En su propuesta más deportiva de la gama, el Ford Focus ST explora su máximo potencial tanto mecánico como dinámico. Nada menos que 280 CV aderezados de una puesta a punto efectiva que no pierde versatilidad.
Un Ford Focus ST, de momento el modelo compacto más deportivo del catálogo, siempre despierta expectación, y más de una ‘pelea’ en la redacción por tomar sus mandos. En mi caso, tras haber podido conducirlo en circuito cerrado al tráfico en su presentación internacional, esperaba confirmar las buenas sensaciones de entonces, ahora en carreteras ‘de casa’.
Ficha en mano, su motor 2.3 EcoBoost empieza a acelerar el pulso con una cifra de potencia importante: 280 CV (30 más que en su predecesor) y 420 Nm de par. Mucha caballería que, sin embargo, parece casi la norma del segmento deportivo en torno a la que giran otros ‘gallos’ como el Renault Mégane RS, Peugeot 308 GTi, SEAT León Cupra, Hyundai i30N…
El Ford Focus ST, desarrollado por el departamento de Ford Performance (el que firma modelos como los espectaculares Ford GT, Ford Ranger Raptor y Ford Mustang) se mueve en esa delgada línea entre deportividad y versatilidad. Quiere correr sin ser radical, dejando espacio para una utilización razonable en términos de confort en el día a día.
De inicio se deja querer con los imprescindibles condimentos racing: rejilla delantera, alerón posterior más grande, doble salida de escape… Sin forzar el diseño se nota que hay más músculo.
Dentro, en cambio, su lenguaje deportivo se queda corto, sin mucha diferenciación respecto a otros Ford Focus. Los asientos Recaro, de excelente sujeción, son el elemento más remarcable de un interior en todo caso de buenas hechuras.
Salvo porque en distancias largas se puede acusar la dureza del mullido de las butacas, el Ford Focus ST mantiene el tipo en confort de marcha. Conserva la habitabilidad de sus hermanos, que es destacable especialmente en distancia entre filas, además de mostrar buena altura en todo el vehículo.
Del mismo modo, al incorporar un sistema de amortiguación adaptativa (CCD) resulta aceptablemente cómodo. Une su trabajo al de los modos de conducción y propone tres niveles de dureza. En los perfiles Resbaladizo y Normal se mueve con cierto agrado. La impronta del compacto de Ford sí que asoma en mayor medida en el modo Deportivo o S, dejando todavía un nivel más duro con el programa Track (este último, integrado en el paquete opcional Performance).
Es el complemento perfecto del coche, que también añade funciones como el Launch Control o el más útil emparejamiento de las revoluciones en reducción (estrenado en Ford Mustang): al bajar marchas da un golpe de gas para facilitar el engranaje. Y funciona muy bien.
Por otro lado, el motor también hace fácil el guiado del Ford Focus ST. Tanta potencia le permite circular en marchas largas de manera desahogada. La tecnología anti-lag (mantiene la velocidad de giro del turbocompresor incluso en deceleración) favorece una rápida respuesta ante el gas; es una mecánica que tiene siempre fuerza y acelera con mucha contundencia para firmar solo 5,7 segundos de 0 a 100 km/h. El sonido grave, más acusado en los modos deportivos, adorna el uso de un Ford Focus ST de lo más efectivo en terreno revirado.
Ford es un especialista en poner a punto sus modelos más prestacionales, y en su compacto, pese a tanto caballo, la motricidad es realmente buena. El diferencial autoblocante con control electrónico eLSD (puede distribuir hasta el 100 % del par disponible a la rueda con más tracción) hace un trabajo encomiable, sin trasladar movimientos muy violentos a la dirección cuando actúa.
Esta tiene un tacto bueno, aunque el coche no gira mucho. De frenos va muy bien servido, con potencia en el pedal y una estabilidad, tanto en frenada como en curva o recta, soberbia.
Por lo demás, la dotación de serie es abundante, pudiendo sumar equipo opcional interesante en seguridad, confort y dinámica, aspecto este último donde el Focus ST pone el listón muy alto.
Fotos: Paloma Soria
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 2.261 cm3 |
POTENCIA | 280 CV a 5.500 rpm |
PAR MÁXIMO | 420 Nm entre 3.000 y 4.000 rpm |
V. MÁXIMA | 250 km/h |
ACELERACIÓN | 5,7 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 8,2 l/100 km (WLTP) |
MEDIDAS | 4.388 / 1.825 / 1.458 mm |
NEUMÁTICOS | 235 / 35 R 19 |
PESO EN VACÍO | 1.543 kg |
MALETERO | 375 l |
PRECIO | 35.150 € |
GAMA DESDE | 19.725 € |
CUOTA RENTING | 624 €/mes* |
LANZAMIENTO | Septiembre de 2019 |
*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Frenada de emergencia automática con detección de peatones y ciclistas; asistente de mantenimiento de carril; asistente de arranque en pendiente; control de crucero con limitador; suspensión adaptativa CCD; diferencial autoblocante electrónico eLSD; modos de conducción; faros Full LED; llantas de 19 pulgadas; retrovisores exteriores plegables eléctricamente; sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara posterior; freno de estacionamento eléctrico; tapicería de cuero y Alcantara; sistema multimedia SYNC 3 con pantalla táctil de 8,0 pulgadas; compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay; acceso wifi.
Opcional: Pintura Azul Performance (1.250 euros); Head-up Display (400 euros); control de ángulo muerto y tráfico cruzado (400 euros); paquete Performance: incluye modo de conducción Track, launch control, suspensión CCD mejorada, indicadores Performance y asistente de cambio en reducciones (1.200 euros); Paquete Tecnológico: incluye reconocimiento de señales, control de crucero adaptativo y sistema de evasión de obstáculos (400 euros); aparcamiento asistido (150 euros); Paquete Diseño con faros LED adaptativos (550 euros); parabrisas, asientos delanteros y volante calefactables (175 euros).