Primera prueba del Land Rover Discovery Sport: las apariencias engañan

Llega el momento de actualizar el Land Rover Discovery Sport aunque los cambios son más profundos de los esperados.

Nos trasladamos hasta las afueras de Barcelona con visita obligada a Les Comes para conocer y conducir el nuevo Land Rover Discovery Sport. El SUV compacto británico cambia más de lo que a simple vista puede parecer.

Tras iniciar su vida como sucesor del Land Rover Freelander 2 (tarea poco sencilla, a priori) y con la presión que supone portar el nombre Land Rover Discovery, el Land Rover Discovery Sport se ha convertido en uno de los productos más representativos de la firma británica. Ni lo dicen ellos ni nosotros, sino unas ventas que, en poco menos de tres años de vida, han ascendido a casi 500.000 unidades, que se dice pronto.

Ahora, la marca ahora de capital indio nos ha permitido conocer de primera mano la que teóricamente deberíamos catalogar como actualización de mitad de vida comercial. Pero son tantos y tan profundos los cambios que se han efectuado en este Land Rover Discovery Sport que no nos tiembla el pulso al hablar de él como una nueva generación.

Cambia lo justo

Cierto es que en el apartado estético los cambios son poco agresivos pero marcan justo el cambio para ofrecer ese halo de frescura típico de los restylings. Paragolpes, calandra y, sobre todo, una firma lumínica redefinida con un inédito diseño de las luces diurnas delanteras y la inclusión de la tecnología LED en la parte posterior marcan los principales cambios.

A ello se unen una paleta de colores compuesta por 12 tonalidades y un mayor número de juegos de llantas de aleación al estar ahora disponibles hasta las 21 pulgadas (exclusivas del acabado R-Dynamic). Modificaciones que se combinan con los detalles característicos de la familia del Land Rover Discovery, como el capó en forma de concha, la línea de cintura elevada o el techo flotante y que se engloban bajo una carrocería de 4,57 metros de largo.

Diseño familiar

De puertas para dentro llama la atención la nueva forma del salpicadero, heredada principalmente del Land Rover Range Rover Velar y en la que destaca por un lado el cuadro de instrumentos 100% digital o los comandos táctiles del volante, y por otro, el revisado diseño de la consola central.

En ella no solo se incrusta la ya característica pantalla táctil de 10,25 pulgadas con el sistema Touch Pro, sino que también aparece, cual ave fénix, una palanca de cambios tradicional (automática) en lugar del dial giratorio típicos de los últimos Jaguar Land Rover. Con ella se ha inclinado ligeramente la propia consola y, según nos cuentan, ha permitido aumentar la capacidad de almacenaje del vehículo.

Reciclado y tecnológico

Otro de los aspectos destacados del habitáculo del nuevo Land Rover Discovery Sport es la carga tecnológica que atesora. De entre todos sus gadgets destaca el retrovisor interior digital estrenado en el Range Rover Evoque, que permite tener una visión clara de la zona trasera cuando vayamos cargados ya sea de personas o de equipaje. Además, reduce el ángulo muerto y aumenta la seguridad.

La calidad ha aumentado igualmente de manera considerable acompañándose, en este caso, de una filosofía más sostenible. Como buen Land Rover, los clientes podrán escoger tapizados en Alcantara o cuero, mientras que los más concienciados podrán solicitar un forraje denominado Luxtec y elaborado con microfibra de poliéster reciclado.

Para siete ocupantes

Sin salir de su interior, no podíamos dejar de mencionar esa versatilidad con la que surgió hace tres años. Pese a sus compactas dimensiones, el Land Rover Discovery Sport sabe aprovechar al máximo los 2,74 metros de batalla para permitir albergar un total de siete ocupantes.

Cierto es que el montaje de un nuevo esquema de suspensiones trasero le hace mejorar el espacio en esa tercera fila, aunque lo cierto es que seguirá siendo útil para dos niños que para dos adultos.

El acceso es correcto y la posibilidad de desplazar longitudinalmente la segunda fila aumenta las opciones de espacio. En la zona trasera, tres adultos de estatura media no viajarán con demasiados problemas de anchura, mientras que tanto el hueco para las piernas como la para cabeza no será una preocupación.

Un poco más atrás, en el maletero, los Land Rover Discovery Sport configurados para cinco pasajeros harán gala de un volumen de nada menos que 897 litros ampliables a 1.771 con los respaldos abatidos.

En los de siete plazas, la capacidad se reduce, respectivamente hasta los 754 y 1.651 litros, mientras que con los siete asientos desplegados tendremos un hueco de 157 litros, lo justo para transportar mochilas.

Sobre la base del Range Rover Evoque

Ahora bien, la gran novedad de este Land Rover Discovery Sport y lo que nos obliga casi a denominarlo como nueva generación es, justamente, lo que no se ve. Porque el mayor cambio lo ofrece su plataforma al tomar prestada la Arquitectura Transversal Premium (PTA) que estrenó el Range Rover Evoque.

 

Gracias a ella, el Land Rover Discovery Sport no solo ha mejorado en refinamiento, calidad de rodadura o incluso deportividad, sino que le ha permitido incorporar la tecnología híbrida a su gama de motores. Dinámicamente se le percibe como un coche de categoría superior, con un comportamiento excelente tanto por fuera como por dentro de la carretera, ofreciendo además un aplomo y una pisada sobresalientes.

Con etiqueta ECO

En el apartado mecánico la gran novedad es la llegada de la hibridación, ya sea mediante un sistema ligero de 48 V o uno enchufable, el cual estará disponible en 2020. Entrando de lleno en los primeros, la tecnología no es nueva, pues ya se ha visto en el Range Rover Evoque pero el ahorro de combustible sí resulta considerable, sin obviar que todos los que lo asocien estarán dotados de la etiqueta ECO de la DGT.

El único que no lo portará será el diésel de acceso, encargado de proporcionar el precio ‘desde’ a la gama, estipulado en 39.400 euros: el Land Rover Discovery Sport D150 asociado al cambio manual de seis relaciones y a la tracción delantera. Si optamos por este motor con transmisión automática de nueve relaciones y tracción delantera, sí podremos combinar el sistema micro-híbrido.

El resto de la gama mecánica está compuesta por los también diésel D180 y D240, así como por los gasolina P200 y P250, todos unidos a la caja automática y a la tracción 4×4.

Referente off road

Durante la toma de contacto, Land Rover nos preparó una ruta a los mandos de los dos motores más potentes. El comportamiento por carretera es intachable y ahora sí hace gala de un halo más Premium que antes. Los más ruteros han de poner sus miras en el diésel, mientras que los que busquen algo más de respuesta deberán hacer lo propio con el P250.

Sobre el asfalto, como decimos, pocos peros e incluso la sensación deportiva ha mejorado (más aún en el acabado R-Dynamic) aunque sin llegar a ser exagerada. La nueva suspensión trasera multribazo le dota de mayor confort mientras que la amortiguación adaptativa eleva dicha sensación hasta las máximas cotas.

La guinda la pone el sistema de reparto de par Active Driveline para mejorar el agarre y la finura en el guiado del vehículo.

No obstante, donde destaca este Disvovery Sport es, sin duda, fuera del asfalto. El ADN Land Rover en general y el del Disovery, en particular, le impregnan en cada rincón. Circulando por Les Comes (dónde si no), el todocamino inglés hizo gala de unas capacidades excepcionales.

Gracias al nuevo modo Auto del sistema Terrain Response 2 el conductor podrá despreocuparse de seleccionar el programa específico, aunque en situaciones específicas sí deberá elegir entre los ya característicos de Arena, Hierba/Gravilla/Nieve y Barro/Surcos.

A ello se suman una distancia libre al suelo de 21,2 cm, una profundidad de vadeo de 60 cm o unos ángulos de ataque, ventral y salida sobresalientes con 25, 20 y 30 grados respectivamente, sin obviar un elenco tecnológico puesto a merced del conductor y determinado por un conjunto de cámaras que evitarán que rocemos con cualquier piedra, rama o raíz suelta.

Entre ellos destaca, cómo no, el ClearSight Ground View que convierte en invisible al capó y nos permite ver qué tenemos debajo.

Ya a la venta

 

Las primeras unidades del nuevo Discovery Sport ya están disponibles en los concesionarios a elegir entre los acabados básico y R-Dynamic a los que se pueden sumar los packs de especificaciones S, SE y HSE, así como con cinco o siete plazas. La tarifa de precios parte por tanto de los 39.400 euros para el diésel sin micro-hibridación y de los 44.800 euros para el MHEV de 48 V (4×4 y automático), mientras que los gasolina arrancan en los 47.850 € euros.

Texto: Karam el Shenawy

Land Rover Discovery Sport D240 R-DynamicsS 5 pl.

TIPO DE MOTORDiésel, 4 cilindros en línea, turbo
CILINDRADA1.998 cm3
POTENCIA240 CV a 4.000 rpm
PAR MÁXIMO500 Nm entre 1.500 y 3.000 rpm
VELOCIDAD MÁXIMA219 km/h
ACELERACIÓN7,9 s (0 a 100 km/h)
CONSUMO7,3 l/100 km (mixto)
MEDIDAS (L/A/AL)4.597 / 2.173 / 1.727 mm
NEUMÁTICOS235 / 60 R 18
MALETERO897-1.794 l
PRECIO BASE55.550 €
LANZAMIENTOSeptiembre de 2019

Land Rover Discovery Sport D240 R-Dynamics S 7 pl.

TIPO DE MOTORGasolina, 4 cilindros en línea, turbo
CILINDRADA1.997 cm3
POTENCIA250 CV a 5.500 rpm
PAR MÁXIMO365 Nm entre 1.400 y 4.500 rpm
VELOCIDAD MÁXIMA224 km/h
ACELERACIÓN7,8 s (0 a 100 km/h)
CONSUMO9,4 l/100 km (mixto)
MEDIDAS (L/A/AL)4.597 / 2.173 / 1.727 mm
NEUMÁTICOS235 / 60 R 18
MALETERO157-754-1.651 l
PRECIO BASE52.450 €
LANZAMIENTOSeptiembre de 2019

 

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