Prueba Porsche 718 Boxster S: tras los pasos del 911

Más rápido, más eficiente y con turbo. Probamos la variante más potente del nuevo Boxster que, además de estrenar denominación, se presenta con un motor bóxer de 4 cilindros y 350 CV.

La marca de Sttutgart parece dispuesta a luchar contra su pasado más cercano. Como ya hiciera con el “Nueveonce”, el Boxster sigue ahora sus pasos cambiando por completo la oferta mecánica. El anterior motor bóxer de 6 cilindros, atmosférico, dice adiós en favor de un nuevo bloque de 4, también bóxer, pero esta vez con turbo.

Además, el modelo pasa a llamarse 718 Boxster, en referencia a los automóviles de la casa alemana que brillaron en competición en la década de los cincuenta y sesenta.

Apuesta por la sobrealimentación

Antes de subirnos a la variante más potente de este biplaza descapotable, hagamos un breve repaso de los cambios más importantes. La gama se articula en torno a dos versiones, ambas desarrolladas conjuntamente con el nuevo 6 cilindros del 911. La de acceso equipa un 2.0 de gasolina, con turbo, inyección directa y sistema de distribución variable “VarioCam Plus”.

La más ambiciosa  “S”, por su parte, comparte esas características pero sobre una base de 2,5 litros y con otro elemento diferenciador: la turbina es de geometría variable, como en el 911 Turbo. Mientras que en el pequeño sopla a una presión de 1,4 bar, en este lo hace a 1,0. La potencia se incrementa, en comparación a sus predecesores, en 35 CV, alcanzando 300 y 350 CV, respectivamente.

Para igualar la respuesta inmediata de los anteriores propulsores de aspiración, el turbo siempre está “pretensado”, con el objetivo de evitar cualquier retardo en su actuación. A ello también contribuye la función “Dynamic Boost”: al soltar el acelerador después de una arrancada rápida, se corta la inyección de combustible, pero se mantiene parte de la presión de admisión para, al pisar de nuevo el pedal, contar con una entrega de par sin retardo.

Otra solución interesante, procedente de los coches de carreras, es el “Sport Response”. Al activar el correspondiente botón situado en el volante, el coche se prepara para ofrecer el máximo rendimiento durante veinte segundos. Esta función solo se incluye en las versiones equipadas con la transmisión automatizada de doble embrague “PDK”, de siete velocidades, y el paquete deportivo “Sport Chrono”. Recordemos que este roadster de motor central y propulsión trasera también está disponible con un cambio manual de 6 marchas.

Hay tres tipos de suspensión. La de serie viene con muelles helicoidales, y hay otras dos adaptativas “PASM”, opcionales, que rebajan la altura de la carrocería en 10 y 20 milímetros. La frenada se ha optimizado con un equipo más capaz y el nuevo sistema de frenado anticolisiones múltiples. La dirección electromécanica es un 10% más directa. Asociado al paquete opcional “Sport Chrono”, se han perfeccionado los tacos dinámicos del motor, solución que intenta reducir el efecto de la transferencia de masas del motor durante su funcionamiento; a la vez, estrena el modo “PSM Sport” del control electrónico de estabilidad y el control dinámico de la conducción, con cuatro modos: “Normal”, “Sport”, “Sport Plus” e “Individual”.

Capota de lona

Como en el anterior Boxster, el nuevo modelo recurre a un techo de lona de accionamiento eléctrico. Junto al parabrisas y la tapa del maletero, son los únicos elementos que se mantienen intactos del anterior modelo.

La línea exterior cambia sutilmente. El morro ahora está más bajo y las ruedas son media pulgada más anchas. La apariencia es diferente en el caso de optar por los faros de LED, caracterizados por la luz de conducción diurna de cuatro puntos. En el habitáculo, el remozado salpicadero se distingue por volantes más pequeños, tanto de serie como en opción, y por el nuevo sistema multimedia “PCM”.

¿Cómo suena?

Bastante bien, aunque sin la melodía tan armónica del anterior seis cilindros. Así lo pude comprobar en la prueba del Porsche 718 Boxster S, durante la presentación internacional del modelo en Portugal. Aunque es una apreciación muy subjetiva, el nuevo sistema de escape emite un “ronroneo” más roto, con mucha personalidad cuando aceleramos a fondo. Eso sí, al ralentí o a velocidad constante, me sigue pareciendo más conseguido el de su antecesor. En mi caso, probé una unidad dotada del escape deportivo, opcional tanto para el Boxster como para el Boxster S. A través de una tecla de la consola, se puede activar un “rugido” más severo, espectacular en las reducciones, siempre acompañadas de sonoros petardeos.

En lo que respecta a la conducción, tuve la oportunidad de realizar varios ejercicios en un aeródromo militar cercano a Lisboa. Hubiera preferido un circuito al uso, pero la menos pude constatar la soberbia pisada del coche. Ni en los cambios más bruscos de apoyo se descompone, y la carrocería gira muy plana y estable.

En este ambiente, y también en la ruta de carretera preparada para la ocasión, la dirección es fantástica, muy rápida y precisa. Además, como pisa muy bien de delante, la sensación de control es total. Enlazando curvas, es una delicia y siempre da la sensación de que podía haber entrado más deprisa.

Prestaciones superiores

El rendimiento del motor es excelente y me ha gustado especialmente la alegría que tiene para subir de vueltas.  Supera claramente las cifras del anterior Boxster S. Es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 285 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en solo 4,2 segundos. Estos registros los obtiene con el cambio PDK, que propicia unos cambios estratosféricos y con el que despreocupas de las marchas.

No sé cómo lo hace Porsche, pero el consumo de sus deportivos es extraordinario. A falta de contrastarlo en una prueba más a fondo, el homologado para esta versión es de solo 7,3 l/100 km. Y gasta menos la versión automática que la manual. En conjunto, la reducción respecto al seis cilindros ha sido del 13 por ciento. Desde luego, las sensaciones del nuevo motor son muy buenas, y si encima gasta menos, mejor que mejor.

Para finalizar con esta primera prueba del Porsche 718 Boxster S, hablemos del precio. Con el PDK se eleva a 77.368 €. De no llegar, también podemos conformarnos con un Boxster de acceso, con unos buenos 300 CV, manual, por 60.371 €. Caros, sí, pero vaya par de descapotables que ha fabricado Porsche.

PORSCHE 718 BOXSTER S PDK
Tipo de motorGasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado
Cilindrada2.497 cm3
Potencia350 CV a 6.500 rpm
Par máximo420 Nm entre 1.900 y 4.500 rpm
V. máxima285 km/h
Aceleración4,2 s (0 a 100 km/h)
Consumo7,3 l/100 km (mixto)
Medidas4.379 / 1.801 / 1.280 mm
Neumáticos235 / 40 R 19 del.; 265/ 40 R 19 tras.
Peso en vacío1.385 kg
Maletero275 l
Precio base77.368 €
LanzamientoAbril de 2016
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