Lexus es una de las marcas más fieles a su patrón automovilístico. El nuevo Lexus UX 250h lo vuelve a demostrar en un inédito formato crossover compacto, como siempre, con el vanguardismo y la hibridación por bandera.
Si los coches hablaran, el nuevo Lexus UX 250h emplearía un lenguaje sofisticado, moderno y repleto de personalidad. Una locuacidad que empapa cada vértice del primer todocamino compacto de la marca, complemento perfecto del catálogo para uno de los segmentos de moda.
En la clase premium en la que sin duda se encasilla, compite con los Audi Q2 y Audi Q3, BMW X1 y BMW X2, Ranger Rover Evoque, Mercedes-Benz GLA… Este último, por su formato más bajo y estilizado, quizá sería el más cercano al Lexus UX 250h, si bien el fabricante japonés refleja un estilo muy personal en cada detalle y un tamaño exterior también superior.
Para empezar, de la mano de un coche que roza los 4,50 metros de largo, por 1,84 de ancho y apenas 1,54 metros de alto (contando la antena tipo aleta de tiburón), no lejos del Lexus NX 300h (4,64 metros). Es la altura la que marca diferencias y delimita dónde está cada uno.
Una de las ventajas de este tipo de vehículos (llámelo SUV) tiene que ver con el espacio a bordo, generalmente superior a modelos de la misma largura, pero más pegados al suelo. En el UX 250h esta premisa no se acepta rigurosamente, porque su carrocería mantiene el centro de gravedad cerca de la carretera, con lo que comporta al rebajar la altura del techo.
Así y todo, en las dos filas ofrece cotas más que suficientes para que adultos de 1,80 metros no toquen con la cabeza. Es más justo en el ancho para los ocupantes que van detrás, situados muy próximos al paso de rueda y desplazados hacia el centro; razón de más para aceptar con cautela al ocupante de la plaza central.
Y mucho más al equipaje, a la vista de los escasos 320 litros que homologa hasta la bandeja (438 hasta el techo).
El Lexus UX 250h convence más en otros menesteres. Al igual que con el diseño exterior, dentro acentúa singularidad proponiendo un ambiente que derrocha estilo y excelentes acabados. Más en esta versión Luxury, que corona la gama con materiales excelentes, como el magnífico guarnecido de la parte superior del salpicadero o el tapizado de cuero de los asientos, dotados de climatización automática, según la temperatura interior seleccionada.
Por lo que respecta a la funcionalidad de otros elementos, recuerdo un epígrafe del dossier de prensa del modelo. Habla de “controles intuitivos y pantallas claras”. No le falta razón en lo segundo: la pantalla multimedia fijada al centro del salpicadero goza de un excelente contraste y definición.
Además, se complementa con un gran Head-up display (proyecta distinta información de viaje sobre el parabrisas, con muy buena visibilidad) y una instrumentación digital clara y concisa.
Más discutible es el primer argumento que destaca la marca, por cuanto recurre a un panel táctil (a modo de ratón de ordenador portátil) para el control de la pantalla central (que no es táctil), cuyo uso distrae más de la cuenta. Además, la ubicación del selector de modos de conducción y desconexión del control de estabilidad, en los bordes de la capilla del cuadro, es discutible.
Sí me han gustado, por la agilidad que se gana, los mandos específicos para la radio, posicionados junto al reposabrazos central: cambiar entre emisoras, sintonizar o modificar el volumen es simple y rápido.
Si seguimos con las particularidades del Lexus UX 250h, la única apuesta mecánica es híbrida. En concreto, atiende al sistema de cuarta generación también implementado en el nuevo Toyota Corolla. Esto es, un bloque tetracilíndrico de gasolina, aspirado, de 2,0 litros y 146 CV, que asocia un motor eléctrico (de 109 CV) para desarrollar conjuntamente 184 CV.
No es mala cifra para empezar a hablar, aunque con un rendimiento dispar: apenas 177 km/h de punta, aún con unos buenos 8,5 segundos en el 0 a 100 km/h.
Más allá de cifras, el Lexus UX 250h es un coche de reprís vivo desde baja velocidad, precisamente donde su sistema híbrido le hace despuntar. Refinamiento y eficiencia asoman en conducción urbana y de extrarradio: ahí el nuevo crossover de Lexus juega bien sus bazas y obtiene un consumo real cercano a 6 l/100 km (nuestra media total ha rondado 7).
Y lo consigue con un sistema que continuamente va cediendo protagonismo al movimiento puramente eléctrico: por ejemplo, al soltar gas (cuesta abajo puede apagar el motor térmico hasta una velocidad de 115 km/h), en maniobras de aparcamiento o incluso a baja velocidad.
La batería, que recarga durante la conducción en frenadas y retenciones (no hay enchufes de por medio), solo garantiza un alcance máximo de dos kilómetros eléctricos (se puede forzar con el botón correspondiente, pero casi siempre es inviable porque necesita que la batería esté casi llena).
Testimonial, sí, pero en la práctica el plus eléctrico interviene en muchos momentos de la conducción y con él, no olvidemos, se adjudica la preciada etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico.
Más que rápido (tampoco es lento), el Lexus UX 250h es agradable. Y más que deportivo, confortable. Esto no compromete un dinamismo muy bueno, con una grata sensación al terminar un tramo revirado: apoya muy bien y es fácil llevar por la trazada idónea sin mucho subviraje.
El bajo centro de gravedad que antes decía merma un poco la amplitud interior (el maletero, sobre todo), su generosa distancia entre ejes y una suspensión variable adaptativa (asociada a este acabado Luxury) hacen muy bien su trabajo. El vehículo se descompone poco en frenada y ante cambios de dirección, favoreciendo un guiado ágil y estable. Para campo, en cambio, no hay mucho margen de uso: caminos en buen estado y poco más.
Aparte, el Lexus UX vuelve a confiar en el esquema de cambio automático habitual en Toyota y Lexus; un variador continuo de velocidad con control electrónico muy cómodo pero que, a la postre, termina siendo el elemento más discordante con la dinámica.
El sistema establece una relación singular: al acelerar a fondo, el motor eleva el régimen al máximo mientras el coche va ganando velocidad, de forma menos lineal a un cambio convencional. En todo caso, en el Lexus UX 250h está mejor resuelto, y la impresión de patinamiento del embrague es menor. Además, no llega un ruido excesivo al habitáculo.
Como colofón, el Lexus UX 250h Luxury viene literalmente con todo (lo hay de tracción total). Eche un vistazo a la ficha de equipamiento, no tiene desperdicio, aunque eso se paga: 53.500 euros.
Fotos Paloma Soria
Motor térmico | Gasolina, 4 cilindros en línea, atmosférico |
Cilindrada | 1.987 cm3 |
Potencia | 146 CV a 6.000 rpm |
Par máximo | 180 Nm a 4.400 rpm |
Motor eléctrico | Síncrono de imán permanente |
Potencia | 109 CV |
Par máximo | 202 Nm |
Motor híbrido | Hidruro de níquel, 180 celdas |
Potencia combinada | 184 CV |
Par máximo combinado | n.d. |
V. máxima | 177 km/h |
Aceleración | 8,5 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 4,3 l/100 km (mixto) |
Medidas | 4.495 / 1.840 / 1.540 mm |
Neumáticos | 225/50 R 18 |
Peso en vacío | 1.540 Kg |
Maletero | 320 l |
Precio base | 53.500 € |
Gama desde | 33.900 € |
Cuota renting | 937 € / mes* |
Marzo de 2019 | Marzo de 2019 |
*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Frenada de emergencia automática con detección de peatones; control activo de cambio de carril y de ángulo muerto; reconocimiento de señales de tráfico; alerta por tráfico trasero; control de crucero adaptativo con asistente de dirección; modos de conducción y EV; suspensión adaptativa; sensores de aparcamiento delanteros y traseros; cámara de visión 360º; cristales delanteros con reducción de sonoridad; llantas de 18 pulgadas; techo solar eléctrico; tapicería de cuero; faros adaptativos Multi-LED con función cornering; asistente de luces de carretera; volante con ajuste eléctrico; asientos eléctricos y climatizados con memoria; navegador Connected con pantalla de 10,3 pulgadas; controlador Touch Pad táctil; Head-up display; equipo de sonido Mark Levinson de 13 altavoces; radio digital; dos USB delanteros y dos traseros y cargador de móvil inalámbrico.
Opcional: Pintura rojo sólido (sin coste); pintura metalizada (1.100 euros); llantas de 18 pulgadas negro brillante (1.800 euros) y barras portaequipajes (300 euros).