Prueba Mercedes-Benz Clase E 220d 2016, ¡brillante!

El Mercedes-Benz Clase E 220d 2016 presume de más refinamiento

Siempre resulta interesante comprobar qué ha cambiado en un modelo “Premium“, cuando, a priori, el margen de mejora debería ser limitado. En el caso del Mercedes-Benz Clase E 220d 2016, las pocas fisuras que podía presentar su antecesor no solo han desaparecido, sino que, además, ofrece otros muchos nuevos argumentos. Te los detallamos a continuación en esta prueba a fondo. Comenzamos.

Por su larga tradición, las berlinas de la casa alemana merecen un análisis exhaustivo y pormenorizado. Pueden gustar más o menos que las de BMW o Audi, pero el componente histórico está ahí e implica mucho respeto. Eso sí, la firma de la estrella no vive del pasado y, en cada creación, demuestra un rejuvenecimiento estético muy acusado, de tal forma que ahora todos sus coches pueden ser considerados como una opción de compra para clientes más jovenes… con una cuenta corriente muy, muy saneada.

El Clase S como referencia

En este punto, puede comenzar un interesante debate. El nuevo Clase E toma claras y nítidas referencias del Clase S, hasta el punto de poder calificarse como su hermano pequeño. Lo mismo sucedió en la llegada del Clase C, por lo que las tres berlinas parecen sacadas de un mismo molde. ¿Esta decisión gusta? ¿Es acertada? El tiempo lo irá diciendo. Bajo mi punto de vista, el atractivo de este trío es innegable, si bien se agradecería que cada una tuviese su propia personalidad. El caso es que esta tendencia cada vez la están empleando más marcas, así que habrá que adaptarse…

En el caso de nuestra unidad de pruebas, incorporaba los paquetes “AMG Line Exterior” y “AMG Line Interior“, básicos para dotar al coche de un componente emocional realmente atractivo. Suponen un extra en la tarifa de 4.006 €, pero el cliente objetivo seguro que puede permitirse este sobrecoste. Sin duda, el mayor o menor esfuerzo monetario merece mucho la pena. El frontal y la zaga específicos, junto con las estriberas laterales y unas llantas de 18 pulgadas, delante, y de 19, detrás, enamoran a cualquiera. Por su parte, el volante de tres radios, achatado por la parte inferior, los asientos de cuero y el tapizado de color negro en el techo y los pilares emanan deportividad en el habitáculo. Apúntalas como opciones casi, casi obligatorias.

Nuevo motor en un Mercedes-Benz

Toca hablar ahora de la gran primicia del Mercedes-Benz Clase E 220d 2016, su motor diésel. Estrenado en este coche, tiene 4 cilindros, cubica 2,0 litros y, por supuesto, está turboalimentado. Desarrolla 194 CV a tan solo 3.800 rpm y 400 Nm a partir de las 1.600 vueltas. Su bloque está compuesto íntegramente de aluminio y utiliza AdBlue para reducir al máximo los óxidos de nitrógeno que él mismo genera.

Después de estos datos técnicos, queda lo mejor, que es su funcionamiento. Respecto al anterior, de 2,1 litros y 170 CV, la sonoridad se ha reducido considerablemente, sobre todo, en los primeros kilómetros, cuando se circula en frío. También resulta más suave cuando sube de vueltas y otorga un gran empuje desde muy, muy bajas revoluciones. Basta echar un vistazo a las prestaciones para darnos cuenta de que esta mecánica proporciona cifras contundentes. Los 240 km/h de velocidad máxima y los 7,3 segundos que tarda el coche en acelerar de 0 a 100 km/h garantizan ritmos muy elevados en un abrir y cerrar de ojos.

¿Y el consumo? Homologa 3,9 litros cada 100 kilómetros, cuatro décimas menos que el anterior CDI. En conducción real, se traduce en medias en torno a 6,0 litros, nada exagerado teniendo en cuenta el potencial del vehículo. A la espera de la mecánica de gasóleo de 150 CV, seguro que este bloque será, inicialmente, el más demandado en España.

Un pequeño cine

¿Más primicias? Pasemos al habitáculo para seguir con ellas. Allí nos encontramos con la opcional instrumentación digital, compuesta por dos pantallas de 12,3 pulgadas cada una, que carecen de manejo táctil. En la de la derecha se visualiza todo el sistema multimedia, incluido el navegador. Ambas ofrecen una nitidez fantástica y, aunque incida en ellas la luz del sol, no tenemos que lamentar ningún tipo de reflejo. Además, su posición resulta perfecta para desviar poco la mirada de la carretera. El único pero destacable en este apartado es que el volante me tapaba algunos datos de la instrumentación, los situados en la parte superior de la misma.

La personalización de estas pantallas puede llevarse a cabo a través del volante y también con el mando central, situado entre los dos asientos, al que no cuesta adaptarse. Tampoco son complicados de manejar los nuevos mandos táctiles “Touch Controls” del propio volante multifunción, cuyo uso se asemeja al de cualquier teléfono móvil actual.

Me pido ser Bautista

Llega la hora de describir el dinamismo del alemán. Antes de ponermos manos a la obra, conviene explicar que nuestra unidad de pruebas estaba dotada del tren de rodaje “AGILITY CONTROL” con altura rebajada 1,5 centímetros, respecto a la convencional. Esta supensión con amortiguadores adaptativos viene de serie con el paquete “AMG Line Exterior”. También conviene recalcar que el Clase E incluye de serie el control dinámico de la conducción “DYNAMIC SELECT“, formado por cinco programas: “ECO“, “Comfort“, “Sport“, “Sport+” e “Individual“, este último configurable. Los parámetros que pueden adaptarse son la respuesta del acelerador, el funcionamiento del cambio automático con convertidor de par “9G-TRONIC“, de 9 velocidades, y la asistencia de la dirección.

Si esperas que comente algo negativo sobre su capacidad rutera, te vas a llevar un chasco. A la hora de hacer kilómetros “cómodos”, el germano premia con un aplomo, un confort y un silencio de marcha digno de una limusina. La denominada calidad de rodadura merece una altísima calificación. Nada perturba el disfrute del conductor, que puede pasarse más tiempo del recomendable al volante sin apenas notar cansancio. La puesta a punto más deportiva no ofrece una respuesta seca al pasar por las irregularidades, sino que da margen incluso en carreteras poco cuidadas. En este punto, Mercedes-Benz no ha olvidado que se trata de un vehículo de tintes familiares.

Mención especial merece la transmisión “9G-TRONIC“, actualmente, la única disponible en la gama. Su suavidad a la hora de realizar los cambios de velocidad y su fantástica gestión de las marchas son referentes entre su competencia. Salvo en el modo “Sport+“, donde puede aparecer una pequeña sacudida esporádica, fruto del carácter deportivo del programa, el conductor no notará las transiciones que realiza. Las levas ancladas detrás del volante sirven para redondear una caja que merece todo tipo de felicitaciones.

¿Y en las curvas?

Toca meternos en curvas para ver hasta dónde llega el límite dinámico. Ciertamente, el Mercedes-Benz Clase E 220d 2016, de propulsión trasera, prefiere las de radio amplio, aquellas que pueden pasarse a gran velocidad sin un fuerte apoyo lateral. En ellas, los anchos neumáticos del paquete “AMG Line Exterior”, de 245 milímetros delante y 275 detrás, se alían con el conductor para pasarlas a gran velocidad. En la prueba más difícil, las zonas “ratoneras” de un puerto, el alemán tiene que lidiar con sus amplias dimensiones y con una dirección, de asistencia perfecta, pero no especialmente directa. En este tipo de escenario, el conductor notará cómo la carrocería oscila con nobleza, sin llegar a tener que realizar correcciones en plena trayectoria. Las leyes de la física le impiden destacar frente a la competencia en este punto, aunque tampoco tiene nada que envidiar al resto de contrincantes.

Mejor para cuatro

Desde el punto de vista práctico, el germano está pensado para cuatro ocupantes. Como suele ser habitual, la plaza central trasera es más estrecha e incómoda, debido al voluminoso túnel de transmisión. Delante, pueden acomodarse personas espigadas, que pueden viajar en una posición baja y con las piernas estiradas. Los asientos exclusivos “AMG Line” ofrecen una mayor sujeción lateral en la parte inferior del tronco, no así a la altura de los hombros ni en las piernas. Yo, de complexión normal, me sentí cómodo en él, pues no resulta agobiante.

Detrás, el espacio va destinado a adultos de talla media, principalmente por la altura libre al techo disponible. La parte posterior de los asientos delanteros incluyen unas prácticas hendiduras con las que se ganan unos centímetros de espacio para las piernas. Opcionalmente, la climatización puede ser de tres zonas, aunque la bizona ya lleva salidas de aire para estas plazas.

Si pasamos al maletero, al que se accede a través de una tapa sin retención, tiene un volumen destacado de 540 litros. Lamentablemente, el plano de carga no es totalmente uniforme, sino que se eleva al final del mismo. Como los neumáticos eran de tipo “Run Flat“, el hueco para el kit reparapinchazos se puede aprovechar para transportar pequeños objetos. Para ampliar el cubículo, hay dos tiradores, aunque el proceso supone dos pasos y no uno solo: tirar de ellos y, manualmente, bajar los respaldos. En esta posición de máximo volumen, la superficie carece de escalones.

Carga tecnológica

Lógicamente, el Mercedes-Benz Clase E 220d 2016 viene con lo último en tecnología. Bastan tres ejemplos para mostrar la dotación opcional de primera. El primero es el “DRIVE PILOT“, un sistema con el que el coche nunca se saldrá de la calzada, aun sin haber pintadas líneas en ella. El segundo, denominado “PRE-SAFE SOUND“, limita el fuerte sonido que se produce en un accidente. El tercero son los faros matriciales “MULTIBEAM LED“, con tecnología de tipo LED, que no deslumbran aun circulando con las luces de largo alcance.

Llega el momento de hablar sobre las tarifas. La de acceso a la gama, 48.500 €, corresponde precisamente a esta versión analizada. La variante de gasolina E 200, con 184 CV, cuesta 49.300 €, mientras que la E 350d, con motor de gasóleo V6 de 258 CV. Más adelante, las opciones se incrementarán con un propulsor diésel de 150 CV y un híbrido enchufable, con 286 CV. Viajes con el que viajes, sumarás kilómetros de placer, tanto si tienes la fortuna de hacerlo conduciendo, como si te llevan en cualquiera de las otras plazas. Es lo que tienen las pequeñas limusinas….

EQUIPAMIENTO MERCEDES-BENZ CLASE E 220d 2016

DE SERIE: Airbags frontales, laterales, de cabeza delanteros y traseros, y de rodilla para el conductor, sistema de alerta por cansancio del conductor ATTENTION ASSIST, asistente al arranque en pendientes, capó activo para la protección de los peatones, control de estabilidad ESP, sistema de monitorización de presión de los neumáticos, control de velocidad de crucero TEMPOMAT con limitador SPEEDTRONIC, control dinámico de la conducción DYNAMIC SELECT, faros LED High Performance, llamada de emergencia, sistema de preparación ante colisiones inminentes PRE-SAFE, tren de rodaje AGILITY CONTROL con altura rebajada, volante multifunción con controles táctiles, asientos delanteros regulables en altura y con apoyo lumbar variable, sensores de alumbrado y lluvia, climatizador automático bizona THERMATIC, cuatro elevalunas eléctricos, pilotos traseros con tecnología de tipo LED, paragolpes AVANTGARDE, asientos traseros abatibles en proporción 40/20/40, sistema de sonido Audio 20 USB, pantalla de 8,4 pulgadas y llantas de aleación de 17 pulgadas.

OPCIONES: Paquete AMG Line Exterior (2.118 €), paquete AMG Line Interior (1.888 €), paquete Premium Plus COMAND (10.467 €), paquete Tecnológico (3.630 €) y paquete de asistencia a la conducción Plus (3.194 €).

Galería de fotos Mercedes-Benz Clase E 220d 2016