La tercera generación del compacto monovolúmen de la estrella mejora en tecnología y eficiencia. Y los 150 CV y 5,3 l/100 km de este diésel, de nombre Mercedes-Benz B 220d satisfarán a muchos, sin olvidar una excelente dinámica heredada de su hermano compacto, el Mercedes-Benz Clase A.
En 2005, Mercedes-Benz logró un hito entre las marcas premium: ser el primer fabricante en presentar y comercializar un monovolumen compacto, el Mercedes-Benz Clase B, que continuaba la estela del Mercedes-Benz Clase A, por entonces un monovolumen urbano.
Para encontrar un rival de su categoría tuvimos que esperar casi una década, hasta que en 2014 BMW se echó la manta a la cabeza y presentó sus BMW Serie 2 Active Tourer y BMW Serie 2 Gran Tourer (de siete plazas). Mientras, Audi, Jaguar o Volvo prefieren seguir apostando por todocaminos, berlinas…
De momento, la tercera generación del Clase B sigue rivalizando con el BMW Serie 2 e, incluso, con algunas versiones del Volkswagen Golf Sportsvan, pero se mantiene al margen en lo que a siete plazas refiere. Quizá para compensar esa laguna, los responsables de la marca han echado el resto en tecnología y dinámica.
Sabemos que para gustos, los colores. Digo esto porque durante los días que hemos convivido con el nuevo Clase B su figura ha suscitado todo tipo de comentarios. En cierto modo, su diseño comparte silueta con la del último Clase A dejando a un lado, claro, una altura 12,2 cm superior (longitud y anchura son idénticas).
Comparten batalla (2,37 m), por lo que el espacio para los ocupantes es idéntico al del Clase A. Frente a aquel, cubica 85 litros más de maletero (445 litros), fruto de su mayor altura. Si abatimos los respaldos traseros, esa capacidad llega a 1.530 litros, y aunque no hay un piso plano al quedar la boca de carga situada a solo 57 cm del suelo introducir objetos es fácil.
Antes del verano llegará la opción de desplazar la banqueta trasera 14 cm, para pasar de esos 445 a 705 litros.
Al volante, más semejanzas. Sobre todo en un salpicadero presidido por la doble pantalla de 10,25 pulgadas multivista dotada de sistema MBUX, que integra asistente virtual (responde al comando vocal “¡Ey Mercedes!”) y realidad aumentada para el sistema de navegación.
Tanto el volante, con un diseño más grueso y comandos capacitivos a cada lado (para manejar cada monitor), como el touch pad táctil que opera el equipo multimedia, son los del Clase A.
La gran diferencia es la postura de conducción. Como buen monovolumen, los asientos de este Mercedes-Benz Clase B están elevados en nueve centímetros otorgando una mayor sensación de dominio a la hora de circular. Además, la mayor superficie acristalada mejora tanto la visibilidad como la luminosidad del habitáculo.
En vías retorcidas, su nuevo propulsor diésel de 2,0 litros y 150 CV (denominado comercialmente Mercedes-Benz B 200 d) se convierte en un aliado perfecto. Más aún si activamos el modo de marcha Sport del mando DYNAMIC SELECT.
En esa configuración, motor y caja de cambios automática (una nueva 8G-DCT de doble embrague y ocho relaciones) apuran un poco más sus posibilidades. Con 320 Nm de par máximo, disponibles desde 1.400 rpm y hasta 3.200, este Mercedes-Benz Clase B no desfallece en ningún momento; ya desde 3.400 vueltas entrega sus 150 CV.
Ahora bien, por mucho que haya mejorado este Mercedes-Benz Clase B queda un pelín por debajo del A en cuanto a dinamismo, siendo aquel un vehículo más divertido que nuestro protagonista; a fin de cuentas, hablamos de un producto 100% familiar.
En todo caso, el flamante monovolumen germano sobresale por confort de marcha y solidez en la pisada. Esto responde en buena media al montaje de una suspensión trasera multibrazo (exclusiva para los B con mecánicas 2.0 diésel) que le convierte en uno de los familiares más cómodos y fáciles de llevar, más aún en entornos despejados tipo autopista.
Su calidad de rodadura es excelente, también al optar por amortiguadores que filtran increíblemente bien cualquier irregularidad del asfalto. Tampoco se queda atrás el aislamiento acústico del habitáculo, brillante pese a que el diésel probado tiende a hacerse notar.
Volviendo al selector de modos de marcha del Mercedes-Benz B 200 d, si optamos por la posición Eco o por la llamada Comfort conseguiremos consumos medios irrisorios, incluso en vías rápidas. Para dejarlo claro desde ya: unos 5,3 l/100 km de media real (homologa 5,1 l/100 km), dato que elevará a 6,3 litros si lo combinamos con tramos de carretera secundaria o con recorridos urbanos de tráfico más o menos denso.
Pero, como decíamos, dado que ha sido creado para disfrutar de largos trayectos (tanto como de ser un práctico compañero para uso cotidiano, situación en la que la posición más elevada de los asientos sobre el Clase A se agradece, y mucho, al entrar y salir), ver reflejado en el ordenador de a bordo que sus 1.535 kilos y 1,56 metros de altura se despachan con semejantes valores de carburante termina alegrando a cualquiera.
Siguiendo con los números, hay que tener claro que para hacerse con el nuevo Mercedes-Benz B 200d habrá que desembolsar un mínimo de 34.775 euros. Un precio poco accesible para muchos que, para colmo de males, sube mucho a nada que lo equipemos con extras (ojo, en la unidad probada suponen un sobrecoste de 12.500 euros).
A fin de cuentas, es un Mercedes-Benz, con todo lo que supone en cuanto a imagen, calidad y fiabilidad.
Texto: Karam el Shenawy // Fotos: Paloma Soria
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 1.950 cm3 |
POTENCIA | 150 CV a 3.400 rpm |
PAR MÁXIMO | 320 Nm a 1.400 rpm |
V. MÁXIMA | 219 km/h |
ACELERACIÓN | 8,3 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 5,1 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.419/ 1.796 / 1.562 mm |
NEUMÁTICOS | 205 / 55 R 17 |
PESO EN VACÍO | 1.535 kg |
MALETERO | 445-1.530 l |
PRECIO | 34.775 € |
GAMA DESDE | 33.375 € |
CUOTA RENTING | 522 €/mes* |
LANZAMIENTO | Enero de 2019 |
*Importe calculado sobre 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Faros LED; llantas de aleación de 17 pulgadas plata vanadio; tapicería símil cuero/ártico; portón eléctrico; climatización automática; pantallas digitales de 7 pulgadas; respaldos traseros divididos en tres secciones; pintura estándar Rojo Júpiter; Kit estético AMG; retovisores interior/exterior autodeslumbrante; iluminación interior con 64 tonos; asientos de confort delanteros; sistema multimedia MBUX; función de advertencia de salida; asistente cambio de carril; asistente de frenada de emergencia; alarma antirrobo; asistente para atascos y dirección progresiva deportiva.
Opcional: Pintura metalizada (786 euros); tapicería de cuero (1.851 euros); cristales traseros tintados (399 euros); techo corredizo panorámico de cristal (1.524 euros); red separadora (199 euros); asientos eléctricos con memoria para conductor y pasajero (840 euros), ventilados (798 euros), calefactables (387 euros) o deportivos (314 euros); integración de smartphone (302 euros); carga inalámbrica móvil Qi (266 euros); navegación por disco duro (655 euros) y con realidad aumentada (332 euros); sistema de sonido Burmester (550 euros); paquete de asistencia al conductor (2.401 euros); airbags laterales traseros (502 euros); Head-up display (1.198 euros); sistema PRE-SAFE (441 euros); control de velocidad adaptativo (798 euros) y tren de rodaje con amortiguación ajustable (1.318 euros).