Nos trasladamos hasta Frankfurt (Alemania) para conducir, meses antes de su comercialización, el nuevo Mazda CX-30. El modelo nipón llega al segmento de moda cargado de diseño, tecnología, eficiencia y, sobre todo, dinamismo. Al final encontrarás un vídeo con nuestras primeras impresiones y con el vehículo en movimiento.
A todos nos sorprendió, justo antes del Salón de Ginebra, la decisión de Mazda de bautizar a su nuevo todocamino como Mazda CX-30 en lugar de Mazda CX-4 (esta denominación la emplea en China para su SUV cupé). Decisiones estratégicas al margen y tras traeros la información más relevante del modelo hace unos días, por fin hemos podido conducirlo.
El escenario escogido por la marca fueron los pueblos y carreteras aledañas a la ciudad de Frankfurt, donde pudimos dar buena cuenta de la que parece ser una de sus grandes virtudes, la dinámica de conducción.
Ya sabemos que con sus 4,39 metros de largo, el Mazda CX-30 entrará de lleno en uno de los segmentos más prolíficos de los últimos años, los SUV de tamaño medio. Quizá por ello, la firma nipona se ha visto ‘obligada’ a ofrecer algo distinto a sus potenciales clientes.
Cierto es que al primer golpe de vista sorprende gracias a la última evolución del diseño KODO, pero quienes hayan disfrutado y conozcan al último Mazda3 quizá vean rasgos demasiado semejantes.
No digamos si accede al habitáculo, donde el salpicadero es un calco del que emplea el compacto. Materiales blandos, ajustes de alta calidad y un espacio amplio determinado por una distancia entre ejes de 2,67 metros (las plazas traseras son perfectamente amplias para dos adultos de estatura media) y un maletero de 430 litros completan un interior cuya principal diferencia es la posición más elevada de sus asientos.
Pero dejemos de lado lo que se ve y comencemos por lo que se percibe. Antes de entrar en materia de motores, hay que resaltar el excelente confort de abordo que desprende este Mazda CX-30.
Como buen Mazda, se nota el trabajo realizado en materia de cancelación de ruido gracias al aplique de diferentes técnicas y al aumento de material aislante introducido sin por ello penalizar el peso final.
Un peso que hubiera sido fatídico para esa excelente dinámica de conducción de la que antes hablábamos y que le convierte en uno de los SUV compactos más divertidos de conducir actualmente.
Parte de culpa la tienen, entre otros, la Skyactiv-Vehicle Architecture o el G-Vectoring Control. Dupla que, unido a los frenos con pinzas de nuevo diseño, a una dirección rápida y a un sistema de tracción total, transmiten una confianza para trazar curvas impropia de este tipo de vehículos.
La guinda viene determinada por una gama mecánica conocida pero no por ello menos sorprendente. Dos serán los motores asociados a su lanzamiento: el gasolina 2.0 SKYACTIV-G de 122 CV y el diésel 1.8 SKYACTIV-D de 118 CV, ambos a nuestra disposición durante la toma de contacto alemana.
Aunque otrora el diésel hubiera sido el combustible más demandado por este tipo de vehículos, lo cierto es que nuestra primera elección se decantó por el gasolina. Quizá por el buen sabor de boca que nos dejó en el Mazda3, o porque según las estimaciones de Mazda España será el más solicitado. Una elección que viene determinada, sin lugar a dudas, por la etiqueta ECO de la DGT.
Distintivo que logra gracias al sistema de microhibridación ligera, Mazda M Hybrid, asociado a una batería de ión litio de 24 V. Tecnología que contribuye a reducir el consumo de combustible, recuperando la energía durante las deceleraciones a través de un motor eléctrico que asiste al motor principal.
Cierto es que para dar lo mejor de sí mismo hay que estirar la aguja del cuentarrevoluciones hasta un régimen cercano a las 4.000 vueltas, pero no notamos una penalización excesiva ni en el confort de marcha (apenas se filtra ruido) ni de consumo.
De hecho con un gasto homologado que oscila entre los 5,3 y los 9,7 l/ 100 km en función de la transmisión y tracción, durante nuestra toma de contacto realizada con el Mazda CX-30 2.0 SKYACTIV-G, manual 4×2, el gasto no superó los 6,6 l/100 km.
Sin embargo, quien quiera optar por un auténtico devora-kilómetros, deberá optar obligatoriamente por el bloque diésel. Pese a perder algo de potencia, notará como el empuje es mayor ya que los 270 Nm de par (57 más que el gasolina) aparecen a tan solo 1.600 rpm, siendo constantes hasta las 2.600 vueltas.
Si se opta por la configuración de la presentación, es decir, asociado a la caja manual de seis relaciones y a la tracción delantera, el Mazda CX-30 será lo más parecido a un mechero que encontrará. Con un gasto homologado de 5,1 l/100 km (todas las mediciones bajo protocolo WLTP), en marcha nuestro dato rondó los 6 litros, lo cual dice mucho a su favor.
Para finales de año llegará el esperadísimo SKYACTIV-X que también pudimos probar durante la toma de contacto aunque, eso sí, montado sobre el Mazda3, del cual daremos debida información en los próximos días.
Aunque aún no conocemos detalladamente la gama comercial del nuevo Mazda CX-30 (se desvelará en septiembre), sí podemos anunciar que se ofrecerá con tres acabados, Origin, Evolution y Zenith con un precio que arrancará en los 27.500 €, correspondientes al gasolina manual 4×2 con acabado Origin.
Tarifa en la que se incluye el i-Activesense de la firma, es decir, el conjunto de asistentes a la conducción que le convierten en uno de los más seguros de la categoría. Tal es así, que sin coste alguno, el CX-30 oferta:
De manera opcional (ya veremos bajo qué posibles paquetes o acabados), el cliente podrá ampliarlo con el sistema de asistencia a la frenada en ciudad trasero, el detector de tráfico trasero con frenada activa, los faros delanteros Smart Full LED adaptativos, la cámara de visión 360º, el detector de tráfico delantero o el detector de fatiga con cámara.
Texto: Karam el Shenawy
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 4 cilindros en línea, atmosférico |
CILINDRADA | 1.998 cm3 |
POTENCIA | 122 CV a 6.000 rpm |
PAR MÁXIMO | 213 Nm a 4.000 rpm |
VELOCIDAD MÁXIMA | 182 km/h |
ACELERACIÓN | 11,1 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,8 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS (L/A/AL) | 4.395 / 1.795 / 1.540 mm |
NEUMÁTICOS | 215 / 45 R 16 |
PESO EN VACÍO | 1.404 kg |
MALETERO | 430 l |
PRECIO BASE | 27.500 € |
LANZAMIENTO | Septiembre de 2019 |
TIPO DE MOTOR | Diésel, 4 cilindros en línea, turbo |
CILINDRADA | 1.759 cm3 |
POTENCIA | 116 CV a 4.000 rpm |
PAR MÁXIMO | 270 Nm entre 1.600 y 2.600 rpm |
VELOCIDAD MÁXIMA | 183 km/h |
ACELERACIÓN | 10,8 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 5,1 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS (L/A/AL) | 4.395 / 1.795 / 1.540 mm |
NEUMÁTICOS | 215 / 45 R 16 |
PESO EN VACÍO | 1.344 kg |
MALETERO | 430 l |
PRECIO BASE | N.D. |
LANZAMIENTO | Septiembre de 2019 |