Prueba MINI Countryman 2017, cuando más es mejor

20 cm más para el MINI más polivalente de la historia

Sería de necios decir que las tendencias actuales en el mundo del automóvil han girado hacia un hecho casi insólito, ofrecer productos más sencillos, más lógicos. De ahí que podamos aplicar con soltura aquello de “menos es más”. Con el nuevo MINI Countryman 2017, que ponemos a prueba, ocurre exactamente lo contrario, ofrecer más es su verdadera virtud.

¿El menos MINI?

Si comparamos la actual gama MINI con la original, o con la primera generación de la nueva era, sin ir tan lejos, lo cierto es que queda poco de “mini”. Los tiempos cambian, los clientes también, y por eso MINI ha sabido evolucionar su producto hacia un mercado que cada vez demanda un producto más redondo.

El nuevo Countryman mide 4,29 metros de largo, 1,82 m de ancho y 1,55 m de alto. Quédate con el dato, es 20 centímetros más largo que su antecesor. Esto es una ganancia extremadamente importante, una cifra que va más allá de los 4,25 metros del Clubman, hasta ahora el modelo más grande de su oferta.

La razón de su nuevo tamaño es sencilla, ofrecer mayor espacio interior. Donde más gana es en distancia entre ejes, lo que repercute en la habitabilidad, uno de los puntos flacos de la anterior generación. Especialmente en las plazas traseras, donde ahora dos adultos incluso de gran talla viajan con comodidad. Es de especial mención el espacio para la cabeza en las dos filas.

Otra de sus virtudes, heredadas del “estirón”, es el maletero, capaz de cubicar 450 litros, una cifra muy interesante en su segmento y 100 litros mayor que la de su predecesor. Las formas son cúbicas y bien aprovechadas, estrenando también elementos de confort como la apertura eléctrica o la apertura manos libres del portón. Abatiendo la fila trasera obtenemos un hueco de 1.390 litros.

Misma esencia

La esencia Countryman no es que siga presente, sino que se ha mantenido inalterada en el nuevo modelo. Tanto es así que visualmente asistimos a una evolución más que evidente, con unas formas que recuerdan a anteriores ediciones y que, sin embargo, ha sabido recoger el ADN de la actual MINI.

El frontal con un morro alto y musculado estrena ahora faros con luz diurna LED integrada en forma de máscara, mientras que la trasera integra unos pilotos de gran tamaño y diseño sencillo. En realidad, el Countryman es un coche sencillo, con todos los ingredientes de un SUV tipo.

La esencia, el picante, llega de la mano de la personalización, que cubre aspectos como el color del techo o de los retrovisores, los vinilos, las llantas o un paquete de estilo todoterreno que modifica sustancialmente la imagen.

Calidad y tecnología

La nueva generación MINI Countryman 2017 ahora presenta todo el equipo tecnológico que un vehículo de su clase necesita, sobre todo cuando está predispuesto a convertirse en un superventas para la marca. Lo hace siguiendo varios caminos.

El primero es el sistema multimedia, que estrena una nueva pantalla táctil hasta de 8,8 pulgadas perfectamente integrada en el clásico círculo que decora la parte central del salpicadero de cualquier MINI. Desde allí accedemos a toda la información disponible, como el navegador, la radio o los servicios conectados de “MINI Connected”.

El segundo camino seguido ha sido el de la seguridad, a través de diversos sistemas de ayuda a la conducción. Ahí están el sistema de aviso de colisión, el sistema de frenada de emergencia automática con detección de peatones, el lector de señales de tráfico, asistente de aparcamiento, el control de velocidad de crucero adaptativo o un sistema “Head-Up Display”, no demasiado frecuente en su segmento.

Todo esto se engloba en un habitáculo de mayor calidad a la vista y al tacto, cargado de material mullido en las zonas superiores y con una ausencia total de grillos o sonidos molestos una vez rodamos. La iluminación ambiente toma un papel protagonista más allá del falso velocímetro central. Ahora la moldura frente al copiloto también se ilumina según la tonalidad e intensidad que elijamos.

Detalles MINI

Hay un par de detalles que demuestran la intención de MINI por diferenciarse de su competencia, detalles que solo un MINI podría tener. El primero de ellos bebe de su propia experiencia, concretamente del MINI Cabrio. Se llama “MINI Country Timer” y no pretende más que mostrarnos cuánto tiempo hemos rodado sobre terrenos complicados, igual que el Cabrio nos dice cuánto tiempo hemos rodado descapotados.

El segundo detalle a remarcar se llama “Picnic Bench”, un elemento que al amante de la cultura británica seguro le sonará. Es una sencilla almohadilla, y a la vez protección, oculta bajo el piso del maletero que, una vez desplegada, cubre el paragolpes trasero y la boca de carga. Es un útil que permite, por ejemplo, apoyarnos para cambiarnos el calzado tras una excursión en el barro con mayor comodidad y sin estropear nuestra pintura.

A los mandos del Cooper S

La gama MINI Countryman arranca su andadura comercial de la mejor manera posible: con una completa gama mecánica. La oferta diésel arranca con el Cooper D de 150 CV de potencia (desde 30.000 €), para terminar con un Cooper SD de 190 CV (desde 35.400 €). La gama gasolina se compone del Cooper de 132 CV (desde 27.800 €) y del Cooper S de 192 CV (desde 31.500 €). Todos se pueden asociar a un cambio automático e independientemente a un sistema de tracción total “All4”.

El Cooper S es el que hemos podido probar en carreteras británicas. Dejando de lado el hecho de conducir por la izquierda, el Countryman mantiene la misma esencia MINI que cualquier otro modelo. En este sentido podemos sentenciar que no tiene comparación, que no rival.

Se muestra ágil en todo tipo de circunstancia, cortesía de una dirección de asistencia electromecánica con un tarado muy directo y de una suspensión firme que permite diferentes reglajes según el modo de conducción seleccionado de forma opcional. En otras palabras, el aumento de tamaño no ha perjudicado la dinámica, erigiéndose como el más ágil del segmento.

En contrapartida, hay opciones que apuestan de una manera más firme sobre el confort, lo que no indica que el Countryman decepcione en este sentido. En todo caso, ahora tiene más sentido que nunca, su nuevo tamaño lo hace el MINI más polivalente, exactamente el motivo por el que sale de la cadena de montaje.

El motor de 192 CV ofrece un empuje más que suficiente en cualquier situación, aunque las sensaciones no son abrumadoras. Seguro que un peso de más de 1.600 kilos para un Cooper S con cambio automático y tracción total tiene mucho que ver. Promete 6,4 l/100 km en ciclo mixto, una cifra que asciende más bien a 7,5 l/100 km.

Hablando de cambio automático, la caja de convertidor de par nos hacer olvidar por un momento las sofisticadas “doble embrague”, otorgando al SUV británico una agilidad y rapidez en el cambio que se ve reforzada en el modo “Sport” de los tres disponibles. Sorprende, en todo caso, que no haya un modo off road seleccionable, cuestión que MINI zanja argumentando que confía completamente en la electrónica.

Y es que la tracción a las cuatro ruedas “All4” envía la potencia solo a las ruedas delanteras en condiciones normales, reduciendo el arrastre y, por tanto, el consumo. Cuando el sistema detecta una pérdida de tracción conecta el eje trasero para paliar una posible pérdida del control. En conducción por carreteras rotas tampoco hemos notado su intervención, como tampoco hemos sentido la presencia de la electrónica, incluso en terreno mojado, lo que da buena cuenta de su puesta a punto.

Donde no destaca, y MINI lo tiene claro, es en capacidades fuera de la carretera, donde su altura libre al suelo de solo 16,5 cm se nos antoja más que justa. La suspensión, antes firme, tampoco ayuda, y su tarea será simplemente la de solventar la circulación por pistas de baja dificultad. Y añado, como prácticamente la totalidad de la oferta SUV.

Dos versiones “picantes”

La nueva generación del Countryman estrena dos nuevas versiones, una de ellas inédita. El MINI Cooper S E Countryman All4 es su versión híbrida enchufable, por primera vez en un modelo de la marca. Emplea un motor térmico de gasolina y 136 CV junto con otro eléctrico, que mueve las ruedas traseras, de 88 CV. El total es de 224 CV y homologa una autonomía eléctrica de 40 kilómetros.

La otra variante es la que verdaderamente plasma el carácter MINI en la carrocería de este SUV. El MINI John Cooper Works Countryman no solo estrena un nuevo paquete de carrocería más deportivo, sino que introduce un motor de gasolina y 231 CV de potencia que trabaja junto al sistema de tracción total “All4”.

Ficha técnica MINI Cooper S Countryman All4 Aut.

Tipo de motorGasolina, 4 cilindros en línea, turbo
Cilindrada1.998 cm3
Potencia192 CV a 5.000 rpm
Par máximo280 Nm entre 1.250 y 4.600 rpm
V. máxima222 km/h
Aceleración7,2 s (0 a 100 km/h)
Consumo6,4 l/100 km (mixto)
Medidas4.299 / 1.822 / 1.557 mm
Neumáticos225/ 55 R 17
Peso en vacío1.605 kg
Maletero450 l
Precio base35.650 €
LanzamientoFebrero de 2016
Entrada Relacionada