Texto: Karam el Shenawy
Esta primera prueba del Jaguar E-PACE 2018, que acabamos de descubrir y conducir por las carreteras de Córcega (lugar en el que ha sacado a relucir todas sus virtudes dinámicas) parte de una premisa: nadie es capaz de escapar al fenómeno SUV.
Primera prueba del Jaguar E-PACE 2018: fotos
[fotos id=”100428″]Marcas tradicionalmente deportivas como Bentley, Alfa Romeo o Jaguar han sucumbido a la moda de estas tres siglas… e incluso la inglesa repite experiencia. Porque tras estrenarse en este segmento con el F-PACE, el cual mira de tú a tú a modelos como el Audi Q5, el BMW X3, el Mercedes-Benz GLE o el Volvo XC60, la firma de Gaydon baja ahora un escalón para meterse de lleno en el núcleo de los SUV compactos premium, donde vehículos como el Mercedes-Benz GLA, BMW X1, Audi Q3, Range Rover Evoque o Porsche Macan campan a sus anchas.
Prueba Jaguar E-PACE: pasión por las curvas…
En los 4,39 metros de largo del Jaguar E-PACE se esconde todo un “trazacurvas”. Los ingenieros ingleses han sabido equilibrar a la perfección la balanza entre confort y deportividad, con un producto cómodo para el día a día, pero extremadamente rápido en tramos sinuosos.
Así lo hemos comprobado nosotros en Córcega, en parte del recorrido del famoso rally. Hemos recorrido buena parte del trazado y en todas las curvas el Jaguar E-PACE se ha mostrado aplomado, rápido y extremadamente ágil.
Cualidades que responden al esquema de suspensiones McPherson delante e Integral Link detrás, como otros Jaguar de mayor talla (F-PACE y berlinas de representación) y al Adaptive Dynamics opcional, que varía la dureza de los amortiguadores según el programa escogido: Normal o Dynamic. Y lleva tracción total AWD con control vectorial del par Active Driveline.
Todo le sitúa al nivel de Macan y X1. Sólo una dirección poco informativa que obliga a incidir en el giro, y un peso alto para su tamaño (la versión más “delgada” cifra 1.775 kg) restan puntos frente a los líderes dinámicos del segmento. Pese a ello, el nuevo SUV inglés nos ha sorprendido gratamente.
Prueba Jaguar E-PACE: … y por el campo
También en campo, porque Jaguar toma experiencia de Land Rover. No llega quizá a la altura del Range Rover Evoque, pero sí posee cotas ha tener en cuenta: ángulos de entrada, salida y ventral de 23, 21 y 29 grados, respectivamente, y una altura libre al suelo de 20,4 cm o una profundidad de vadeo de 50 cm.
Así, no extraña que durante la toma de contacto la marca organizara varias pruebas off-road en las que, además de tener que subir y bajar cuestas empedradas o realizar curvas rápidas con roderas llenas de barro, vadeáramos un río de caudal más o menos importante.
A la tracción integral y al Active Driveline suma All Surface Progress Control (ASPC), que ajusta la velocidad requerida (de 1,8 a 30 km/h) para que ascienda y descienda automáticamente, mientras nos preocupamos de dirigir la trazada.
Prueba Jaguar E-PACE: poderío mecánico
El nuevo Jaguar E-PACE ofrece una gama mecánica de altura. Es el primer todocamino de la marca solo con motores de cuatro cilindros y 2.0 litros turbo, de la familia Ingenium.
Hay 2 versiones de gasolina P250 y P300, de 250 y 300 CV, y 3 diésel de 150, 180 y 240 CV.
Todas pueden combinar caja automática de 9 relaciones, opcional en los diésel de 150 y 180 CV (montan de serie transmisión manual de 6 marchas). La tracción integral es estándar en todos los propulsores, a excepción del diésel de acceso, para el que será opcional, pudiendo combinarse con caja manual o automática.
El “hermano mayor” del E-PACE tiene un propietario muy especial…
El propulsor de gasolina más potente es bastante silencioso: le gusta rodar a un régimen medio de vueltas, pues a menos de 2.000 rpm se muestra perezoso. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos, un dato deportivo, pero exige 8, l/100 km, que en la práctica son 10.
El diésel es más ruidoso, pero sus 500 Nm (100 más que el P300) aparecen a 1.500 vueltas y se mantienen casi constantes hasta la zona roja de cuentarrevoluciones. Y el consumó, dejando a un lado la zona virada y la conducción off-road (donde salta a 12,5 l/100 km), se mueve en unos 7,5 l/100 km (homologa 6,2).
Prueba Jaguar E-PACE: influido por el F-Type
Su diseñador, el escocés Ian Callum, explica que ha sido concebido inspirado más en el F-Type que en el F-PACE. Hereda trazos del deportivo británico: luces delanteras y traseras LED, líneas de tensión lateral, tomas de aire frontales… Las llantas pueden ser de hasta de 21 pulgadas.
De influjo cupé, el puesto de conducción incorpora asidero central, que enfatiza el carácter deportivo. Aparece la llamativa pantalla central táctil de 10 pulgadas (de serie en toda la gama), que integra multimedia Jaguar Touch Pro, comandos circulares para la climatización (con pulsador integrado de intensidad de ventilación y calefacción de los asientos), cofre central con huecos portaobjetos (incluido uno para el móvil) y dos tomas USB. Y hay un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas configurable.
El conjunto exhibe calidad, con materiales blandos y suaves al tacto, y remates perfectos, sin fisuras.
Sobre habitabilidad, el nuevo Jaguar E-PACE goza de asientos delanteros cómodos y amplios, con multitud de reglajes eléctricos. Da cobijo a 3 adultos que ronden 1,88 metros de estatura es sencillo detrás, con buen hueco para piernas y cabeza.
El maletero cubica 577 litros, como el Range Rover Evoque, Más que la competencia: 421 litros en el GLA, 460 en el Q3, 500 el Macan o 505 litros el X1. Y para más volumen, basta abatir la segunda fila, en secciones 60:40, y gozar de 1.234 litros.
Prueba Jaguar E-PACE: precios y gama
El nuevo integrante SUV de Jaguar está ya disponible en la red de concesionarios de la marca con seis acabados: estándar, S, SE, HSE, R-Dynamic Base y R-Dynamic S, a los que se sumará una edición especial denominada First Edition. Los precios del Jaguar E-PACE partirán de 37.450 € para la gama diésel, hasta 69.950 €. Y en gasolina, de 47.100 € (P250) a 70.400 €.