Y no solo por tamaño, también en aspectos como la tecnología, el confort de marcha y la calidad con la que se corona el conjunto. Hemos probado la versión más potente de la gama del Hyundai Santa Fe, asociada a la tracción total y al acabado más completo. Es un SUV de bandera.
Cuando tienes oportunidad de probar a fondo un vehículo como el nuevo SUV de siete plazas de Hyundai, te das cuenta de que se trata de un todocamino redondo, que genera recelo entre rivales de calado y sello premium. La base ya estaba, pero en esta última puesta en escena lo borda.
Y lo hace porque en esta cuarta generación se rodea de mayor calidad y de una tecnología muy avanzada. Además, es más habitable: ha crecido hasta 4,77 metros de longitud, es decir, 8 centímetros más que antes, y en su interior siempre encontraremos siete plazas como dotación de serie.
Tenemos la suerte de contar con la versión más potente y mejor equipada de la gama, de modo que no le falta detalle. Las butacas delanteras son un primor porque son confortables, se regulan de manera eléctrica y están calefactadas y ventiladas.
Desde ahí gozamos de buena ergonomía y disfrutamos de elementos como un cuadro digital configurable en la parte central, de un Head-up Display de última generación que refleja la información directamente sobre el parabrisas o una pantalla multimedia táctil de 8 pulgadas en la parte alta del salpicadero, muy intuitiva.
Además, todo lo que nos rodea está ensamblado con rigor y resulta agradable al tacto gracias a los materiales empleados, acolchados y de calidad.
En la segunda fila recibe casi 4 centímetros extra en el hueco para las piernas y además la banqueta se desplaza longitudinalmente por partes, para jugar con eso que llamamos modularidad.
El acceso a la tercera fila es de los más holgados que encontramos y la habitabilidad en esas plazas mejor de lo que parece, aunque como suele ser habitual no sobran centímetros y su enfoque es ocasional para adultos, más utilizable para niños. Eso sí, no todo el mundo ofrece climatización independiente al fondo.
La capacidad del maletero es lo más parecido a jugar al Tetris porque depende del aforo en cada momento. Por eso disfrutaremos de 130, 547 o 1.625 litros, según ocupemos siete plazas, cinco o solo las delanteras.
Con todo, la superficie de carga es plana una vez abatidas butacas, el estor cubre-equipaje se guarda bajo el piso y el portón está motorizado para facilitar sobremanera el acceso.
En su oferta mecánica, el Hyundai Santa Fe ofrece una motorización de gasolina de 184 CV y dos turbodiésel, de 150 y 200 CV. Nos decantamos por la última, asociada a una refinada y moderna transmisión automática de ocho relaciones (mediante convertidor de par) y a un efectivo sistema de tracción total.
No hace falta ser adivino para entender que esta configuración se convierte en la alternativa perfecta para devorar kilómetros sin fin por rendimiento y confort de marcha, excelente.
El propulsor 2.2 CRDI es progresivo y presume de gran respuesta a baja velocidad. Además, se ha realizado un gran trabajo en cuanto a insonorización. A su vez, el nuevo cambio de ocho relaciones saca todo el jugo posible al bloque motor, de cuatro cilindros, tanto que si apuramos llegará hasta 4.200 rpm.
Esto provoca que pese a sus notables tamaño y peso, las prestaciones sean brillantes y podamos adelantar con mucha seguridad. Si en nuestra conducción no nos ‘salimos del tiesto’ puede firmar un consumo medio de 7,5 l/100 km.
Hay que destacar, asimismo, el gran aplomo del modelo, mejor del que se pueda imaginar. Ahora se apoya en un chasis más rígido, en una suspensión más firme y, mejor aún, en una dirección más precisa.
La tracción total HTRAC tiene mucho decir, aunque en condiciones normales es el tren delantero el que asume protagonismo (puede transferir hasta un 50 % de la motricidad a las ruedas traseras).
No siempre tenemos el mismo ánimo ni nos movemos por los mismos escenarios. Por eso, el asistente Drive Mode da a elegir entre cuatro programas de marcha: Confort, Eco, Sport y Smart. Según sea uno u otro, varía el mapa de actuación de cambio, acelerador, dirección y electrónica aplicada a la estabilización.
Esto sobre asfalto, aunque el Hyundai Santa Fe no rehuye retos camperos de cierta talla. Para ello recurre a un bloqueo del diferencial central (actúa a baja velocidad) y a un control de descensos como aliados. Su gran distancia entre ejes y neumáticos asfálticos privan de más.
Por cierto, tan seductor envoltorio se culmina con un equipamiento de serie tan generoso como avanzado: solo la pintura metalizada es opcional.
Texto: Gregorio Arroyo // Fotos: Paloma Soria
TIPO DE MOTOR | Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 2.199 cm3 |
POTENCIA | 200 CV a 3.800 rpm |
PAR MÁXIMO | 440 Nm entre 1.750 y 2.750 rpm |
V. MÁXIMA | 203 km/h |
ACELERACIÓN | 9,4 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,1 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.770 / 1.890 / 1.705 mm |
NEUMÁTICOS | 235 / 55 R 19 |
PESO EN VACÍO | 1.895 kg |
MALETERO | 130 /547-625 /1.625 l |
PRECIO | 55.500 € |
GAMA DESDE | desde 36.900 € |
CUOTA RENTING | 936 €/mes* |
LANZAMIENTO | Septiembre de 2018 |
*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Faros Full LED; sensores de luces y lluvia; asientos delanteros eléctricos, calefactados y ventilados; asistente de mantenimiento de carril; frenada de emergencia; alerta de fatiga del conductor; control del ángulo muerto; alerta de tráfico cruzado en la zaga; asistente de arranque en rampa; control de descensos; cámara 360º; reconocimiento de señales; Head up Display; navegador con pantalla táctil de 8’’; equipo de sonido Premium Krell; conectividad Android Auto & Apple CarPlay; cargador inalámbrico Qi; climatizador bizona; control de crucero inteligente; acceso y arranque sin llave; sensores de aparcamiento delanteros y traseros; luces de carretera inteligentes; portón eléctrico manos libres; techo solar panorámico practicable y llantas de aleación de 19’’.
Opcional: Pintura metalizada (600 euros).