Como ya hicimos con la revolucionaria berlina presentada hace poco por la marca francesa, viajamos a Portugal para ofreceros la primera prueba del Peugeot 508 SW 2019. Esta nueva carrocería se unirá a la gama en la primavera de 2019. Establece un concepto bien diferente de lo que hasta ahora representaba un familiar para la firma del león.
Peugeot se abre paso el segmento D a sabiendas que, con su imparable progresión, los SUV siguen dominando el mercado. Esto no es óbice para poner en escena un modelo realmente atractivo. El Peugeot 508 SW 2019 rompe con todo lo anterior y, más que wagon, su diseño nos traslada al imaginario shooting brake.
Gana en practicidad
La silueta baja y deportiva del renovado familiar también pone el acento en mejorar la practicidad del modelo base. Sus dimensiones son más contenidas que las de su predecesor; de hecho, firma 6 centímetros menos de altura y 4 de largo. Sin embargo, comparado con la berlina, arroja una longitud de 4,79 metros; lo que supone solo un incremento de 4 centímetros con aquel.
En el voladizo trasero, sobre el que recae este crecimiento, ahora ofrece un maletero que gana en practicidad. La boca de carga, sin ser especialmente generosa, permite introducir el equipaje con más facilidad. También el umbral está situado más abajo.
De esta forma, el maletero cubica 530 litros, ampliables a 1.780 abatiendo los respaldos de los asientos posteriores. El portón puede dotarse de acceso y apertura eléctricos con función manos libres. Aunque cede 30 litros de capacidad con el anterior 508 SW, el hueco es grande.
Un diseño rompedor
En el apartado estilístico, como hemos constatado en esta primera prueba del Peugeot 508 SW 2019, estamos ante un coche muy llamativo. Adopta una avanzada firma luminosa con faros Full LED y un diseño tridimensional en la zaga, realmente imponente. A la vez, conserva las puertas sin marco. Esta solución no introduce ruidos parásitos en el habitáculo, a tenor de su buena insonorización.
Dentro, más allá del maletero, no es un coche especialmente amplio, si bien el confort para cuatro ocupantes es elevado. Supeditado al diseño, el habitáculo tiene sus notas más discordantes en el acceso al vehículo, incomodado por la altura del techo. No obstante, los 4 centímetros que gana a lo alto con la berlina garantizan un espacio para la cabeza holgado.
El nuevo 508 SW resulta de lo más convincente y la percepción de calidad es muy elevada. Vuelve a apostar por el i-Cokpit. Concibe el centro de mandos con un volante pequeño y recortado por arriba y abajo, relojes totalmente digitales a la vista por encima de la dirección (con grafías animadas y personalizables), y un selector de cambio por mando eléctrico comandando la ancha consola central.
Las unidades prestadas para la prueba del Peugeot 508 SW vestían los acabados Allure y GT. Sendas versiones que sin duda aumentan la imagen vanguardista del modelo galo, aderezado con revestimientos de gran calidad. Este moderno ambiente igualmente presume de una gran pantalla táctil desde la que maneja la radio, el navegador o la regulación de la climatización, entre otros.
La introducción de algunos accesos directos con mandos físicos, a modo de piano en un primer nivel, seguido de otra hilera de botones de excelente tacto, mejoran la experiencia de uso.
Motores contrastados: entre 130 y 225 CV
La gama del nuevo 508 SW, falta de concretarse cuando llegue al mercado, en la primavera de 2019, es similar a la de la berlina. Destaca la apuesta de la marca francesa por el cambio automático. La nueva caja EAT8 con convertidor de par de ocho relaciones está disponible para todos los motores. Solo el 1.5 BlueHDi de acceso, de 130 CV, puede montar cambio manual.
Hemos probado este motor asociado a la citada transmisión automática. El conjunto es agradable y muy válido para todo uso, porque goza de buena respuesta y la transición entre marchas es suave y en general rápida. Para los que quieras más prestaciones, el familiar de Peugeot dispone otros dos diésel: 2.0 BlueHDi de 160 y 180 CV.
En gasolina, los PureTech de 180 y 225 CV amplían el dinamismo, de la mano de unas prestaciones superiores y aún mayor refinamiento. Una de las rutas las hicimos con el este último, un bloque que hace prevalecer un funcionamiento dosificable a costa de sacrificar un empuje más enérgico.
En la segunda mitad de 2019 llegará una variante híbrida enchufable. Desarrollada sobre el motor gasolina PureTech 180, añade una unidad eléctrica de 110 CV, para generar conjuntamente 225 CV. El sistema consta de una batería de 11,8 kWh. Garantiza una autonomía, en modo solo eléctrico, de 40 km en ciclo WLTP. Sin variar la capacidad del maletero de las respectivas carrocerías, esta versión híbrida enchufable solo dispondrá de tracción delantera.
Dinámicamente, no se notan diferencias entre las dos carrocerías. Para contrarrestar las inercias de ese mayor voladizo trasero, el nuevo 508 SW incorpora pocas modificaciones. Cambia la barra antivuelco trasera o, en unidades con la suspensión activa, un nuevo mapeado de regulación. Su comportamiento es excelente, ágil para este tamaño sin menoscabo de un alto grado de confort.
Asimismo, las avanzadas tecnologías que ya vimos en el 508 acaparan el protagonismo. Como punta de lanza, está el control de crucero con función stop & go y asistente de dirección. También destaca otro elemento pionero en el segmento generalista: el sistema de visión nocturna.
La comercialización del 508 SW arrancará a lo largo del primer cuatrimestre de 2019. Aparte de los acabados habituales en la marca, habrá una versión First Edition, con más equipamiento y elementos exclusivos.