Desde hace algún tiempo, los coches familiares van ganando fuerza en el mercado español. A diferencia de otros, como el italiano, el alemán y el inglés, pero sobre todo el suizo, el nuestro no ha sido tradicionalmente un país que opte por este tipo de formatos.
Pero los nuevos diseños que les imprimen los fabricantes desde hace algún tiempo, de rasgos cada vez más deportivos y frescos, está dando buenos resultados porque les está haciendo calar, sean del tamaño que sean.
Un ejemplo de manual es la nueva generación Peugeot 508 SW junto a estas líneas. Diseñada de forma paralela a la todavía flamante berlina 508, es solo 3 centímetros más larga que aquella, por lo que exhibe una planta de 4,79 metros de longitud. La batalla, o distancia entre ejes, asciende a 2,79 metros, considerable.
No te pierdas nuestra videoprueba que incluimos al final del texto.
Rival natural de modelos como el Ford Mondeo Sportbreak, el Mazda6 Wagon, el Reanault Talisman Sport Tourer, el Volkswagen Passat Variant, pero también de los Premium Audi A4 Avant, el BMW Serie 3 Touring, el Mercedes-Benz Clase C Estate o el Volvo V60, el nuevo 508 SW no es de los más capaces, aunque en relación a su tamaño, e incluso valorando su formato semi cupé (1,42 metros de altura y todas las puertas sin marco sobre la ventanilla), sí resulta suficientemente versátil.
Esto es tanto como decir que es cómodo y adecuado para introducir con facilidad desde bolsas con palos de golf a rifles de caza, pasando por tablas de esquí o snowboard, enseres o maletas de todo tipo e incluso una bicicleta de adulto entera, siempre y cuando bajemos el sillín y las ruedas no sean excesivamente grandes.
En concreto, ofrece un maletero, con el plano de carga a 67 centímetros del suelo, que oscila entre 530 y 1.780 litros. Es, además, una cavidad muy diáfana y aprovechable (los respaldos traseros asimétricos 60:40 se abaten desde pulsadores en los propios asientos o bien tirando de unas pletinas plásticas a pie de maletero, accesibles y cómodas de usar).
Cuenta con rieles en el suelo para estibar adecuadamente la carga. En ellos figuran 2 argollas ajustables (hay 4 más fijas), cinchas elásticas de amarre y un pequeño fondo oculto que alberga la rueda de repuesto, esta de emergencia o tipo galleta. Tampoco falta una trampilla central en el respaldo trasero.
La boca de carga es bastante amplia, y además, según versiones, el portón, que abierto queda casi vertical para no tocar fácilmente con la cabeza (quien escribe esto apenas lo hace con sus 1,84 metros de estatura, pero es que de paso se puede graduar el nivel al que deseamos dejarla), es de apertura motorizada, incluso pasando el pie por debajo del paragolpes trasero con la llave en el bolsillo (operación que no siempre resulta fácil, por cierto).
Una vez dentro, diseño, presentación y calidades son simétricos a los del 508 berlina. En otras palabras, casi al mejor nivel Premium, con muy buenos ajustes, materiales realmente convincentes (sobre todo los que resultan más accesibles al tacto y la vista)…
El nuevo Peugeot 508 SW parece hecho para durar sin presentar esos grillitos y desajustes que, a menudo, terminan apareciendo (muchas veces antes de lo previsto) y que resultan, como poco, molestos.
Sobre esto, el fabricante galo asegura haber trabajado a conciencia para asegurar que el coche tenga una buena madurez y un considerable valor de reventa, aspecto imprescindible para evitar depreciaciones prematuras, en particular en el canal de renting y empresas (B2B).
Hemos probado el tope de gama GT (43.400 € combinado con la motorización turbodiésel analizada 2.0 BlueHDi de 180 CV y 400 Nm de par máximo a 2.000 rpm). Comprende tapizado mixto de cuero/Alcantara, asientos de corte deportivo, volante forrado en piel, cuadro y otros paramentos pespunteados…
El puesto de conducción muestra la última generación del diseño i-Cockpit (se llama Amplify) de Peugeot: volante pequeño e instrumentación sobreelevada. No gusta a todos los conductores porque no siempre es fácil adaptarse a él, aunque tiene multitud de defensores y, con el tiempo y el paso de los kilómetros, se le acaba cogiendo el aire.
Digamos que frente a muchos de sus competidores, sobre todo alemanes, no resulta inicialmente tan intuitivo, sobre todo para tallas elevadas o más o menos corpulentas.
Eso sí, hay piezas, como el tramo central del salpicadero (aquí forrado de madera de Zebrano y con iluminación ambiental LED indirecta) y la totalidad de la consola que están muy bien estudiadas desde el punto de vista ergonómico. En el nuevo Peugeot 508 SW uno y otro panel quedan claramente orientados hacia el conductor para localizar muchos de los mandos a la primera, con toda naturalidad.
Así y todo, hay controles, como algunos a la izquierda del volante, un tanto ocultos (en la imagen bajo estas líneas). Otros, como los controles de la climatización (de doble ambiente) y la totalidad del infoentretenimiento, están inmersos en la pantalla central (la instrumentación es, a su vez, totalmente digital y configurable en una diversidad de vistas), táctil, a color y de 25,4 centímetros.
Esta solución no siempre resulta cómoda. Es más, obliga a un periodo de adaptación para familiarizarse con rapidez y acceder a todos sus menús y submenús, de modo que no acabemos distrayendo la vista (y sobre todo la atención) de la calzada más de lo necesario.
También es cierto que hay un conjunto de teclas de tipo metálico de acceso directo (con un formato tipo teclas de piano) que introducen directamente a las funciones habitualmente más solicitadas.
Una vez hechos a él maniobrar con el pequeño volante es cómodo y hasta curioso. Por su parte, la visibilidad es razonable hacia casi cualquier ángulo, si bien es cierto que en esta versión, entre otros con vidrios traseros sobreoscurecidos, la vista tres cuartos trasera no es la mejor posible.
El nuevo Peugeot 508 SW es un vehículo cómodo y fácil de conducir desde el primer instante. No es particularmente firme (viene con suspensión activa de serie), pero su tacto más bien sedoso no consiente balanceos acusados si abordamos curvas sucesivas o fuertes apoyos.
Es más, filtra bien resaltes, lomos y juntas de dilatación, por lo que resulta muy equilibrado. Y eso que, en esta versión, calza unas enormes ruedas de 19 pulgadas combinadas con neumáticos de perfil 40, más bien estrecho.
La frenada es dosificable, resistente y suficientemente potente, mientras que la dirección dirige al coche con tanta naturalidad como facilidad. En suma, regala al pasaje ese equilibrio que mencionamos, un acierto, incluso si viaja moderadamente cargado.
Peugeot comercializa el nuevo familiar 508 SW con motores de gasolina turbo PureTech de 180 y 225 CV, pero también con los turbodiésel BlueHDi (equipados con uno de los mejores, por suave, silencioso y progresivo, sistemas start & stop del mercado) de 130, 160 y, como aquí, 180 CV.
Esta mecánica asegura una marcha suficientemente ágil, que no deportiva. Su empuje es lineal desde baja velocidad, y aunque acelerando a fondo se deja sentir, sobre todo si está fría, una vez llegamos a velocidad de crucero apenas se nota.
Incluso con carga y pasajeros a bordo, el reprís es suficiente para adelantar con seguridad o afrontar largos repechos y puertos de montaña. El paso de 0 a 100 km/h (medición de aceleración habitual) es de 8,4 segundos, mientras que la velocidad punta asciende a 230 km/h. Es decir, consiente ritmos elevados con facilidad, por mucho que no sea un cohete.
Hay más: cifra un gasto medio oficial de 4,7 l/100 km (124 g/km y etiqueta C de Tráfico), que en la práctica escala a 6 o 7 l/100 km de promedio real, lo que no deja de estar nada mal para un automóvil de su envergadura y peso (1.585 kilos sobre la báscula). Es más, aunque el depósito no es particularmente grande (solo 55 litros), al no consumir en exceso cunde para afrontar largos trayectos.
Por cierto, como única alternativa esta mecánica de gasóleo asocia una caja de cambios automática EAT8 mediante convertidor de par (debajo); la tracción es estrictamente delantera.
Permite además una modalidad de uso manual secuencial a través de levas en el volante (son fijas, ancladas a la columna de la dirección) o directamente actuando sobre el selector de la consola. Su funcionamiento es, una vez más, muy correcto, sin resbalamientos y con engranajes progresivos y bien filtrados.
El nuevo 508 SW cuenta con selector de modos de conducción Drive Mode (debajo, junto al botón cromado de arranque, sobre la consola) que da a escoger entre una posición más dinámica, otra que prima el confort (la más recomendable para uso cotidiano), una manual, otra que antepone la eficiencia y una quinta individual. Unos y otros modulan en plena marcha la respuesta de motor, cambio, dirección, suspensión activa… aunque el salto entre escalones no es excesivamente apreciable.
Por último, el equipamiento de serie, como refleja la ficha bajo estas líneas, es completísimo en esta terminación tope de gama. Por ejemplo, la factura base trae consigo desde faros full LED a cámara de retrovisión, pasando por asientos delanteros calefactados y con certificación ergonómica AGR, navegación Peugeot Connect, equipo de sonido Focal Premium Hi-Fi System, radio digital DAB…
Curiosamente, por otros como el cargador inalámbrico tipo Qi hay que pagar aparte, lo mismo que por el control de crucero adaptativo con función Stop&Go o el techo panorámico practicable. En todo caso, la suya es, globalmente, una tarifa competitiva, en particular si lo medimos frente a la competencia más exclusiva, siempre peor equipada de serie.
Fotos: Paloma Soria
TIPO DE MOTOR | Diésel, 4 cilindros en línea, sobrealimentado |
CILINDRADA | 1.997 cm3 |
POTENCIA | 180 CV a 3.750 rpm |
PAR MÁXIMO | 400 Nm a 2.000 rpm |
V. MÁXIMA | 230 km/h (autolimitada) |
ACELERACIÓN | 8,4 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 4,7 l l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.778 / 1.859 / 1.420 mm |
NEUMÁTICOS | 235 / 40 R 19 |
PESO EN VACÍO | 1.585 kg |
MALETERO | 530 – 1.780 l |
PRECIO | 43.400 € |
GAMA DESDE | 28.750 € |
CUOTA RENTING | 744 €/mes* |
LANZAMIENTO | Abril de 2019 |
*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Alarma de cambio involuntario de carril; alerta de riesgo de colisión y Active Safety Brake; asistencia activa para estacionamiento en paralelo o línea; asistente de arranque en pendiente Hill Assist; bloqueo infantil de puertas traseras eléctrico; capó activo; sensor luces largas; cámara trasera; detección de atención del conductor; sensores de aparcamiento; faros full LED; pilotos traseros LED; frenada automática post colisión; volante multifunción en cuero; pedales y reposapies de aluminio; vigilancia del ángulo muerto; sensor crepuscular; freno de parking electromecánico; control de velocidad con limitador; navegador Peugeot Connect y sistema de sonido FOCAL Premium Hi-Fi System (10 altavoces y auriculares inalámbricos).
Opcinal: Visión nocturna (1.247 €); techo panorámico practicable (1.247 €); tapicería de cuero Sellier en negro o rojo (1.663 €); carga inalámbrica para smartphone tipo Qi (104 €); alarma (364 €); enganche de remolque escamoteable (831 €); pintura metalizada (613 €); pintura Rojo Ultimate o Blanco Nacarado (821 € portón trasero manos libres (468 €); regulador de velocidad con Stop&Go (499 €); Pack Drive Assist Plus (499 €) y Pack City con cámara 360º (1.039 €).