El Volkswagen Toureg ha superado su etapa de 4×4 para llamar a las puertas de los SUV premium.
Desde el cese de fabricación del Phaeton, Volkswagen cedía el título de portaestandarte al Touareg , un modelo nacido como todoterreno de lujo que disfrutó, ya desde su lanzamiento, de un excelente ritmo de ventas. No es para menos. El Touareg comparte linaje con algunos de los productos más refinados del grupo Volkswagen, como son el Audi Q7 o el Porsche Cayenne . No hablemos siquiera del Bentley Bentayga, con el que comparte buena parte de su ADN.
Con esto en la mano, el Touareg es por méritos propios un producto excelente, más en su tercera generación. Con ella Volkswagen ha querido hacer algo diferente, empezando por el diseño, que ahora sí gira cabezas. Los faros casi parecen integrarse en la gigantesca parrilla (comparte pinceladas con los últimos SUV de la marca, el Tiguan y el T-Roc), mientras que, casi como por arte de magia, todavía sigue reconociéndose como un Touareg.
Adiós a los botones
Donde no cabe reconocer ni un solo ápice de parentesco con anteriores ediciones es en el habitáculo. Los de Wolfsburgo han digitalizado por completo el interior, donde destaca un salpicadero con tantos botones físicos como dedos de una mano.
Ellos lo denominan Innovision Cockpit, y consiste en un cuadro de mandos digital de 12 pulgadas unido a una pantalla multimedia táctil central de 15 pulgadas. Su gigantesco tamaño es el centro de atención en el habitáculo, y el centro de mando del vehículo.
Desde allí se controla el navegador, la radio e incluso la climatización, que reserva una barra en la parte inferior para no tener que acceder a ella mediante submenús. Buen punto. El funcionamiento es fluido, bastante intuitivo y hasta permite un básico control gestual.
En contrapartida, su tamaño da lugar a incómodos brillos, además que está muy orientada hacia el conductor, lo que dificulta su manejo al pasajero. Y luego está el precio: 4.230 €. Afortunadamente es un equipo de serie en este nivel R-Line.
Como en casa
El resto es lo esperado, buenos acabados, materiales mullidos allí donde se posan las manos… y la vista, y un conjunto en general muy sólido que puede ser personalizado al gusto. Es también amplio, amplísimo. Aunque no hay opción a siete plazas, eso queda reservado para su hermano Audi Q7, el Touareg goza de muy buenas cotas internas, especialmente atrás, donde caben con holgura tres pasajeros de talla grande, el central más incómodo por las formas del asiento.
Cierra el apartado un maletero gigantesco: desde 615 litros y hasta 810 con la fila trasera en su posición más vertical y adelantada. Un dato más, esta nueva generación crece 7,7 cm hasta los 4,87 m de largo, pero es también más ancho (1,98 m).
Volkswagen no ha querido perder la oportunidad de cargar su buque insignia de la última tecnología de asistencia a la conducción. Acude a los más avanzados, como frenada de emergencia automática, control de velocidad de crucero con asistente en atascos, detector de ángulo muerto, cámaras de visión 360º o el tan de moda aviso por tráfico cruzado, ahora también delantero.
Sin embargo, la joya de la corona es un sistema de iluminación LED matricial IQ.LIGHT de funcionamiento inmejorable. Puede combinarse, además, con un también nuevo asistente de visión nocturna por infrarrojos.
Máxima potencia
Aunque la gama mecánica del Touareg se completará en los próximos meses, por el momento solo se compone de dos motores V6 diésel de 231 y 286 CV de potencia, este último objeto de nuestra prueba. Es un motor de sobra conocido que casa perfectamente en este todoterreno.
Apenas se oye y empuja con mucha fuerza cuando se le exige, a cambio de un consumo medio muy cercano a los 7,5 l/100 km. Grandísimas cifras. Va atado necesariamente a un cambio automático Tiptronic de convertidor de par y 8 velocidades que le permite abarcar un amplísimo rango de uso. Tanto es así que Volkswagen ha desechado la reductora, a la vez que podemos rodar a ritmo de autopista a apenas 1.500 vueltas. Tal vez los 600 Nm de par tengan la culpa.
Se asocia igualmente a la tracción total 4Motion, que autoriza mediante modos de conducción una por de opciones pensadas para un uso fuera del asfalto (una cualidad menos destacable ahora que en anteriores ediciones).
Dan prioridad a la tracción a la vez que elevan la altura de la carrocería cuando está equipada la suspensión neumática. Esta, además de suave y cómoda en carretera, eleva hasta 75 mm la carrocería: es ese caso el ángulo de ataque es de 25º, el de salida de 31º y el ventral de 25º, con una altura de vadeo de 570 mm.
Eso como todoterreno. Como turismo es un vehículo cómodo y más ligero de lo que aparenta. Dinámica que puede, 9.322 € mediante, equipar suspensión neumático, eje trasero direccional y estabilizadoras activas, un capricho que, por un momento, eliminan cualquier desventaja que un SUV podría tener frente a un turismo convencional.
Fotos: Paloma Soria
Ficha técnica del Volkswagen Touareg R-Line V6 TDI 286 CV triptronic 4Motion
TIPO DE MOTOR | Diésel, 6 cilindros en V, turboalimentado |
CILINDRADA | 2.967 cm3 |
POTENCIA | 286 CV entre 3.500 y 4.000 rpm |
PAR MÁXIMO | 600 Nm entre 2.250 y 3.250 rpm |
V. MÁXIMA | 235 km/h |
ACELERACIÓN | 6,1 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,6 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.878 / 1.984 / 1.717 mm |
NEUMÁTICOS | 285 /45 R 20 |
PESO EN VACÍO | 2.070 kg |
MALETERO | 615 l |
PRECIO BASE | 81.125 € |
GAMA DESDE CUOTA RENTING | 64.715 € 1.524 €/mes |
LANZAMIENTO | Julio 2018 |
Equipamiento del Volkswagen Touareg R-Line V6 TDI 286 CV Triptronic 4 Motion
De serie: frenada de emergencia automática; control de velocidad de crucero adaptativo; lector de señales de tráfico; asistente de mantenimiento de carril; iluminación LED; pilotos LED; Head-up Display; climatizador bizona; retrovisores exteriores eléctricos; cámara de visión trasera; selector de modos de conducción; Digital Cockpit de 12”; sistema multimedia Discover Premium de 15” con navegador; Bluetooth; sistema de entrada y arranque sin llave; asientos delanteros ergoComfort de ajuste eléctrico; tapicería en cuero; volante R-Line calefactable; portón del maletero de apertura eléctrica; techo solar panorámico y llantas de 20 pulgadas.
Opcional: paquete exterior R-Line Black Style (3.025 €); cuero Savonna (1.365 €); iluminación LED matricial IQ.LIGHT (2.260 €); iluminación ambiente Premium (460 €); climatizador de 4 zonas (1.065 €); asientos delanteros ventilados y con masaje (1.520 €); cierre servoasistido de puertas (730 €); asistente de visión nocturna (2.200 €); paquete de asistentes a la conducción Pemium (1.185 €); suspensión neumática con eje trasero direccional (3.445 €) y sonido DYNAUDIO 730 W (1.935 €).