El excampeón de Fórmula 1 Nico Rosberg, ahora metido a Youtuber, está destinando su ‘jubilación’ a cumplir los deseos de la gran mayoría de los aficionados al mundo del motor. Se está dedicando a probar algunas de las máquinas más impresionantes del planeta, tanto clásicas como actuales, y la última que ha pasado por sus manos ha sido el Ferrari Monza SP1, un bólido nacido en las entrañas de Maranello, con un aspecto de vehículo histórico de resistencia y que tiene un precio de mercado de 1,7 millones de euros.
El bueno de Rosberg se ha dedicado a buscar sus límites tanto en pista cerrada, en el circuito de Fiorano, como en carretera convencional (entendemos que cerrada al tráfico). Aquí se le puede ver haciendo todo tipo de aceleraciones, derrapadas y enlaces de curvas que pondrían nervioso a más de uno.
Rosberg ha podido conocer las entrañas de la industria Ferrari. Aunque fue su rival en Fórmula 1 siendo piloto de Williams (cuando el equipo británico aún luchaba por victorias y podios) en primer lugar y después en Mercedes-AMG, con la que fue campeón en 2016, no ha tenido remilgos en visitar Maranello para conocer a fondo la planta de donde salen los sueños de muchos.
Así, ha visitado las oficinas, las mesas de diseño y las líneas de producción, así como el museo en el que se exhiben una buena muestra de los vehículos que han convertido al ‘Cavallino Rampante’ en leyenda. Sin embargo, la parte que queda reservada a solo unos pocos ha sido la probar algunas de las últimas creaciones de la casa en el circuito de pruebas que tiene Ferrari y posteriormente en carretera convencional.
Aquí se le ha podido ver al volante del Ferrari F8 Tributo, que no está nada mal, aunque el plato fuerte del menú ha sido el contacto del Ferreari Monza SP1, un vehículo equipado con un V12 de 6,5 litros atmosférico de 810 CV y 719 Nm de par, que acelera en el 0 a 100 km/h en solo 2,9 segundos y una punta de velocidad superior a los 300 km/h.
Con este logró girar el circuito de Fiorano en solo 57,3 segundos cuando el récord de la pista está en 55,99, un tiempo que firmó Michael Schumacher con el Ferrari F2004 con el que consiguió su séptimo y último título de Fórmula 1. Ahora, el coche de calle más rápido había sido el Ferrari FXX con 1:16.2.
Pero esto no era suficiente. Posteriormente se trasladó a una carretera de las cercanías de Maranello para descubrir las cualidades del superdeportivo de Ferrari. Aquí se le puede ver haciendo derrapadas de todo tipo y aceleraciones y frenadas de infarto demostrando que el precio del vehículo, 1,7 millones de euros, no es casual.