Fotos: Paloma Soria
Queramos o no, los vehículos de combustión tienen los días contados tal cual los conocemos, más si cabe los SUV. Y es que el futuro inmediato pasa, al menos, por la hibridación, que Lexus domina a placer. Su refrescado NX 300h da fe de ello.
Casi cualquier marca de automóviles, por no decir todas, declaran abiertamente que dentro de una década seguirán vendiendo coches con mecánica térmica; es decir, de gasolina y, sí, también diésel, en muchos mercados (y España de momento no es excepción) el combustible más eficiente por su favorable ratio eficiencia/precio. Otra cosa es cómo serán los coches del futuro más o menos cercano. Sí, porque dejando de lado alternativas eléctricas o animadas por pila de combustible, es evidente que los motores de gasolina y de gasóleo estarán plenamente inmersos en la hibridación, sea del tipo que sea.
A fin de cuentas, es una realidad que ya tenemos entre manos. Así, marcas como Toyota , y su filial de lujo Lexus, se han dado de lleno a una librea que, al menos en nuestro país, solo contempla vehículos así, como el exclusivo SUV medio NX 300h profundamente remozado hace unos meses y que vende bien: 1.456 unidades de enero a mayo, por las 1.602 de un señor rival como el BMW X3 .
Para aquellos que aún no atesoren la experiencia de llevar un vehículo de esta naturaleza, ante todo, tranquilidad. Se conduce como cualquier automático, una vez hechos a sus maneras. Como mucho, el peso extra de baterías y motores eléctricos (en nuestro protagonista, uno por eje para consagrar la tracción total) es apreciable en aceleración y detenciones, estas condicionadas por un tacto de freno un tacto artificioso, poco progresivo y hasta incómodo por inmediato en los primeros compases. Nada a lo que no nos acostumbremos en un par de días. Además, las cuentas salen, y de qué modo, cuando quedamos atrapados en cualquier atasco. Entonces, y para sorpresa del usuario, el consumo se aminora sobre la media ordinaria, pues el sistema híbrido muestra ahí su mejor perfil.
Y es que un automóvil como el NX 300h, infinitamente más rutero que campero (en este escenario mejor no adentrarse en aventuras de calado para las que no ha sido concebido, por mucho que traccione a las cuatro ruedas), inicia la marcha, siempre, con el impulso que propician sus motores eléctricos, alimentados por una pila de níquel-metal hidruro autorrecargable en fases de retención y frenada. Para los menos entendidos, es uno de los momentos en que más gasta un automóvil, cuestión que el NX 300h resuelve con intachable competencia.
Otra historia es ir por carretera, más aún con el coche lleno, a ritmo fuerte o juntando ambas circunstancias. Entonces actuarán todos sus propulsores para arrojar un conjunto de 197 CV. Y ahí el gasto, que en ciudad puede regalar valores en torno a 5 l/100 km, se disparará a 8-10 l/100 km de media con total desparpajo.
Además, aunque a ritmo sostenido la conducción es confortable (y eso que el chasis tira a firme, muy apreciable al superar baches, lomos del asfalto y juntas de dilatación, entre otros), acelerando con ganas el tándem motor/transmisión (la última, una caja por variador continuo de una sola velocidad) provoca un intenso y constante zumbido alejado del lujo que el coche destila por doquier. Aunque corre más de lo que parece, lo suyo no es sprintar, sino llevar al pasaje con sosiego retando al conductor a arañar décimas al ordenador de a bordo. En una marcha así, sin ruidos mecánicos que valgan, el NX 300h agasaja sin contemplaciones. Sobre todo por su cuidado interior (el puesto de conducción es muy ergonómico, casi de avión), donde literalmente no falta de nada si, ojo, adquirimos un tope de gama como el Luxury analizado.
Para hacerse a la idea, y como buen asiático, lleva un equipamiento de serie cerrado que solo deja escoger la tonalidad de carrocería. Así las cosas, cuenta con elementos de seguridad y confort como el control activo de velocidad, las alertas de tráfico cruzado posterior, de obstáculos en ángulos muertos y de proximidad al vehículo precedente (con frenada automatizada a baja velocidad), portón motorizado, alumbrado LED completo, un suntuoso tapizado de cuero, Head-up display, navegación proyectada sobre el nuevo y grandisplay de 10,1 pulgadas (en la cima del salpicadero) y, desde luego, equipo de audio específicamente diseñado por Mark Levinson, de lo mejorcito del panorama.
Por cierto, los cambios estéticos que la gama recibió a finales del año pasado son algo parecido al juego de las siete diferencias comparado con su antecesor, puro matiz. Sin embargo, los rasgos (faros y paragolpes diferentes, estructura trasera de los bajos y pilotos más angulosos o afilados…) confieren un aspecto que, casi sin darnos cuenta, resulta más aplomado, fresco y hasta deportivo. Otro acierto claro a su favor.
MOTOR TÉRMICO | Gasolina, 4 cilindros en línea, atmosférico |
CILINDRADA | 2.494 cm3 |
POTENCIA | 155 CV a 5.700 rpm |
PAR MÁXIMO
MOTORES ELÉCTRICOS POTENCIA MÁXIMA PAR MÁXIMO
| 210 Nm entre 4.200 y 4.400 rpm
Síncrono de imán permanente 143 CV (del.) y 68 CV (tras.) 270 Nm (del.) y 139 Nm (tras.)
|
MOTOR HÍBRIDO POTENCIA MÁXIMA COMBINADA PAR MÁXIMO COMBINADO
V. MÁXIMA | Sistema híbrido eléctrico- gasolina 197 CV n.d
180 km/h |
ACELERACIÓN | 9,2 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 4,7 l/ 100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.360/1.824 / 1.526 mm |
NEUMÁTICOS | 225/ 55 R17 |
PESO EN VACÍO | 1.600 kg |
MALETERO | 470 l |
PRECIO | 67.100 € |
GAMA DESDE CUOTA RENTING | 41.900 € 1.403 €/mes |
LANZAMIENTO | Noviembre 2017 |
De serie: siete airbags; alumbrado completo Bi-LED con función delantera cornering y haz adaptativo en carretera AHB; acceso Smart Entry; cierre automático de puertas al iniciar la marcha; doble cierre de puertas; freno de estacionamiento eléctrico; protección de peatones; cámara trasera y perimétrica; reposacabezas delanteros con diseño antilatigazo cervical WIL; control activo de velocidad; cargador inalámbrico para móviles (protocolo Qi); sistema de navegación integrado con pantalla de 10,3 pulgadas; mantenimiento de carril LKA; detector de presencia de obstáculos en los ángulos muertos BSM y de tráfico trasero cruzado RCTA; suspensión variable adaptativa AVS; Head-up display a color; vidrios laterales hidrófugos; vidrios traseros privacidad; pintura autorreparable; portón trasero motorizado; techo solar; asientos delanteros y volante con reglaje eléctrico y memoria de posición; tapizado completo de cuero; asientos delanteros climatizados; instrumentación digital de efecto 3D; sistema de sonido Mark Levinson con 14 altavoces y sensores de estacionamiento.
Opcional: pintura metalizada (1.100 €).