Prueba del Porsche 911 Carrera 4S Coupé, Sprinter

Un clásico que se renueva, probamos el Porsche 911 Carrera 4S Coupé.

Así, de pasada, parece el anterior, o un intenso lavado de cara de aquel, hasta que lo examinamos en detalle. Entonces encontramos que el Porsche 911 ‘de toda la vida’ es una nueva generación, más fácil y tecnificada que nunca. El salto al nuevo milenio es incontestable en el rapidísimo deportivo por excelencia.

Los años no parecen pasar por el Porsche 911… o casi. Basta echar un vistazo a las imágenes en las que la nueva generación (la octava, o 992) comparte protagonismo con la de 1989 (964), como nuestro protagonista con tracción integral o Carrera 4 (fue la primera en recibirla), para constar que sí, que por mucho que la esencia siga ahí, digamos intacta (motor bóxer trasero longitudinal, silueta marcadamente cupé, faros ovales, un prominente alerón trasero…), las cosas han cambiado un mundo.

Posición de honor

El Porsche 911 de ahora, el que pasa por ClicaCoches.com, es el Carrera 4S, versión sobrepotenciada de la más accesible (aún no ha llegado). Por lo pronto, perpetúa la premisa de seguir siendo apto para ‘uso diario’.

De acuerdo, no negaremos que un Porsche 911 no está hecho para ir a la compra o a recoger a los críos, porque en realidad es carne de circuito. Pero también es cierto que, llegado el caso, sí, vale hasta para eso, cuando teóricos oponentes como los Audi R8 y compañía son incómodos en tráfico urbano e ‘imanes’ visuales que, seguramente, incomodarán a sus propietarios a menudo. Además, frente a muchos súper deportivos equiparables (no todos) es razonable para entrar y salir (los asientos van 5 mm más cerca del suelo).

El Porsche 911 por excelencia no, por mucho que ahora, recién aterrizado, no pase inadvertido, más si cabe en una tonalidad tan impactante como la de la unidad probada.

Como siempre… y mejor

Vamos al grano. Para algunos transmite sensaciones ligeramente atenuadas. De acuerdo, es más perfecto en todo lo que podía serlo y la conducción es un punto más sencilla y previsible en ciertas situaciones. Le achacan, sin ir más lejos, sonar menos, lo que no comparto: sigue bramando que se las pela, suena a Porsche 100% y, con 450 CV sobrealimentados y 530 Nm, su motor ‘vuela’.

No es subjetivo: un 0 a 100 km/h de 3,6 segundos y una punta de 306 km/h hablan por sí solos. Ya llegarán los futuros 911 Turbo y 911 Turbo S para mejorar registros, pero el que fije su atención en este Carrera 4S debe tener claro el abultado poder al que se enfrenta; por cierto, apoyado en un soberbio cambio automático PDK con función predictiva que engrana sus ocho relaciones en un suspiro.

El contrapunto es un consumo en consonancia, por mucho que el fabricante publique comedidos valores circulando a una velocidad de homologación que rara vez adoptará un coche así. Conforme a nuestra experiencia, lo habitual es moverse entre 11 y 12 l/100 km; y 67 litros de tanque no dan para mucho…

Perfecto, salvo por…

Aunque ha crecido ligeramente en dimensiones, se asienta sobre la anterior plataforma MMB, exhaustivamente actualizada y hasta preparada para una futura (que no lejana) versión híbrida.

Al volante, con buena visibilidad hacia cualquier ángulo, los cambios son sustanciales. Adopta muchas soluciones de los Porsche a la última, como la elevada consola que deja a mano la botonería principal (según casos, capacitiva) y la pantalla multimedia táctil (en el salpicadero) que, de serie o como extra, llevan todos los modelos de la marca.

El contacto sigue a la izquierda (eterno guiño a Le Mans) y la instrumentación es digital (salvo el tacómetro, como siempre centrado). Curiosamente, el volante tapa de forma descarada los relojes de los flancos, algo bastante incómodo porque uno refleja el aforador y el otro muestra, entre otros, la navegación.

Con todo, es razonablemente cómodo para viajar (y no particularmente seco bacheando) y mantiene dos mini asientos traseros (con anclajes Isofix) que alivian de apuros con niños si adelantamos las butacas delanteras, o que bien permiten ampliar ligeramente la capacidad de carga de un maletero frontal profundo, pero de solo 138 litros.

Más: calidad impecable por doquier (materiales y ensamblajes), una dotación razonable, que en absoluto abrumadora para su coste… Sobre la última, es ampliable conforme al talonario de quien pueda acceder a él: la marca dispone casi todo lo imaginable (el abanico de asistentes a la conducción ha crecido de forma sustancial, incluso con sistema de visión nocturna), hasta techo ligero de carbono, a precios, por lo general, no aptos para cardiacos.

Relojería suiza

Lo más singular del último Porsche 911 es, sin embargo, la citada facilidad de conducción. En esto, a los modos de conducción habituales (Normal, Sport, Sport+ e Individual) añade el llamado Wet, que el coche recomienda cuando toca firme deslizante.

Sigue siendo exigente para explorar límites, pero también reactivo, ágil, vivaz y gratificante. Muy preciso, ya sea yendo a ritmo sosegado o, con asfalto en condiciones, imprimiendo una elevada velocidad sin necesidad de acreditar la titulación de piloto, siempre que tengamos claro qué llevamos entre manos.

Frena como un poseso (ojo, los discos cerámicos están ahí, por 11.000 euros más, para quien desee la quintaesencia en la materia) y su rápida dirección (poco más de dos vueltas de volante entre topes) permite maniobrar con facilidad y, mejor aún, negociar virajes lentos y rápidos como si fuese un tiralíneas. La habitual rotundidad de siempre, ahora dirigida a un elenco de conductores más amplio.

Fotos: Paloma Soria

Ficha técnica Porsche 911 Carrera 4S Coupé

*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales

Equipamiento Porsche 911 Carrera 4S Coupé

De serie: Suspensión adaptativa PASM; asistencia a la frenada; asistente de advertencia y frenado; botón Sport; bloqueo electrónico del diferencial trasero PTV Plus; sensores de parking y alumbrado; Bluetooth, Apple Car Play y Android Auto; faros LED direccionales; pilotos tridimensionales LED; sonido Plus; alarma y navegación PCM.

Opcional: Control dinámico del chasis PDCC (3.665 euros); ayuda al aparcamiento con cámara trasera y Surround View (1.928 euros); asistente de mantenimiento de carril e indicador de límites de velocidad (1.208 euros); asistente cambio de carril (937 euros); pack Sport Chrono: incluye apoyos del motor dinámicos, cronómetro en salpicadero y selector de modos de conducción en volante (2.654 euros); visión noctura (2.661 euros); asientos eléctricos con memoria (2.579 euros); pintura metalizada (1.412 euros); techo ligero en carbono (4.059 euros); audio Burmester High-End Surround Sound System (5.254 euros); faros Matrix LED PDLS Plus (3.312 euros); servodirección electrónica Plus con asistencia según velocidad (299 euros);  Entry & Drive (624 euros); suspensión activa PASM (1.072 euros) y frenos cerámicos PCCB (11.132 euros).