comportado como el mejor de los todoterreno a pesar de tratarse de un SUV.
El nuevo Range Rover Evoque ya está a la venta en España a un precio que parte de 40.000 €, una cifra elevada que en los próximos meses se reducirá con la llegada de las variante de acceso. Hay cinco niveles de equipamiento (además de las opciones) y un paquete deportivo R-Dynamic más atractivo.