Nuevo homenaje a uno de los vehículos más admirados del cine: el Ford Mustang Bullitt conducido por Steve McQueen.
La firma americana reedita, una vez más, su Ford Mustang Bullitt. Ahora en una edición limitada que llega a España cargada de estilo retro y equipamiento con la mirada puesta en cautivar a los fans del añorado (y fanático del motor) Steve McQueen.
Un día de lluvia no es el mejor para conducir a fondo un 5.0 V8 de gasolina y más de 450 CV. En especial si has de someterte a las exigencias de un de tracción trasera con caja manual. Nada de eficientes y dulcificadoras asistencias de conducción, cada vez más habituales hasta en los segmentos deportivos.
Si hasta aquí aún no ha descubierto que hablo del Ford Mustang es que ‘no está en la onda’. Los del óvalo son los únicos en Europa que venden un gigantesco V8 atmosférico con cambio manual en gran serie. Y lo hacen en un deportivo que ha saltado el charco para convertirse, en esta generación, en el más vendido a nivel mundial. Pero eso no se consigue en dos días. Es más, el legado histórico de este popular automóvil se refleja en el protagonista de esta prueba.
De película
Hace ya medio siglo se estrenaba la película ‘Bullitt’, protagonizada por Steve McQueen enfundado en sus jerséis de cuello vuelto, que nos dejó una de las persecuciones más laureadas del cine… precisamente con un Ford Mustang Fastback de primera generación que ahora se reencarna en esta edición tan especial.
Me gustaría obviar que puede pedirse también en negro, pues llega de serie en el mismo ‘Verde Oscuro Highland’ original. Un tono discreto pero a la vez intimidante cuando descubrimos que no es solo un trabajo de pintura.
La parrilla sin logotipo, los identificativos Bullitt y las llantas específicas de 19 pulgadas negras hacen el resto. Un ejemplo de que los cambios, si son sutiles, mejor.
Aires clásicos
Dentro también se respira un aire tremendamente clásico, potenciado por la tapicería de cuero negro de serie o una palanca de cambio con pomo blanco, las dos únicas diferencias, además de los logotipos de edición especial, que lo distinguen de un Ford Mustang GT ‘convencional’. Se deja en el tintero los asientos deportivos firmados por Recaro, elementos que incomprensiblemente quedan en opción.
Todo lo demás es de serie, desde la pantalla digital para el cuadro de mandos (probablemente la mejor de su tipo) hasta el multimedia SYNC 3 con pantalla táctil, navegador y conexiones Android Auto y Apple CarPlay.
Que su aspecto clásico no le engañe: lleva la última tecnología, incluida la de seguridad, cubierta por el control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril e, incluso, frenada de emergencia automática con detección de peatones, por si empiezan a arremolinarse alrededor del coche, que ocurrirá más a menudo de lo que cree.
Un V8 para enamorarse
Pero volvamos al principio, a la configuración mecánica única de este Ford Mustang Bullitt, que nos regala uno de los mejores sonidos del mercado: el escape dispone de serie de varios tonos seleccionables, hasta uno libre para circuito.
Tan gigantesco bloque cuenta con toneladas de par, 529 Nm, pero también con más potencia que un GT convencional. Es casi despreciable, 460 CV, 10 más, pero se han conseguido mediante electrónica e instalando la admisión del Ford Mustang GT350, que aquí en Europa no tenemos.
Diferente a toda su competencia, exhibe personalidad propia: empuja de principio a fin, vibraciones incluidas, y envía la fuerza exclusivamente al eje trasero, lo que exige manos a su conductor, especialmente cuando la calzada no está en óptimas condiciones.
Es de esos deportivos que todavía te ponen a prueba, aunque por fortuna existen modos de conducción que, cuando decidimos rodar relajados, nos facilitan la vida. Y luego están los que llamo ‘modos macarras’, que nos hacen experimentar la cultura americana. Me refiero al Drag Strip, que prepara el coche para aceleraciones en línea recta, o al Line Lock, que bloquea los frenos delanteros pero no los traseros, para facilitar espectaculares quemadas de rueda.
Pero no todo es lo que ahora llaman ‘postureo’. Ford Performance ha puesto a punto un chasis exquisito, que camufla muy bien el alto peso del conjunto. Los mandos son directos (el tarado de la dirección dispone de regulaciones independientes) y permite rodar muy rápido.
De nuevo, en opción
Ojo, también luce exquisitas cualidades de gran turismo, fruto de la suspensión magnética ‘MagneRide’ que modifica dureza según el modo de conducción… pero que exige otros 2.000 euros. Un opcional adicional que, como los asientos deportivos, debería ser de serie.
Y es que son 6.000 euros más que un Ford Mustang GT estándar (desde 55.850 euros), un precio que, por otra parte, nos da la exclusividad de una edición limitada en el tiempo.
Fotos: Paloma Soria
Así ha sido nuestra videoprueba del Ford Mustang Bullit
Ficha técnica Ford Mustang Bullit
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 8 cilindros en V, atmosférico |
CILINDRADA | 5.038 cm3 |
POTENCIA | 460 CV a 7.250 rpm |
PAR MÁXIMO | 529 Nm a 4.600 rpm |
V. MÁXIMA | 263 km/h |
ACELERACIÓN | 4,6 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 12,4 l l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.789 / 1.916 / 1.382 mm |
NEUMÁTICOS | 255 / 40 R 19 (del.) y 275 / 40 R 19 (tras.) |
PESO EN VACÍO | 1.818 kg |
MALETERO | 408 l |
PRECIO | 55.850 € |
GAMA DESDE | 41.850 € |
CUOTA RENTING | 1.076 €/mes* |
LANZAMIENTO | Junio de 2018 |
Equipamiento Ford Mustang Bullit
De serie: Frenada de emergencia con detección de peatones; control de velocidad de crucero adaptativo; asistente de mantenimiento de carril; iluminación LED; sensores de luz y lluvia; sensores de parking traseros; cámara de visión trasera; selector de modos de conducción; escape deportivo; climatizador bizona; cuadro de mandos digital de 12 pulgadas; sistema multimedia SYNC 3 con pantalla táctil de 8 pulgadas; navegador; Bluetooth; Android Auto y Apple CarPlay; entrada y arranque sin llave; asientos delanteros eléctricos, calefactables y ventilados; tapicería de cuero; retrovisor interior electrocromático; sistema de sonido Shaker Pro con 12 altavoces; parrilla y logotipos Bullitt; pintura especial Dark Highland Green y llantas Bullitt de 19 pulgadas.
Opcional: Pintura Shadow Black (sin coste); asientos deportivos Recaro color ébano con costuras en verde (2.050 euros) y suspensión adaptativa MagneRide (2.200 euros).