Prueba Mitsubishi Outlander 200 MPI, la versión gasolina de acceso

La versión de acceso del Mitsubishi Outlander es más interesante de lo pensado

Los SUV están causando tanta sensación que los fabricantes se lanzan a todos los segmentos. Mitsubishi tiene ya historia en esto de los SUV, y no hay mejor ejemplo que el Outlander, que ha ido evolucionando en el tiempo hasta convertirse en uno de los pilares base del fabricante. Con una gama variada compuesta principalmente por un motor diésel y un híbrido enchufable que se lleva todos los elogios, ha y todavía un hueco para su versión de acceso. Ponemos a prueba el Mitsubishi Outlander 200 MPI, con una mecánica de gasolina y 150 CV de potencia.

Solo de acceso

El Mitsubishi Outlander con el motor de acceso se comercializa realmente como una versión de acceso que solo puede asociarse al acabado más bajo, el “Motion”. Esto nos deja, sin embargo, con una carrocería tan atractiva como la de cualquier otro Outlander. Y es que el estilo transgresor de su carrocería se mantiene intacto. Con ello me refiero a una parrilla envolvente con un enorme marco cromado o unos faros rasgados colocados en una posición muy alta.

Sin ir más lejos, trae de serie ópticas traseras en tecnología LED y llantas de aleación de 18 pulgadas. No parece una versión de acceso al uso, y con ello Mitsubishi consigue atraer a un cliente que necesita un SUV de gran tamaño sin necesidad de desembolsar mucho más de los 20.000 €. Son concretamente 23.393 € los que cuesta un Outlander como este. Eso sí, hay que tener en cuenta que no ofrece ni variaciones en el motor, ni en la caja de cambios, ni en el equipamiento. Es un paquete absolutamente cerrado.

Solo con 5 plazas

De nuevo, el paquete cerrado llega a la hora de configurar el habitáculo de nuestro Mitsubishi Outlander 200 MPI. En orden de crear una versión de acceso, no ofrece la opción de configurar el habitáculo con 7 plazas, como sí ocurre con otros modelos. Es algo parecido a lo que ocurre con el híbrido “PHEV”, aunque en aquella ocasión es por motivos técnicos.

Así, el interior es calcado al de un Outlander cualquiera, con un diseño sobrio dominado por los colores oscuros. La sencillez prima. No hay exceso de botones, como tampoco florituras. De hecho, nos damos cuenta de que “falta” equipamiento cuando vemos varias tapas repartidas. Por ejemplo, en la consola central el botón que controla la tracción total en los modelos que la equipan desaparece. Probablemente alguna moldura específica para estos casos quedaría mejor, pero no es algo destacable. En todo caso, la calidad queda demostrada con un conjunto sólido que no presenta grillos o ruidos aun circulando por terrenos rotos.

Las plazas delanteras son amplias, con sillones de gran tamaño que aceptan bien cualquier talla. Se echa de menos, eso sí, algo más de apoyo en los laterales, sobre todo cuando afrontamos carreteras reviradas. Atrás caben tres personas, pero resulta extraño que Mitsubishi no haya optado por una configuración de tres asientos reales, sobre todo dado el tamaño del vehículo. En su lugar, el asiento central en más estrecho, sin forma y más duro. El túnel central, por contra, no es demasiado intrusivo conociendo que la carrocería acepta un sistema de tracción total. Las cotas para la cabeza y las piernas son francamente buenas para prácticamente cualquier altura.

Suficiente

Es probable que, habiendo hablado en varias ocasiones que es una versión de acceso, pienses el Mitsubishi Outlander 200 MPI peca de falta de potencia. Contrariamente a lo pensado, acude a un motor de gasolina atmosférico do 2,0 litros y 150 CV de potencia. Es una cifra más que justa para mover la carrocería del Outlander, a pesar de la tonelada y media que pesa. Eso sí, va asociado únicamente a una caja de cambios automática de variador continuo (CVT). Esto, en cierto modo, ayuda a este SUV a comportarse con soltura en condiciones normales. Y es un detalle importante, pues tiene que convivir con solo 195 Nm de par.

La linealidad y la suavidad es la clave que ronda a este modelo, culpa de una caja de cambios que prácticamente limita las revoluciones del motor a 2.000 vueltas. En condiciones normales, sin exigir potencia, será el máximo régimen que alcanzaremos, pues la caja de encarga de extraer, teóricamente, la quintaesencia del motor en el momento adecuado. Esto, además, permite que el sonido que se introduce en el habitáculo sea mínimo, generando una mayor sensación de confort.

Cuando la demanda de potencia es mayor el motor se revoluciona y queda estático, cortesía de este tipo de transmisiones. La velocidad va subiendo sin notar ningún tirón o cambio de régimen. Es en estos momentos cuando el motor ya se introduce más en el habitáculo en forma de rumorosidad. No consigue, sin embargo, molestar ni en las aceleraciones más fuertes. Al menos no más que un motor de gasolina con una caja de cambios que estire las marchas.

Los 150 CV mueven, a menos que busquemos las prestaciones, con soltura el Outlander. Puede que con la máxima carga de cinco pasajeros las tornas cambien, pero en condiciones normales no hay falta de potencia. Esto dice mucho de una versión de acceso que busca el mínimo precio. A su vez, el consumo no es del todo elevado, teniendo en cuenta la configuración mecánica. En condiciones reales es habitual moverse en unos 7 l/100 km de media.

Rutero

La configuración de chasis del Mitsubishi Outlander 200 MPI busca el confort. Es de esos SUV donde el comportamiento deportivo no es una prioridad, y esto se agradece. La suspensión filtra muy bien las irregularidades del terreno, a costa de contener con más esfuerzo las oscilaciones de la carrocería. Lo mismo ocurre con la dirección muy filtrada y poco informativa, pero poco importa en un vehículo que no pretende hacer el último tiempo en Nürburgring. Algo cada vez más habitual. Muy rutero y cómodo, consigue aislar con éxito el habitáculo, y este es uno de los puntos en los que ha trabajado Mitsubishi en la actualización de su modelo.

Las capacidades todoterreno son buenas. Y me explico. Es complicado encontrar actualmente un SUV cuyas capacidades fuera del asfalto sean, como mínimo, aceptables. Y con capacidades me refiero a circular más allá de simples pistas en buen estado. El Outlander lo consigue gracias a dos detalles. Por un lado la suspensión de la que hablábamos, suave y confortable en estas situaciones. Por otro lado, unos neumáticos de perfil alto. Es evidente que esta versión de acceso, que no puede optar por la tracción total no es la más capaz y adecuada, pero se defiende mejor que prácticamente toda su competencia.

Acertado

Sí, podemos afirmar que el Mitsubishi Outlander 200 MPI Motion es una decisión acertada. Para el que busque la mejor relación calidad/precio en un vehículo de este segmento, hay muy pocas opciones parecidas. Y es que no podemos olvidar todo el equipo de serie que llega por un total de poco más de 23.000 € de tarifa. Y eso sin atender a su tamaño y capacidad de pasajeros, a pesar de que no sea posible optar por un 7 plazas.

La clave de este Outlander no es tanto la falta de equipamiento o un motor humilde, sino más bien un paquete cerrado. Solo podemos escoger el motor de gasolina de 150 CV, que es además novedad en la gama 2016. Por su parte, solo se asocia a un cambio automático. Por otra parte, se convierte en una perfecta opción para el usuario que realice una gran parte de sus trayectos en ciudad. Si el presupuesto fuera mayor, entonces en esta situación el “PHEV” sería la opción acertada.

EQUIPAMIENTO Mitsubishi Outlander 200 MPI Motion

DE SERIE: Airbag frontal de conductor y pasajero, de rodilla para conductor, de cabeza delanteros y traseros, laterales delanteros, asistente de arranque en cuesta, cámara de visión trasera, control de velocidad de crucero y limitador, faros antiniebla, luz diurna LED, retrovisor interior fotosensible, retrovisores calefactador y de reglaje eléctrico, climatizador bizona, sensores de luz y lluvia, encendido mediante botón, pilotos LED, volante y pomo del cambio en cuero, llantas de 18 pulgadas, pantalla táctil de 7 pulgadas, navegación MMCS, Radio CD MP3.

OPCIONAL: Pintura metalizada.

Galería de fotos Mitsubishi Outlander 200 MPI Motion