Si eres un lector asiduo, ya habrás oido hablar del Ford Fiesta ST200. Un modelo del que ya te hablamos, tras su presentación en el pasado salón de Ginebra. Ahora, aprovechando una visita al famoso Festival of Speed de Goodwood, hemos tenido la oportunidad de ponernos al volante. ¿El objetivo? Disfrutar del Fiesta más potente jamás construido…
Lo primero que debemos indicar es que no nos encontramos ante un nuevo modelo como tal, sino ante una versión todavía más deportiva de un modelo que se comercializa desde el año 2013. Para que os hagáis una idea, esta variante se construye sobre una buena base, como es el Fiesta ST “estándar”, al que muchos consideramos como uno de los mejores utilitarios deportivos del momento. De hecho, ha servidode inspiración para el coche empleado en alguna de las aventuras más disparatas de Ken Block y con él hemos ganado, recientemente, la última edición de las 24 Horas Ford. Por tanto… ¿cómo se puede mejorar?
De un vistazo, los primeros cambios que se perciben afectan a la estética,tanto interior como exterior. Así las cosas, resulta curioso descubrir que la tonalidad “Storm Grey” es la única disponible para vestir la carrocería. También recurre a unas llantas de aleación de 17 pulgadas espcíficas, así como unas pinzas de freno pintadas en rojo, que aportan un indudable toque “racing”. El tono gris también se traslada al habitáculo, en forma de pespuntes, para decorar el volante multifunción, el pomo del cambio, los cinturones de seguridad o los propios asientos deportivos, firmados por Recaro. De ellos diremos que recogen el cuerpo a la perfección y hacen sentirse al conductor como si estuviera en un coche de competición. Otra cosa son las plazas traseras, cuyo uso desaconsejamos para adultos… salvo que se trate de recorridos cortos.
Sin duda, ese es el mayor reclamo de nuestro protagonista, 18 CV de potencia extra. Para la ocasión, se mantiene el propulsor EcoBoost turboalimentado de gasolina, con cuatro cilindros y 1,6 litros, pero con cambios en la gestión electrónica, para alcanzar los 200 CV y un par máximo de 290 entre 2.500 y 4.000 rpm. Además, según palabras de la propia marca, durante 20 segundos, puede ofrecer al conductor hasta 15 CV y 30 Nm adicionales, gracias a la función “overboost”. Como es habitual, se asocia a una caja de cambios manual, de seis relaciones, y a la tracción delantera. Respecto al consumo, mantiene el conocido sistema de parada y arranque automáticos del motor “Auto Start-Stop”, pero no impide que el gasto ascienta dos décimas, hasta alcanzar los 6,1 litros cada 100 kilómetros.
Por otra parte, también se hace con el título honorífico del Fiesta más rápido jamás ensamblado. Algo que consigue con unas prestaciones sobresalientes: alcanza una velocidad máxima de 230 km/h y acelera de 0 100 en apenas 6,7 segundos. Comparado con el ST de 182 CV, resulta 10 km/h y dos décimas de segundo más rápido.
Para mejorar la dinámica de conducción, Ford ha mejorado multitud de aspectos: desarrollos del cambio y recorrido de la palanca, dirección, frenos, barra de torsión trasera de mayor tamaño y muelles y amortiguadores específicos. Además, el sistema de reparto selectivo de par “Torque Vectoring” mejora su funcionamiento, mientras que el control de estabilidad “ESP” ofrece tres modos de funcionamiento: normal, deportivo y desconectado.
Al volante, que en esta unidad en concreto se encuentra a la derecha, las sensaciones son excepcionales, todavía mejores que en el modelo que se comercializaba hasta el momento. El motor ofrece un gran rendimiento desde abajo, pero es a medio régimen donde da lo mejor de sí, con una respuesta impropia de para una mecánica de su cilindrada. Además, el tacto del cambio es muy directo y la dirección resulta realmente precisa, por lo que, a medida que el conductor va ganando confianza, se consigue enlazar curvas a un ritmo endiablado. Además, consigue transmitir la potencia al suelo con cierta solvencia, algo que, claro está, no resulta del todo sencillo. Una vez más, el milagro de la electrónica.
Respecto a la suspensión, contiene al máximo la sensación de balanceo de la carrocería, así como el cabeceo en frenada, pero sí que es cierto que resulta sensiblemente más firme que en el modelo convencional. De ahí que, en ciertas situaciones, como ante asfalto roto o en mal estado, pueda resultar más rebotón de lo que debiera. Un aspecto que no empaña el excelente resultado final de este nuevo modelo, que ya está a la venta desde 26.200 €. Ese es precio a pagar por el Fiesta más dinámico jamás construido por Ford.
Prueba Ford Fiesta ST200 1.6 EcoBoost | |
Tipo de motor | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 1.596 cm3 |
Potencia | 200 CV a 6.000 rpm |
Par máximo | 290 Nm entre 2.500 y 4.000 rpm |
V. máxima | 230 km/h |
Aceleración | 6,7 s |
Consumo | 6,1 l/100 km (mixto) |
Medidas | 3.975 / 1.709 / 1.456 mm |
Neumáticos | 205 / 40 R 17 |
Peso en vacío | 1.088 kg |
Maletero | 290 l |
Precio base | 26.200 € |
Lanzamiento | Junio de 2016 |
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