Nos ponemos a los mandos del Opel Corsa vinilado.
Nos trasladamos hasta la región de Horncbach (Alemania) para ser partícipes de los últimos test realizados en la nueva generación del Opel Corsa, meses antes de que se inicie su comercialización, prevista para otoño.
Hablar del Opel Corsa es hacerlo del modelo más importante de la historia de a firma alemana. Con más de tres décadas y media de vida y cinco generaciones a sus espaldas, el utilitario alemán ‘made in Spain’ (se fabrica en la planta zaragozana de Figueruelas) ha conseguido conquistar el corazón de casi 14 millones de conductores.
Ahora, con la sexta entrega a punto de ser desvelada, la firma del rayo está centrada en ultimar los test finales antes de su producción definitiva. Pruebas en las que hemos tenido la oportunidad de participar de manera exclusiva.
Echándole imaginación
Aunque pocos sean los atributos estéticos que se le intuyen como consecuencia del exhaustivo y opaco camuflaje con el que están ataviadas las cuatro unidades que Opel ha preparado para nosotros, lo cierto es que sí se percibe un silueta más musculosa y deportiva que la del actual modelo.
Vías más anchas, pasos de rueda más prominentes y unos voladizos ligeramente más cortos, consiguen que la sensación general sea de mayor empaque.
Los únicos rasgos visibles corresponden con los grupos ópticos, en donde destacará la inclusión de la tecnología LED Matricial (Intellilux LED Matrix) convirtiéndole en el primer utilitario del sector en equiparla. De los traseros, también LED, solo se muestra una pequeña tira, la obligatoria para poder circular bajo este atuendo.
Peso pluma
Con todo, este nuevo Opel Corsa crece tanto en longitud, llegando ahora a los 4,06 metros de largo, como en anchura, mientras que la altura se ha rebajado en 48 mm, hasta los 1,43 metros. No obstante, el dato que más sorprende quizá sea el relativo a su peso.
Gracias al empleo de la nueva plataforma modular CMP del Grupo PSA, el nuevo Opel Corsa (que compartirá estructura con el Peugeot 208) ha conseguido rebajar su masa total en 108 kilos lo que implica que, en el mejor de los casos, la versión más liviana del utilitario quedaría por debajo de los 1.000 kilos, concretamente en 980 kilos (sin conductor).
Dieta que tiene una consecuencia positiva en su dinámica de conducción, percibiéndose como un coche mucho más ágil y reactivo que el modelo precedente. En este sentido, la base CMP también tira de oficio al proporcionarle un 15% más de rigidez torsional, circunstancia que se nota en tramos revirados como los de la zona de la Selva Negra por la que nos movemos.
Almas gemelas
Como apunte a la mención del Peugeot 208 decir que desde la firma son conscientes del aporte positivo que su primo hermano francés les ha otorgado, pero en palabras de Thomas Wanke, ingeniero líder global de desarrollo de prestaciones de vehículo, “la base es el único elemento que compartimos con el Peugeot 208, el resto: amortiguadores, dirección, frenos…, en definitiva, la puesta a punto del Opel Corsa, corre íntegramente a cargo de Opel”.
No en vano, pese a su afiliación con el Grupo PSA, el Opel Corsa ha sido desarrollado desde cero en Rüsselheim y, como decíamos al principio, mantendrá su fabricación en la planta española de Figueruelas, la cual progresivamente está adaptando sus líneas de montaje a la llegada de esta sexta entrega del utilitario alemán.
Electrificado
Una adaptación que gana reconocimiento dada la electrificación que sufrirá el Opel Corsa y que obligará a cambiar varios de los componentes de la cadena de producción. En efecto, una de las principales virtudes de la nueva plataforma CMP es su modularidad, no solo en términos de estructura y diseño, sino de variedad mecánica.
Con el reciente anuncio del lanzamiento del Opel Grandland X Hybrid4, Opel sigue adelante en su estrategia de electrificación de gama y el nuevo Opel Corsa será el primer eléctrico de la era PSA (la marca ya comercializa en algunos países la segunda generación del Ampera-e).
De momento no se han desvelado datos concretos, pero todo apunta a que, aquí sí, compartirá elementos con el ya anunciado Peugeot e-208, por lo que estará impulsado por un motor eléctrico de 136 CV que recibirá la energía de una batería de 50 kWh de capacidad con la que poder recorrer un máximo de 340 km (en ciclo WLTP) hasta que tenga que volver a enchufarse a la red. Para obtener el 100 % de la carga, los tiempos variarán entre los 30 minutos y las 16 horas en función de la toma.
Antes del verano, Opel abrirá las peticiones para reservar el Corsa eléctrico, aunque las primeras unidades no se entregarán hasta comienzos del próximo año, previsiblemente para el mes de enero.
Prima la gasolina
Unos meses antes, durante el otoño, la sexta entrega del Opel Corsa comenzará a rodar y lo hará con cuatro versiones disponibles, tres de ellas gasolina y una diésel. La primera terna estará formada por los 1.2 Turbo tricilíndricos con 75 CV (en este caso es atmosférico), 100 CV y 130 CV; mientras que el integrante de gasóleo correrá a cargo del 1.5 D de 100 CV.
Todos se combinarán con la caja de cambios manual de seis relaciones, a excepción del gasolina de 130 CV que lo hará en exclusiva con la nueva automática con convertidor de par, de ocho relaciones.
Una de las principales peculiaridades de este nuevo Opel Corsa es que, independientemente de la versión escogida, las cifras de emisiones y consumo serán siempre mejores que en el actual modelo.
Un breve vistazo al interior
Una vez los puntos quedan claros, toca iniciar la ruta. 180 kilómetros de carreteras secundarias que forman parte de los innumerables test a los que el nuevo Opel Corsa ha sido sometido.
Una vez el modelo germano ha pasado con nota las pruebas invernales en la Laponia sueca (con picos de -30ºC), las de alta velocidad sobre el anillo del Centro de Pruebas de Dudenhofen, las nocturnas realizadas en el mismo trazado o las de estanqueidad, entre otros, toca que nosotros lo probemos por primera vez.
Acomodados en el puesto de conducción, la primera sensación que tenemos es la de amplitud. Opel confirma que el interior ha crecido sustancialmente. Con una batalla de 2,54 metros (28 mm más) el protagonismo lo comparten tanto la anchura general como la capacidad del maletero que asciende hasta los 309 litros (24 más). Cierto es que la boca de carga nos deja algo contrariados al estar colocada muy lejos del suelo y tener unas formas poco ergonómicas.
Pensando en todos
Del espacio trasero poco o nada podemos contar, dado que no tuvimos acceso a él, pero un primer vistazo nos hace intuir que dos adultos de estatura media irán relativamente cómodos.
Lo que sí notamos, como decimos, es una postura de conducción radicalmente distinta a la del actual Opel Corsa. Colocados muy abajo, resulta sencillo encontrar rápidamente la postura, hecho al que se suma un salpicadero orientado hacia nosotros, con una pantalla táctil que aglutina casi todas las funciones del vehículo pero que no elimina los siempre efectivos mandos analógicos.
En marcha
La visibilidad general es bastante buena, aunque el pilar A nos ha resultado algo ancho, sensación que confirmamos al enlazar varias curvas, pues evita que veamos con claridad el vértice. Y no es que le intentemos sacar el punto deportivo, es que la ruta preparada por Opel discurrió en su práctica totalidad por carreteras de montaña.
Allí es donde comprobamos la excelente puesta a punto que ofrece. Con un 80% de madurez del vehículo, estas unidades fabricadas en el mes de enero, se comportan sin fisuras.
La dirección se nota rápida y precisa, la amortiguación es firme pero confortable y el motor empuja con solvencia.
Novedades
Para la ocasión probamos tanto la combinación del 1.2 T de 130 CV con la EAT8 como el 1.2 T 100 CV, manual. Sin duda, el primero es quien se lleva todos los elogios, por respuesta, sonoridad y dinamismo, aunque desde Opel son conscientes de que el segundo es el que acaparará el mayor grueso de ventas.
En ambos, la opción de equipar un programa el selector de modos con el programa Sport se torna como indispensable, mientras que en el automático, los que quieran gozar de un mayor control, siempre podrán activar el modo manual y manejarlo mediante las levas situadas tras el volante.
En definitiva
La sexta generación del Opel Corsa está prácticamente definida. Pocos son los test restantes antes de su puesta de largo oficial, pero lo cierto es que esta primerísima toma de contacto ha servido para comprobar las múltiples mejoras implantadas, principalmente en términos de dinamismo.
En este sentido, no podíamos abandonar esta región sin preguntar a sus máximos responsables sobre una más que factible versión GSi o, por qué no, otra OPC. Sin llegar a ser claros, su cara lo decía todo. Y es que ¿por qué dejar pasar la oportunidad de convertirse en el utilitario más emocional del mercado?
Texto: Karam El Shenawy